Rostro pálido, cabello desordenado y largo para cualquier noble, ojeras bajo los ojos, labios partidos y una barba creciente.
—Te ves asquerosamente mal.
Las severas palabras de Juno hicieron que su hermano mayor alzará la vista hacia su familia reunida en la amplia mesa.
—Jamás creí ver a un Clerefth en este estado.
Virón que viajo junto a Marlon frunció el cejo con disgusto. Aun con este aspecto deplorable podría jurar que Marlon era más bello que todos sus antiguos amantes.
—Vamos, necesitamos el nombre de ese Omega —insiste Noa con la mano en frente—solo, mira como te tiene.
Desde su partida y llegada a Lexus Marlon sufrió un malestar estomacal al cual el mismo Marlon medicó como una intoxicación. Unos días después, escupió sangre y se sugirió visitar la clínica especializada. Tuvo que pasar por varios especialistas hasta que uno de estos, sugirió que se trataba de un enlace.
Para Marlon no pudo ser más ridículo. Era imposible, jamás repetía más de dos veces con el mismo Omega e incluso si en dicho caso se tratara de algo parecido ¿Quién podría ser? Un enlace no es igual a una marca.
Cómo un médico en curso Marlon sabía a la perfección que un lazo es algo más que una conexión y adicción a las feromonas del sujeto al que tu cuerpo reconoce como un compañero.
Marlon no recordaba tener algo tan privado con un Omega. A diferencia de una marca, un lazo es totalmente voluntario por parte de ambas personas.
El único Omega que se acercaba lo suficiente a Marlon era Virón, sin embargo, aun estando un mes absorbiendo las feromonas de Virón lo único que provocó en Marlon era una fuerte angustia estomacal y rechazos continuos a su salud.
Marlon estaba al punto del colapso mental, llevaba semanas sin descanso y la temporada social había comenzado hace unos días. Las invitaciones rebosaban en su bandeja al igual que los líderes de familias buscando un compromiso arreglado.
—Oye, no es que quiera joderte —aclara Rayan —pero sabes muy bien que la única manera de deshacer un lazo es mediante la marca.
Ni siquiera deseaba escuchar esa opción, casarse era una cosa y marcar a un Omega era otra. El estómago rechazó la idea solo de pensarlo y Marlon recostó su cabeza en la mesa sintiéndose mareado.
De alguna manera deseaba regresar al desastre de su habitación y hundirse entre las sabanas.
—¡Tío, Tío! —lo mueven de un lado al otro —Vamos prometiste jugar conmigo ¡Vamos! —las pequeñas manos lo sostenían con fuerza tirando de él.
—Cariño, el tío Marlon no está bien de salud —Juno intento convencer a su cría de abandonar la idea. La niña negó y siguió tirando de Marlon.
La princesa Aria miraba a Marlon con un rostro angelical lo suficiente para que el pecho de Marlon se comprima queriendo morder sus mejillas regordetas. Nunca pensó en la paternidad, pero viendo a sus tres sobrinos sentía que talvez algún día se llenaría de valor para tener uno de sangre directa.
—Tío necesita un médico ¿Me ayudas?
Los ojos dorados de la niña brillan y desaparece con rapidez antes de regresar con una caja de madera tallada dónde al abrirla había todo tipo de juguetes para una doctora.
Era un regalo bien detallado y posiblemente bastante caro. Marlon estaba consiente que Aixhad era un padre diligente que complacía a su hija en todos los aspectos.
Marlon se dejó caer en el sillón mientras la bebé de cuatro años se subió al sillón sacando sus instrumentos médicos. Mientras ella lo revisaba Marlon se metió en el ordenador buscando las noticias. Ya había rumores sobre Marlon, algunos blogs de chismes aseguraban que tenía una pareja secreta oculta en la mansión Clerefth.
—Di ¡Ahhh!
Asiendo caso, Marlon abrió la boca dejando que la niña jugará a ver sus glándulas. Por inercia tecleo “Ghosteares” en el buscador que filtro las noticias sobre el planeta. Busco entre las noticias más recientes y nada. Ese nada se volvió en un sentimiento desagradable.
No había ninguna noticia sobre la monarquía. Era fan extraño que Marlon creyó en la posibilidad de que Zyrian bloqueara las noticias de Ghosteares.
Maldito desgraciado. Marlon tenía ganas de gritarlo. Era como si el último año nunca hubiera existido, como si nunca hubiera conocido al odioso príncipe.
«Que se joda» entonces, un pensamiento llegó de la nada. ¿Y Zyrian también revisa las noticias esperando ver el rostro de Marlon entre ellas?
Se burló un poco de sí mismo. El ardor en su estómago incrementa y para evitarlo cerró con un sonido fuerte el ordenador asiendo que todos en el comedor voltearan a verlo.
Marlon no les dijo la razón del porqué decidió regresar. No dio explicaciones más allá de su deseo por tomarse un descanso. Tenía cierta duda de si Zyrian se habría atrevido a prohibir la entrada de los clerefth a Ghosteares. Sus dudas fueron resueltas cuando rayan viajo por negocios a Ghosteares y tuvo una recibida tranquila sin disturbios.
Incluso con ese argumento se negó a tratar su reciente enfermedad en Ghosteares. No se arriesgaría a ser el ridículo al darse cuenta de que posiblemente es el único clerefth con prohibición.
Un suspiro largo resonó en sus propios oídos. La pequeña Aria dejó de atenderlo y miro hacia la entrada mucho antes de que Aixhad entrara. La niña corrió hacía su padre, las pequeñas medias se mancharon al caminar descalza.
Aixhad saludo a Marlon con gentileza ganándose que su cuñado corriera antes de poder reaccionar a las feromonas. El rostro de Aixhad dibujo un poco de culpa.
—Me hace sentir que apesto —se ríe bajo —iba a preguntar por su estado de salud, pero creo que sigue igual.
Marlon estaba bastante sensible y el olfato lo tenía intensificado por diez. No soportaba las feromonas de ningún alfa, incluso Rayan para estar en la mansión debió suprimirse con medicamentos.
Las últimas semanas fueron difíciles, el humor de Marlon estaba por las nubes sintiéndose territorial al grado de sentir que empezaría a orinar por las orillas para sentirse a gusto.
—Me estoy empezando a preocupar —aclara Noa —¿Y si empeora?
—Lo hará —afirma rayan sobando su frente —No quiere marcar a nadie.
Aixhad escucha eso y propone que talvez una cirugía podría ser de ayuda, el problema recaía en el riesgo. Las cirugías eran costosas y no había un seguro de que funcione. Estaban dispuestos a pagar por lo mejor.
—Es testarudo —suspira Virón —dudo que acepte.
Virón no quiso mirar a Aixhad, estando junto a Marlon se sentía inferior, pero unas semanas rodeada de los Clerefth, Barac y Marfort destruyó por completo su autoestima al punto de la resignación.
—¿Cómo era que se llamaba ese amigo suyo? —pregunta Juno.
Los tres hermanos se ponen a pensar y Virón agacha la cabeza fingiendo ignorancia.
—Me parece que era un tal Amaric.
Virón suelta la risa, en Ghosteares el nombre de Amaric es un nombre para Omegas y posiblemente Alaric se sentiría ofendido.
—Es Alaric, jamás lo llamen así de frente.
Cuando las cuatro personas lo voltean a mirar, Virón tiembla sabiendo que la cagó por completo.
—Son buenos amigos, crees que ese sujeto podría convencerlo.
Virón lo pensó, Noa tenía razón, puede que no estén en buenos términos, pero son amigos y tal vez con una buena conversación Alaric logre convencer a Marlon de la cirugía o en todo caso de un matrimonio.
—Puede ser una opción.
No estaba seguro de que Alaric ayudará con la idea del matrimonio.
—Muy bien, por favor comunícate con él y explica la situación.
Noa se levanta del puesto asegurando que debía marcharse, ya que dejó al bebé con la niñera. Juno también se marcha y a la distancia Virón pudo escuchar como Aixhad preguntaba si realmente apestaba lo suficiente para que Marlon huyera de él.
—De que hablas —respondió Juno con la mirada provocadora —Apestas delicioso en todo caso.
Virón solo pudo escuchar como su corazón latió rápido y no de ternura sino de celos.
La habitación quedó sola. En la cabecera de la mesa Rayan seguía quieto, la incomodidad de Virón lo hizo acomodarse en el asiento con un sutil toque. Era la primera vez que estaban solos y también era su oportunidad para acercarse.
—Lamento que te causemos problemas —espeta Rayan.
—Para nada…
—Admite que somos molestos, —Rayan le regala una sonrisa —no pasa nada, no has podido regresar a tu hogar por culpa de Marlon además eres el único al que Marlon deja entrar a la habitación.
El corazón de Virón se comprimió. Esas simples palabras significó un malentendido. Quería gritar y aclarar que no era lo que Rayan estaba suponiendo. Si entraba a la habitación de Marlon era para todos menos para ser follado.
—En fin, muchas gracias por tu ayuda.
Rayan se levantó y por un impulso Virón lo sujetó y al darse cuenta de esa reacción se disculpó.
—¿Hay algo de lo que quieras hablar?
La pregunta lo puso aún más nervioso.
—No, solo me preguntaba si podrías ayudarme a escoger regalos para mis padres. No conozco bien la ciudad y Marlon no me puede acompañar.
Las mejillas rosadas y el comportamiento avergonzado no pasaron desapercibidos. Era imposible que como un alfa no pudiera reconocer que el Omega le tenía ganas, más esperaba que con las palabras anteriores el Omega se obtuviera de expresarse de aquella manera.
—Lo siento, tengo una reunión en poco y debo…
—Oh no, tranquilo entiendo.
Rayan suspiro con alivio, le preocupa que el omega insistirá como los demás.
Virón se sintió apenado y regreso junto a Marlon que descargaba todo sobre el inodoro. Para cuando termino se lanzó sobre la cama enrollándose entre las sabanas blancas.
—Te ves horrible.
Marlon estaba enrollado entre las sabanas vueltas un c*****o. Virón observó la habitación, había ropa tirada sobre el suelo. Virón arrugó la frente preocupado.
—¿Por qué lanzas la ropa?
Marlon no respondió y cuando Virón arranco las sábanas con las que se cubría se quedó estático.
Marlon no respondía por qué había quedado dormido al instante sosteniendo con fuerza una camisa.
Pensándolo mejor si veía la habitación y la forma en la que Marlon dormía pareciera como si… Virón negó con la cabeza, era imposible, los alfas no hacen nidos a menos que lo hagan para su omega. Tal vez esa camisa tenía feromonas del Omega que estaban buscando. Virón intentó sostener la camisa para poder analizar las muestras de ADN y así llegar hasta el Omega en cuestión.
Un solo toque a la camisa y Marlon abrió los ojos mirando la mano extendida.
—¿Qué haces? —cuestiono con fastidio.
—¿Qué haces tú? —Virón regreso la pregunta —Sostienes esa camisa con mucha fuerza.
Marlon observó la camisa en sus manos y se río. —La sostuve para limpiarme del vómito.
Eso tenía sentido, Pero el rostro confuso de Marlon hizo dudar a Virón. Marlon observó la camisa como si no entendiera en que momento llegó a sus manos.
—¿Seguro?
Marlon con fastidio llevo la camisa a su nariz olfateando la prenda y con rapidez se levantó regresando al baño y vomitando por quinta vez en el día.
—¡¿Que mierda?!—grita desde el baño —¡¿Por qué dejas tu olor en mi ropa?!
Virón se contrajo con enojo. Solo tocó la prenda con suavidad y menos de tres secundo, era imposible impregnarla. Sin mencionar que hace unos segundos era Marlon quien dormía plácidamente con la prenda en las manos.
Algo empezó a golpear las paredes de su racionalidad, sin embargo, era algo tan ridículo que quiso descartar esa idea. Alzo la prenda en sus manos analizando las costuras. Marlon no era una persona que repite sus prendas más de dos veces, no obstante, Virón estaba seguro de que aquella camisa era la misma que aquella noche en el bar.
Comenzó a suponer y como no era un doctor tomo el teléfono marcando el número de Alaric.
—Necesito una consulta.
CONTINUARÁ…