—No hay habitaciones —le informan en la recepción.
—¡¿Como dices?!—la mirada oscura y autoritaria hace que la pobre chica en la recepción se contraiga.
—Es un hotel ¿Como no tienes una habitación?
Marlon solo observo con una media sonrisa en el rostro. De alguna manera le daba paz saber que no había habitaciones disponibles.
—Es un edificio de residencia, no un hotel —la pobre parecía tener ganas de llorar —Lamentamos la confusión mi señor.
Zyrian pasa la mano por su cabello frustrado, llevaba más de dos días en un viaje y lo último que deseaba era llegar a dormir en un hotel de mierda que no valía ni su tiempo mucho menos su presencia. Lo más conveniente era volver a su palacio. Volvió su mirada hacia Marlon y rápidamente dejó escapar otro suspiro frustrado.
—No hay disculpa aceptable —arrrogante y exigente —Si no hay habitaciones disponibles entonces despoja una para mí.
No era una sugerencia, era una orden.
La chica empezó a lagrimear viendo el grupo de hombres que ocupaban la mitad de la recepción y pensó que este sería su último día. Llevaba años trabajando y está era la primera vez que le sucedía algo parecido.
—No puedo hacer eso...
—Si puedes, te lo ordeno.
El príncipe mete su mano en su chaqueta buscando la tarjeta con su identificacion y antes de dejarla caer en el mostrador Marlon lo detiene con un grito de espanto.
—¡Alto! —respira agitado mientras fulmina con la mirada a Zyrian —lo siento, no sera necesario el viene conmigo.
La chica poco y se arrodilla frente a su nuevo dios. Aquel humilde hombre que la salvó de un despido. Por otro lado su salvador tomo de la mano a Zyrian con enojo llevándolo al ascensor.
—¿Que carajo te pasa? —estalla —como muestras tan a la ligera quien eres.
—¿Y que querías que hiciera?
—Regresar a tu palacio.
—Imposible. —zyrian niega como si sus actos no fueran suficientes para recibir una reprimenda de Marlon. —Y entonces, ¿Cuál es tu habitación?
Marlon siente que envejece cada segundo cerca de este maníaco. Era imposible convencerlo para que regresará al palacio. Ni siquiera podía comprender el capricho de quedarse en esta residencial.
El grupo de guardias a su vanguardia hacen que Marlon detenga el paso.
—Si piensas quedarte, no quiero a nadie fuera de mi habitación.
Normalmente es algo que Zyrian ignoraria, pero de alguna manera no contradijo y solo ordenó despojar el pasillo dejando un solo guardia para su seguridad.
El piso largo y angosto hizo que Zyrian se cuestionara si realmente esto se podría llamar un hogar decente.
—Es aquí —marlon abre la puerta y extiende las manos dejando pasar a Zyrian —Mi morada.
Bueno, no era tan malo. Sin embargo, Zyrian estaba seguro de que el jamás viviría en un lugar tan reducido. Seguía mirando la diminuta sala y el pequeño baño que deslumbraba a la distancia.
—¿Toda tu familia vive en la miseria?
Marlon sintió que estaba apunto de echarlo a patadas.
—No —responde airoso —todos mis hermanos tienen sus mansiones.
—¿Y tú por qué no?
Su mirada era cuestionó la razón del por qué él era el menos afortunado de todos los clerefth.
—Pertenezco a un marquesado en Lexus, mis propiedades están ahí, no aquí.
—Igual podrías pagarte algo mejor.
—Si, podría — Marlon empieza a soltar los botones de las mangas —Vivo aquí porque está cerca del palacio y es acogedor.
—Acogedor igual a diminuto.
Marlon se cruza de brazos molesto.
—Si vas a criticar mejor largo.
—No te critico a ti —dice lo obvio —critico el lugar.
—Si me consigues otro lugar que esté cerca y sea acogedor me mudaré.
Lo decía como un chiste, pero en un momento su cabeza fingió no sentirse preocupado de haber pedido aquello.
—Iré al baño primero.
Entro en la habitación terminando de soltar la camisa y los pantalones se sentía un poco cansado y bastante bebido. Ni siquiera le dió tiempo de estar sentido por Alaric y su novia o por haber dejado a Viron tirado en aquel bar.
Sintió un olor extraño y salió ya con el albornoz puesto.
—¿Que es eso?
—¿No sabes lo que es comida?
—Tu sarcasmo es horrible.
Marlon no había comido nada desde que se durmió por la tarde y el olor lo estaba llamando.
—¿No ibas al baño?
—Iré después de comer.
Marlon realmente no entiende como es posible que una escena tan calmada como está estaba sucediendo. Solo dos personas comiendo calmadamente mientras hablaban sobre el viaje de Zyrian a Galadeos y sobre los avances que Marlon hizo junto al doctor.
Inesperado era ver a aquel príncipe escucharlo tan calmado sin ningún rastro de aburrimiento o desaire.
—Entonces, ¿Irás a ducharte?
La cabeza de Zyrian reposaba sobre su brazo izquierdo.
—Si no vas iré yo o prefieres ducharte conmigo.
Estaba consciente que solo fue una burla mas de Zyrian, pero un cosquilleo le rondo la columna, incómodo se levanto entro al baño dejando todo en su lugar.
Marlon quien suele tomarse su tiempo en el baño demoro menos de lo habitual.
Cedió el baño a Zyrian dejando lo necesario para que el príncipe no se atreviera a salir desnudo. Era una posibilidad a la cual no deseaba acertar.
—No creo que te guste mi ropa —le informo a Zyrian una vez este salió de ducharse.
Era Norman que un alfa odiara el olor impregnado en la ropa de otro alfa. Zyrian aún en bata se acercó a él con sigilo pegando su tórax a la espalda de Marlon.
Respiró en su cuello una larga bocanada. Los bellos en la nuca de Marlon se erizaron y respingo con susto. Se movió un poco hacia atrás pegandose aún más al cuerpo de Zyrian.
—Yo creo que puedo tolerar bien tu olor.
No es algo que digas por decir.
El cuello sonrojado de Marlon se volvió inesperadamente más rosado y los nudillos de Zyrian tocaron esa área con suavidad haciendo que Marlon temblará y una corriente electrica se moviera hacia su punto más sensible.
—Me pregunto cuántos puntos herogénos tendrás.
Lleva un tiempo observando el comportamiento de Marlon y había notado un par de ellos. Marlon volvió su rostro hacia el príncipe.
—Seguramente menos que tú.
La comisura de los labios de Zyrian se elevó en provocación.
—¿Cuántos crees que tengo?
El pecho de Marlon se contrajo y el estómago empezó a sentirse incómodo.
Miro sus orejas y las tocó dejando a Zyrian asombrado por el toque repentino.
—Creo que no deberías tomar alcohol en el futuro —sus facciones estaban algo rígidas y Marlon solo pudo preguntarse la razón del porque estaba enojado.
—¿Porqué debería hacerte caso?
A Zyrian le preocupaba que Marlon fuera tan despreocupado al estar hebrio. Sobrio era una persona que solía poner límites a todos, aún así aquí estaba tocando su oreja como si nada.
Fue entonces que Marlon extendió su cuerpo lamiendo el lóbulo de la oreja de Zyrian provocando un jadeo en aquel alfa.
Marlon se apartó asombrado.
—Orejas —dijo algo nervioso.
Zyrian sostuvo su respiración dejando escapar el aire.
—Eres algo increíble.
La luz de la lámpara alumbraba su costado dejando ver el reflejo de las gotas que humedecian su cabello. Marlon prestó atención a la vena en su cuello y trago saliva con el aroma fresco que desprendía.
Eso... eso fue demaciado sexi. Pensó Marlon. Está vez las manos surcaron sus mejillas hasta llegar al cuello presionando su pulgar en el lugar de donde desprendía aroma. Zyrian se apartó un poco con la presión del pulgar justo en su glándula olfativa.
—Aqui.
A Zyrian le tomo un momento entender que Marlon aún seguía con aquel juego.
—Creo que todos son sensibles en ese punto —sonrió el principe aguantando la incomodidad de su cuerpo.
Tener a un alfa del mismo rango tocando tu glándula ofatica se podría explicar como invasivo.
Las manos de Marlon se movieron por debajo hasta cruzar sus pectorales más abajo cruzando a la parte tracera antes de volver a subir rasgando la tela del albornoz como si arañara la piel desnuda.
—Si, me gusta que aruñen.
Un calor más intenso comenzó a concentrarse en la parte más baja de su cuerpo haciéndolo sentir incomodo.
—Te falta una.
La voz tan baja vuelta un susurro hizo vibrar el cuerpo de Marlon.
——No sé cuál es. —desvio la mirada.
Los nudillos aún sosteniendo con fuerza el albornoz y la distancia insanamente Serca.
—Estoy seguro de que si sabes.
— Dije que no lo sé.
—Siempre tan terco.
—No más que tú.
Hubo un silencio antes de que Zyrian sonriera aceptando que Marlon tenia razón. Tal vez su propia terquedad y capricho es lo que lo mantenía en esta posición.
—Esta bien —lo deja pasar —Es mi turno.
Antes de que Marlon protestará ya había sido inmóvilizado por el cuerpo de Zyrian. Lo hizo girar dejandolo nuevamente de espaldas a él.
—No creo que seas tan observador como para saber eso de mi.
—Soy más observador de lo que crees.
Las manos de Zyrian comenzaron por su nuca y cuello confirmando lo que ya había dicho antes. La glándula olfativa ya sea en alfas o Omegas suelen ser muy sensibles.
—Dos de seis.
¿Seis? Estaba muy seguro de si mismo.
—Ya está la conozco —sus labios subes tocaron la nuca de Marlon haciéndolo perder un gramo de fuerza.
Repartió pequeños besos humedos subiendo por su cuello hasta llegar a su oreja.
—Supongo que no somos tan diferentes.
Siguió lamiendo las curvaturas y Marlon apretó su abdomen antes de quejarse.
—Vasta.
La sonrisa nada sutil de Zyrian provocó estragos en Marlon, era una sonrisa apretada, contenida y a la defensiva.
Las manos de Zyrian siguieron su camino bajando hacia el pectoral de Marlon. Ya tenía puesta una camisa de dormir y Zyrian comenzó a desabrochar el segundo botón y luego el tercero introduciendo su mano.
—¡Ahg!
Un quejido que incluso petrifico a Zyrian. Sus manos inmóviles sobre los pezones que con un solo toque se pusieron duros.
Podía sentir la pretuverancia bajo sus palmas y aunque solo era un juego ya se estaba tornando más que eso.
—Cuatro —dijo tajante con la voz convertida en un lío.
Las manos aún dentro del camison se movió apretando el pezón seguido, un segundo gemido puso a Zyrian eufórico apretando la pretuverancia tirando de el. Su cabeza dejo de funcionar. La ansia de lamer el pecho de otro alfa parecía una broma nada agradable. Marlon dejó escapar una serie de gemidos que acompañaban a cada apretón en sus pezones.
Las piernas débiles y el aire húmedo comenzó a volverse tentadoramente peligroso y Marlon salió de su estado de éxtasis deteniendo la mano que estiró su pezón dejandolo regresar con un rebote que éxito su cuerpo al punto de morder sus labios para poder mantener la cordura.
—Ya... Ya entendí.
No es como si nunca hubiera tocado su pecho, pero que fuera la mano de Zyrian quien tocaba esa área lo volvía por mucho más loco.
El aliento agitado de Zyrian movió el cabello en su nuca refrescando esa área.
—Es mejor... Detener esto.
—Claro que no —los labios de Zyrian se impactaron contra su nuca y Marlon ya no tenía energía para apartarlo. Así que se sumió en ese toque húmedo.
—No te dicho que está es mi favorita.
Zyrian entrelazó sus nudillos con los suyos y Marlon abrió freneticamente los ojos.
—Te conté que al conocerte tenía curiosidad del por qué usabas guantes de curo —comenzo a hablar y cada palabra dejaba escapar un aire que besaba la nuca sensible de Marlon.
—¿Por qué tendrías curiosidad por eso?
Ya no reconocía su propia voz débil y húmeda. Zyrian pensó por un segundo y continuo.
—Las pocas veces que estabas sin los guantes, tus manos eran demaciado delicadas para un alfa.
Marlon se contrajo y se apartó de Zyrian. Verlo con el pecho agitado y los labios entre abiertos lo dejo mudo. No sabía que un alfa como Zyrian podría poner ese tipo de rostro.
—Puse atención por semanas a tu comportamiento, incluso una pequeña fricción con algo tan fragil como el papel te hacía temblar.
Zyrian volvió a cortar el espacio tomando la mano de Marlon y llevándola a sus labios. Beso y lamió como quiso. Las manos sensibles provocaron escalofríos en su cuerpo y una mirada satisfecha relajo el rostro de Zyrian.
Tiro de Marlon hacia delante pecando sus cuerpos está vez de frente. Cara a cara el aliento a pasta dental le beso los labios y las feromonas se inpregnaron en su cuerpo.
—¿Cuál es el último? —cuestiono Marlon drogado con tantas sensaciones y feromonas.
—El mismo que el mío.
Sus caderas fueron empujadas hacia delante y el golpe de ambos miembros tiro de la rozonalidad de Marlon haciéndolo perder por fin sus fuerzas.
Las rodillas cedieron y antes de caer Zyrian lo sostuvo con fuerza.
—Se acabo el juego. Perdiste.
Marlon rodiado de sus brazos solo asintió volviéndose una bolita en sus brazos undio el rostro en pecho de Zyrian.
Zyrian lo presiono con tanta fuerza contra su cuerpo que Marlon se quedó apretado. Parecía no querer moverse, quedarse de esa manera por un segundo.
Después de controlar por completo sus instintos Zyrian lo levanto y lo llevo a la cama.
—No vuelvas a beber.
Acaricio sus cabellos dejando un beso en su frente.
—Descansa.
Estaba sin fuerza, pero no tenía sueño. El torrente de feromonas de Zyrian eran axfisiantes. Dejo salir una sonrisa ¿Un beso, caricia y feromonas?
—¿Intentas consolarme?
La mano de Zyrian seguía masajeando sus cabellos.
—No soy un Omega, idiota.
—Eso lo sé mejor que nadie.
Justo ese el problema. Que no era un Omega. Los párpados de Marlon se le volvieron pesados y prefiero echarle la culpa al alcohol y no a este idiota que intentaba consolar a otro alfa.
CONTINUARÁ...