Todo cambió

2883 Words
Más temprano ese día, al otro lado de la ciudad  Alexa Brown se preparó para el trabajo. Era periodista en KBC News y trabajaba tras bambalinas encontrando las historias para que el presentador del programa matutino las discutiera al aire. Su mejor amiga, Abby, le consiguió el trabajo en el momento en que se enteró de la vacante. Ella estaba agradecida y en realidad amaba su trabajo. —¡Alexa, dónde diablos está mi camisa!— su esposo James gritó desde el frente de su condominio. Ella puso los ojos en blanco y recogió su camisa de la tabla de planchar. —¡Aquí, James!— grita de vuelta y él entró en la habitación arrebatandole la camisa de la mano. —Maldita sea mujer, no puedes hacer nada bien, tengo que estar en cámara en una hora— le dijo poniéndose la camisa. James también era reportero de KBC News, pero a diferencia de ella, era un reportero de campo. —Lo siento, no puedo satisfacer todas tus malditas necesidades, también tengo que prepararme para el trabajo— le espetó Alexa y él la miró. —¿De qué sirves ahora que tienes el trabajo de mierda? Ya no cocinas, ni limpias y solo eres media mujer ya que ni siquiera puedes quedar embarazada Ella le dio una bofetada en la cara. —Vete a la mierda, James— dijo y rápidamente agarró sus cosas y se fue al trabajo. Trató de no llorar por el escozor de sus palabras, pero le dolieron. Lloró y trató de controlar sus emociones, pero no funcionó. Llevaban dos años intentando quedar embarazada y no funcionaba. James le decía repetidamente que era su culpa y ella no podía evitar creerle ya que él tenía un hijo de un matrimonio anterior. Cuando llegó al trabajo fue directamente a la oficina de Abby. —Hola, Abby. —Oye, Alexa, ¿tú… qué diablos te pasó?— preguntó levantándose rápidamente de su asiento. Alexa negó con la cabeza tratando de no decirle nada, pero ella no lo estaba escuchando. Cerró la puerta de su oficina y la sentó —¿Qué hizo ahora?— preguntó Abby y Alexa se secó los ojos y le dijo lo que paso— Alexa, ni siquiera sé por qué sigues casada con ese cerdo. Te dije que no te casaras con él— dijo Abby sin ocultar su odio por el esposo de su querida amiga. —Cielos, gracias. Justo lo que necesitaba escuchar, "Te lo dije"— dijo ella con sarcasmo. —Lo siento, Alexa, pero te estás torturando a ti misma permaneciendo en este matrimonio. Sé que no crees en el divorcio, pero estamos en el siglo XXI y es hora de patear su lamentable trasero hasta la acera— Dijo Abby. La puerta de la oficina se abre en ese momento. —Maldita sea Chelsea. ¡Llama por una vez!— Abby gritó. —Lo siento, Abby, pero creo que deberías saber que Luisa se niega a continuar— dijo Chelsea y ella prácticamente se volvió loca. —¿Qué diablos quieres decir con que la maldita mocosa se niega a continuar? el espectáculo comienza en una hora —Lo sé, pero dijo algo sobre no poder trabajar en estas condiciones Abby gruñó y luego salió de la habitación con Chelsea y Alexa detrás de ella, se acercó a la puerta del vestidor de Luisa y comenzó a golpearla repetidamente. —Luisa, abre esta maldita puerta. ¡AHORA MISMO!— gritó y Alexa miró a Chelsea mientras ambas compartían la misma expresión de miedo en sus rostros. —Grita todo lo que quieras, pero no voy a salir. Nadie me aprecia aquí y ¡voy a hacer que tus tontos se arrepientan!— Luisa gritó de vuelta y Abby pateó la puerta esta vez. —¡Te juro Luisa que si no abres esta puerta y sales aquí, te patearé el trasero!— gritó de vuelta. Esta vez Luisa no respondió pero la puerta tampoco se abrió. Abby volvió a golpear la puerta y Alexa trató de llamar su atención. —Abby, detente antes de que tengan que llamar a seguridad —¡Si esta perra engreída no viene sola, llamarán a la morgue!— gritó— Este es mi trabajo en juego. Esperé tres años para finalmente poder producir mi propio programa y ahora que lo tengo, ¡quiere hacer esta mierda!— gritó y Alexa se estremeció. —Abby, puedo hacerlo solo— dijo Newton y ella negó con la cabeza. —No. El programa se llama Desayuno con Mike y... no puedes hacerlo sin un coanfitrión— le dijo y luego pateó la puerta — ¡Incluso si tu coanfitrión es un bimbo estúpido que no sabe leer!— gritó Brooke y todos comenzaron a reír. Abby luego miró a Alexa con ojos suplicantes. Ella conocía esa mirada y negó con la cabeza. —Alexa, por favor, ya sabes lo que se está discutiendo hoy, y sabes hacer tu mierda. Por favor, solo un día— suplicó y ella volvió a negar con la cabeza. —Abby perderé los nervios, quiero decir, ¿qué diablos diría?— le dijo. Abby respiró hondo. —Simplemente lee lo que esté en el teleprompter como lo hiciste en la universidad, y luego expresa tu opinión sobre lo que se informó —Abby, eso era la universidad, esto es para toda la ciudad y no puedo —Alexa, por favor, nunca te pediré nada más, lo juro. Me estarías salvando el culo ahora mismo, por favor— suplicó Abby. Ella miró a su mejor amiga a los ojos y no pudo decirle que no otra vez. —Está bien, ¿qué tengo que hacer?— preguntó y Abby saltó arriba y abajo, luego apresuró a su amiga a peinarse y maquillarse mientras trataba de encontrar algo para que se pusiera. —Abby te ves frenética, ¿todo bien? Abby escuchó la voz de su hermano Lucas preguntar. Se giró para mirarlo y vio a su prometida Brooke en su brazo con una sonrisa. —No, Alexa tomará el lugar de Luisa hoy y no tengo nada para que se ponga— le dijo y Brooke sonrió. —Acabo de ir de compras, estoy segura de que tengo algo aquí que le quede bien. Iré a ver— dijo, ya dirigiéndose hacia el cabello y el maquillaje. —¡Brooke, eres un salvavidas!— gritó detrás de ella y esta solo saludó. Lucas le sonríe a su hermana. —Alexa... ¿cómo la convencieron de esto? —Tocó rogar mucho, así es como lo hice— dijo Abby tratando de que el resto del personal estuviera listo para salir al aire. Cuando Alexa salió al escenario, sonrió— Alexa, te ves increíble— dijo admirando a su amiga con el vestido color crema y los tacones de aguja negros que llevaba. —Abby, eres tan afortunada de que te ame como a una hermana— le dijo Alexa con una sonrisa y ella se rió. —Míralo de esta manera, se verá genial en tu currículum y cabreará a James al mismo tiempo— dijo Abby sabiendo que James se volvería loco porque Alexa fue coanfitriona de un programa de noticias matutino mientras él estaba atascado reportando cualquier cosa. Alexa se rió sabiendo que Abby tenía razón. Se prepararon para el espectáculo y finalmente comenzó el tema musical. Michael salió primero seguido de Bella. Ambos sonrieron y luego tomaron sus asientos. —¡Buenos días Chicago!— Alexa y Newton dijeron al mismo tiempo —Chicago, esta hermosa mujer a mi lado es Alexa y ella reemplazará a Luisa hoy. Alexa, es genial tener una cara fresca por aquí. ¿Nerviosa?— le preguntó y ella sonrió. —Sí, en realidad lo estoy —Me lo tomaré con calma entonces— dice y luego se ríe como si estuviera contando una broma. Comienzan leyendo el teleprompter y Alexa trata de mantenerse concentrada y no ponerse demasiado nerviosa. Cuando rompen para el primer comercial, Brooke corre hacia ella y le retoca el maquillaje. —Abby, ¿cómo voy? —Lo estás haciendo muy bien. El siguiente segmento después de las noticias serán tus opiniones, así que no habrá teleprompter. Eres bastante testaruda, así que creo que te irá bien— le dice con una sonrisa. Ella grita que comenzarán en 10 segundos y luego cuenta regresivamente hasta que vuelven al aire. Newton y Alexa mencionaron con gracia las noticias que estaban sucediendo a su alrededor y a Abby le encantó lo bien que estaban trabajando juntos. Luisa salió de su habitación gritando que porque Alexa estaría en el programa, pero Brooke la calló por Abby. Cuando llegó el momento de dar opiniones, Alexa comenzó a ponerse nerviosa, temerosa de lo que la gente pensaría sobre lo que tenía que decir. Sus amigos levantaron los pulgares para decirle que se relajara. —Entonces, Alexa, ¿qué piensas sobre la votación de la ciudad para cerrar los parques tres días a la semana para ahorrar dinero?— preguntó Newton. Ella tomó una respiración profunda. —Honestamente, creo que es una de las decisiones más tontas que ha tomado el alcalde. ¿A dónde se supone que deben ir todos los niños cuando los parques están cerrados?— preguntó y Newton le sonrió. —A casa, supongo. Llamar tonto al alcalde es bastante duro, ¿no crees? —No, y tiene suerte de que eso es todo lo que dije. Quiero decir, primero recorta los fondos de las escuelas públicas y ahora esto. Me parece que a nuestro alcalde no le importan los niños— dijo y Michael siguió sonriéndole. —Tengo que estar en desacuerdo contigo, Alexa. Estamos en una recesión y hay que recortar los fondos en alguna parte— le dijo Newton. Ella puso los ojos en blanco. —¿En serio? No veo a nuestro alcalde recortando su salario— espetó, sonrojándose cuando escuchó a la gente silbar detrás de la cámara. Abby les indicó que era hora de otro comercial y lo cerraron. —¡Alexa, eso fue increíble! Me refiero a un gran trabajo de verdad— dijo Michael y ella se sonrojó de nuevo. Brooke volvió a retocar el maquillaje y luego volvió el espectáculo. Ahora debían mencionar algunas historias que se presentarían en las noticias de las doce. Ella lo hizo sin problema y luego se congeló cuando vio el nombre Fuller. Ella recordaba haberlos conocido una vez. Se entrevistó para un trabajo en su oficina, pero no hicieron la entrevista directamente. La entrevista fue para el responsable de gestión de prensa de la empresa. Naturalmente, nunca consiguió el trabajo y terminó aquí. Honestamente, se habría sorprendido si la recordaran. —Es posible que Edmund Fuller no sea el hombre de oro que todos pensábamos que era. Una fuente de Fuller Enterprises nos informó que ha estado robando a ciegas a su propia empresa, así como a los cientos de inversores de la empresa. El Sr. Fuller o su nieto Leo Fuller no se ha pronunciado sobre estas acusaciones. Más a las doce— dijo Newton al ver que Alexa se había congelado. Ella respiró hondo y continuó con lo que se suponía que debía leer. Cuando terminaron el espectáculo, se relajó y miró a Abby. —Lo siento por congelarme al final, lo digo en serio... — ¡Saca a esta chica de aquí y si la usas de nuevo renunciaré!— Luisa gritó interrumpiendo a Alexa —Luisa, no tienes que renunciar, estás despedida— dijo una voz profunda y todos se volvieron hacia la voz. Era el jefe de la estación Alistar. —Alistar, ¿qué quieres decir con que estoy despedida? ¡Hice este espectáculo! —Oh, por favor, Luisa. Nunca recibo buenos comentarios sobre ti aparte de que tienes un buen trasero. Podemos reemplazarte, créeme Luisa salió corriendo al escuchar aquello de su jefe —Abby, ¿te gustaría decirme cómo Alexa terminó hoy en el programa?— preguntó Alistar. Ella fue a hablar pero Abby negó con la cabeza y comenzó a explicar lo que pasó. Alistar asintió con la cabeza. —Alexa, ¿cómo te sentirías si reemplazaras a Luisa? —¿Qué?— preguntó jurando que escuchó mal. —¿Cómo te sentirías siendo el nuevo coanfitrión? En la página de f*******: de los programas, eras la comidilla de los espectadores. A ellos les encanta tu esperma y, sinceramente, yo también lo disfruté. Entonces, ¿qué dices?— le preguntó de nuevo y ella sonrió sonrojándose ferozmente. Todos en la sala asintieron con la cabeza y ella miró a Alistar —Me encantaría hacerlo —Fantástico. ¡Luisa, limpia tu camerino y sal de aquí ahora mismo!— Alistar gritó. Cuando comenzó a alejarse, todos comenzaron a vitorear. El grupo salió a almorzar para celebrar la nueva posición de su amiga. —Alexa, esto es increíble, estoy muy feliz por ti— dijo Brooke con mucha emoción. —Y pensar que no querías hacerlo— dijo Abby y ella se rió. La televisión en el restaurante emitió el tono de noticias de última hora y todos miraron la televisión al mismo tiempo. —Oye, ¿no es ese el nieto de Edmund?— Lucas dijo y todos asintieron con la cabeza. —¿Puedes subir el volumen?— Abby le gritó a la camarera. Rápidamente obedeció y todos escucharon. —Gracias a todos por venir. Llamé a esta conferencia de prensa para informar que esta mañana falleció mi abuelo Edmund Fuller— Leo dijo haciendo que las cámaras y los reporteros se volvieron locos— No, no fue su cáncer, creemos que se debió a un infarto— dijo respondiendo una pregunta y ella se compadeció del anciano. Todos sabían que había estado luchando contra el cáncer durante el último año, y saber que murió de un ataque al corazón tuvo que ser desgarrador para toda su familia. —No, no estoy aquí para hablar sobre los rumores. Mi abuelo es... fue un gran hombre y no dejaré que su nombre se manche por esto— dijo Leo respondiendo a otra pregunta. Ella podía ver el dolor en su rostro y, aunque no lo conocía, deseaba haber alguna forma de consolarlo. Después del almuerzo, se fue a casa y preparó la cena para James. Quería contarle sus buenas noticias y decírselo fácil. Cuando James llegó a casa, se sorprendió al ver que tenía un ojo morado. —James, ¿Que te paso?— preguntó acercándose a él y acariciando su rostro. Le dio una palmada en la mano. —El maldito Leo Fuller pasó, pero lo tengo en cámara y voy a demandar a ese hijo de puta por todo lo que tiene— dijo James dirigiéndose a la cocina. Ella lo siguió detrás. —¿Qué dijiste para que te golpeara?— preguntó y James se giró y la miró. —¿Por qué diablos asumirías que dije algo?— le espetó. —Porque un hombre como ese no lo arriesgaría todo para golpear a un don nadie como tú. —¿Así que soy un don nadie? ¿Crees que eres tan buena solo porque fuiste coanfitrión en un programa? Nunca te contrataran más porque eres una don nadie, Alexa— se burló de ella. —¡Eso es interesante ya que me pidieron que reemplazara a Luisa y me convirtiera en el nuevo coanfitrión James!— le gritó y James la miró en estado de shock. —Estás mintiendo. —No, no estoy mintiendo— dijo de vuelta. —¿Te preguntaron? ¿Qué diablos podrían ver en ti?— Gritó. Ella había escuchado suficiente. Honestamente, estaba harta y cansada de James y su mierda. Desde que comenzaron a tratar de tener un bebé, su matrimonio fue cuesta abajo y ella estaba cansada de eso. —No puedes aceptar ese trabajo, Alexa —¿Qué?— dijo volteándose hacia él ahora. —Me escuchaste. Es tu carrera o nuestro matrimonio— dijo. Ella sabía que esto era honestamente solo sus celos sacando lo mejor de él. No podía soportar la idea de que tendría una mejor posición que él en la estación y ella lo sabía. —¿Qué matrimonio, James? Ya ni siquiera nos amamos —¿Así que estás eligiendo tu carrera?— preguntó y ella no dijo nada— Bien, no elijas, lo haré por ti. Haré que mi abogado te envíe los papeles del divorcio. Oh, y pensé que te gustaría saber, dejé a Victoria embarazada, así que definitivamente son tus jodidos ovarios de mierda que nos impidieron tener un hijo— le dijo, cortando a Alexa con un cuchillo verbal. Respiró hondo y se acercó al cajón de la cocina y lo abrió. Sacó un cuchillo y se lo arrojó a James sin darle en la cabeza. —¡Perra loca! —¡Vete de esta casa y nunca... nunca traigas tu trasero aquí!— le gritó. James la miró y pensó que no valía la pena pelear. Fue a su dormitorio, empacó algunas cosas y se fue sin decir una palabra más. Alexa se dejó caer en su silla y lloró. En el transcurso de un día toda su vida cambió.
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