Punto de vista de Alexa
Llegué afuera de la estación y los paparazzi estaban por todas partes. Sabía que era solo para echar un vistazo al sexy Leo Fuller llegando a su entrevista. Estacioné en mi lugar en el garaje justo cuando sonó mi teléfono celular y vi que era mi hermana Angela.
—¡Hola Ang!
—Hola Alex, estaba llamando para desearte buena suerte en tu entrevista, estaré pendiente
—Gracias, de hecho, estoy un poco nerviosa
—Yo también lo estaría, si estuviera entrevistando a s*x-Full. Quiero decir que el hombre podría ser un modelo para la revista GQ, diablos, incluso Playgirl— dice ella y me río en el teléfono.
—¿s*x-Full? ¿Ben sabe que hablas así de otro hombre?— Le pregunto refiriéndose a su marido. Ella se ríe en el teléfono.
—Sí, pero mi chico sabe que es el único hombre que quiero. De todos modos, tengo que ir y abrir el restaurante, solo quería llamarte— me dice.
Le digo adiós y cuelgo. Salgo del auto y me preparo para tener que luchar a través de los paparazzi para entrar.
Irónicamente, no se dieron cuenta de que era yo hasta que crucé las puertas de vidrio del edificio. Saludé a la recepcionista y me dirigí al ascensor para ir al piso de exhibición. Cuando llegué al piso vi gente mirándome y puse los ojos en blanco. Esta entrevista estaba llamando mucho más la atención sobre mí de la que necesitaba. Abrí las puertas de vidrio que conducían a los camerinos y oficinas.
—Alexa, ¿dónde diablos has estado? He estado esperando durante una hora— dijo Brooke saliendo de mi vestidor
—No es mi culpa que hayas llegado antes que yo, ¿dónde está Abby?— Le pregunté y señaló su oficina.
Caminé a la oficina de Abby y abrí la puerta. Levantó la cabeza y supe que estaba a punto de gritar pensando que era otra persona irrumpiendo en su oficina. Cuando vio que era yo, sonrió.
—Ya era hora de que trajeras tu culo aquí
—Sí, lo sé. ¿Repasaste las preguntas que te di?— Le pregunté y ella asintió con la cabeza.
—Lo hice y son buenas. Honestamente, lo vas a poner en el lugar varias veces, pero a los espectadores les gusta eso de ti, así que creo que Alistar estará feliz con ellas— me dice y asiento con la cabeza y me senté en la silla frente a su escritorio. Me muerdo el labio y pienso en mi encuentro con Leo en el restaurante.
—Abby, lo vi
—¿Viste a quién?
—Leo Fuller— dije y ella me sonrió.
—¿Es tan lindo como en la televisión?— me preguntó y me sonrojé— Oh, lo es, ¿no es así?— Dijo emocionada y puse los ojos en blanco.
—Derramé el maldito café en su traje de Armani— le dije y sus ojos casi se salen de sus órbitas.
—¿Es una broma?— preguntó y me mordí el labio inferior.
—Me gustaría que lo fuera, pero no.
—¿Cómo...? ¿Dónde...? ¿Él sabía quién eras? Quiero decir, veo que tienes puesto tu pequeño disfraz— dijo y yo sonreí.
—Oh, sabía que era yo. Engañé a los paparazzi pero no al gran Leo Fuller. El imbécil tuvo las pelotas de llamarme incompetente— le digo y ella me sonríe.
—Supongo que realmente es un idiota, ¿eh?
—Sí, bueno, de todos modos pensé que debería hacértelo saber
—Espera, ¿por qué? Él todavía viene, ¿no es así?— preguntó.
Sabía que se preocuparía al ver que perder esta entrevista sería el final de nuestras carreras.
—Sí, le dije que era mejor que estuviera listo para la entrevista porque no tenía la intención de tomarlo con calma— le dije. Ella echó la cabeza hacia atrás y se rió de mí.
—¿Y Qué dijo?
—Que podría tomar lo que pudiera repartir— respondí y me sonrojé de nuevo pensando en el doble sentido que podría haber tenido. La puerta de Abby se abrió y supe que era Brooke porque no tocó.
—Alexa, ¿quieres venir? Todavía tengo que peinarte y maquillarte, tienes que probarte tres conjuntos diferentes porque no estoy segura de cuál quiero que te pongas— dijo, y gemí.
—Brooke, eres un ángel del infierno, quiero que lo sepas— le digo y ella se ríe.
—Yo también te amo, ahora vamos— me dice. Miro a Abby con ojos suplicantes y ella se ríe.
—Solicitaste a mi querida cuñada como tu estilista, así que no me des esa mirada de 'sálvame'— me dijo.
Le puse los ojos en blanco y me levanté de la silla. Seguí a Brooke fuera de la oficina de Abby y de regreso a mi vestidor. Vi a Newton caminando por el pasillo hacia su vestidor y me dio una sonrisa espeluznante.
Hace un par de meses, después de que mi divorcio fuera definitivo, todos fuimos a un club para que pudiera celebrar. Me emborraché demasiado y las cosas fueron demasiado lejos con mi co-anfitrión. Afortunadamente, Abby nos encontró en el pasillo del club y rápidamente puso fin a la situación. Desde esa noche, él me miró como si estuviera listo para arrancarme la ropa.
—Newton deja de mirarla con esos ojos, ella no te quiere— dijo Brooke empujándome hacia mi camerino.
Me reí por la forma en que la cara de este cayó. Una vez que entré a mi camerino vi tres vestidos colgados. El primero era un elegante vestido camisero n***o sin mangas. Me acerqué para examinarlo un poco más y vi que tenía botones de madera y un cinturón de piel sintética en la cintura. Miré el siguiente vestido y era azul cielo con una correa para el hombro, el cuello doblado y un cinturón azul a juego en la cintura. Honestamente pensé que se veía como algo que usaría una primera dama, así que mi rostro se arrugó.
—Realmente tampoco me gusta mucho ese, pero Alistar dijo que hoy debes vestirte de una manera más corporativa— dijo detrás de mí y asentí.
Esta entrevista fue enorme, así que pude entender que Alistar realmente decidiera algo sobre lo que vestiría hoy. Miré el tercer vestido y era rojo, con mangas cortas y cuello en V. Era delgado y me di cuenta de que se ajustaría a mi forma.
—Si tengo que vestir corporativa, creo que este rojo es perfecto— le digo.
No agregué que quería el rojo para que mostrara mis curvas con la esperanza de que el sexy empresario se diera cuenta. Ella chilló, como literalmente y me estremecí por el ruido.