Kathy tiene un problema, siempre miente. Alejada de su padre –quien es su única familia –se embarca a una vida donde no tiene que jugar a la casita feliz, ella no quiere olvidar aquello que la marco, se niega a dejar su luto, pero sobre todas las cosas a volver a su casa.
Por lo que decide irse a New York y comenzar una nueva vida, ahora tiene novio y un trabajo del que nadie sabe, ella vive de apariencias, es la nerd de la clase y quién se quita la ropa en un antro por las noches.
Ella es tímida y cariñosa para su novio, pero sexy y salvaje para los demás.
Kathy no es sincera, ella se armó un personaje y lo mantiene siempre firme, nunca flaquea, jamás deja ver más de lo que quiere, nunca cuenta la verdad.
Brandon solo piensa en básquetbol, mujeres y fiesta, es todo un Don Juan, no entiende de limites y detesta que las cosas no salgan como él quiere, tiene un plan, estudiar en New York y brillar en los New York Knicks, hasta conseguir su lugar en los Celtics, el equipo que ahora está brillando en el ambiente.
Tenía todo planeado y encaminado hasta que se mudó al departamento que tiene en New York, donde su vida dejo de ser tranquila, por ejemplo, cuando descubre que su vecina es la hermanastra de su mejor amigo y la encargada de arruinar todas sus noches lujuriosas porque lo detesta.
Kathy pensaba que su vida estaba mejorando hasta que descubre que el mejor amigo de su hermanastro se mudó al departamento de al lado, prendiendo todas sus alertas, él conoce de su vida, sabe su pasado y puede decirle a su padre donde entrarla, aunque es el menor de sus males cuando descubre que tiene que tolerar los ruidos que hace con las mujeres que las que se acuesta y sobre todas las cosas, evitar que descubra cuál es su trabajo.
Kathy tiene muchos secretos y Brandon quiere averiguarlos.
Ella tiene novio, pero a él no le importa jugar de segundo con tal de tenerla en su cama.
Mentiras, triángulos amorosos y un secreto oculto, dejaran a Kathy con la decisión más importante de su vida.