{LEXUS} UN ALFA NO TAN ALFA.

PARTE 8

Los pasillos del palacio se sentían desolados y vacíos, el mínimo sonido creaba un eco aterrador al cual los guardias confundían con un fantasma.

De pie a la habitación de Zyrian el guardia se negaba a dejar entrar a la mujer Omega.

—Necesito hablar con él ¿No lo entiendes? Es importante —el guardia suspiro agobiado —llevo en mi vientre el futuro de este planeta.

Los ojos del guardia se agrandan para luego dejarlos caer. Otro embarazo se pregunta cuál sería la próxima víctima del príncipe de Ghosteares, Pero viendo la prepotencia de la mujer era obvio quien sería.

—Comprenda que si la dejo entrar ambos perderemos la cabeza.

Era una amenaza clara, más la omega parecía no comprender lo peligroso que podría llegar a ser Zyrian.

—Tú perderás la cabeza si no me dejas entrar.

Sin importar las amenazas vacías de esta mujer, el guardia la ignoró. La única amenaza a la cual debía tenerle miedo es al mal humor del futuro monarca.

Ya ha pasado un mes desde que Zyrian a estado confinado en el palacio, no atendió a nadie en ese tiempo y se dedicó a un descanso personal. Las entrevistas con los actuales monarcas solo aclararon que Zyrian estaba preparándose para asumir el trono.

Pocos sabían la verdad detrás de aquellas palabras. Excepto por sus padres, el consejero y los guardias, nadie más sabía que el príncipe estaba delicado de salud. Al igual que Marlon, Zyrian tenía los mismos síntomas y fuera de juegos Zyrian quería matar a todo aquel que se acercara a él.

—Necesito un diagnóstico que sea concreto, no está mierda —explota el rey Trilon —tu responsabilidad es atender a la familia real…

Antes de que el rey terminara su disputa el doctor y ex mentor de Marlon lo interrumpe.

—Lamento si su majestad no comprende que no existe alguna cura para esto.

—¿Cura? Escuché que existe una cirugía —espeta la reina.

—Una cirugía es peligrosa, mi señora.

La madre de Zyrian comenzó a exaltarse.

—Si recurrimos a una cirugía, el príncipe podría quedar dañado de por vida.

Una condición que solo afecta a un grupo de alfas wail en el mundo y para mala suerte de los reyes, su hijo nació con aquella condición médica.

—¿Entonces que propones hacer?

El doctor se pasa la mano por el rostro cansado, un mes era poco tiempo para dar un diagnóstico acertado, Pero teniendo en cuenta los síntomas era más que seguro.

—Su majestad el príncipe, nació siendo un alfa en extremo dominante, los estudios han demostrado que un alfa en extremo wail está en lo más alto en cuanto a feromonas.

—Eso ya lo sabemos —el rey masajea su cabeza —Di algo prudente.

El doctor chasqueó la lengua, lleva un mes sin poder dormir adecuadamente y lo último que su cuerpo e intelecto necesitaba era de dos reyes molestos.

—A este tipo de anomalía se le denomina cómo “genética avanzada” la última esperanza de una evolución reproductiva.

El doctor siguió explicando tomando como idiotas ignorantes a ambos reyes.

—Este tipo de alfas son únicos, si ponemos a un Omega infértil con un alfa extremo wail, el Omega al recibir una ducha de feromonas podría curar su infertilidad, si solo existen betas en el mundo el alfa wail extremo será capaz de convertir a esa persona en alguien capaz de reproducirse…

—Eso no explica cómo mi hijo se enlazó a un alfa —cuestiona la reina.

El doctor siente que está hablando con dos personas que nunca estudiaron en su vida.

—¿Qué pasa si unimos a un alfa wail extremo con un alfa wail común?

Ambos reyes alzaron una ceja pidiendo una explicación.

—Un alfa wail no es como un beta o un Omega, están diseñados para ser dominantes y superiores y si se enfrenta a un alfa en extremo wail, ambas feromonas colisionan buscando la supremacía.

El doctor seguía explicando mientras ambos reyes parecían crédulos.

—Debido a la condición del príncipe en el palacio está prohibido que cualquier Omega o alfa secrete feromonas, no obstante…

El rey dejó escapar un largo suspiro.

—Dices que Marlon Clerefth convivió lo suficiente con Zyrian para crear un lazo indirecto.

El doctor soltó una sutil sonrisa.

—¿Indirecto? No existe tal cosa.

Los ojos del rey se abrieron de par en par y la Reina cubrió sus labios con asombro.

—Dices que mi hijo se enlazó a un alfa estando consciente del género.

El doctor niega.

—No creo que ambos sujetos sepan siguiera sobre la formación de un lazo.

—Dios santo, ¿Ahora que haremos? —cuestiona la Reina.

—Si me permite opinar, sería conveniente reunir a ambos sujetos y …

—¡Jamás! —las palmas del rey se estrellan contra el escritorio —Zyrian heredará el trono en dos meses y su consorte está esperando un hijo, no podemos permitir que un alfa de otro planeta intervenga.

—Querido, creo que el doctor tiene la razón, un lazo no es algo con lo que se deba jugar.

—Patrañas —reniega el rey —Un lazo se puede romper ¿No es así doctor?

El doctor aflojó su corbata exhausto.

—Así es, no es fácil, pero hay opciones, una de ellas es la cirugía, pero ya sabemos el riesgo.

—¿Y cuáles son las otras opciones? —vuelve a cuestionar la reina.

El doctor lo piensa con cuidado.

—Un lazo puede llegar a romperse si no es alimentado con feromonas, hay pocos casos, pero sería una opción a futuro.

—Mi hijo deberá mantener la distancia con Marlon Clerefth ¿Por cuánto tiempo?

—Cinco, no, tal vez siete años.

—Es demasiado tiempo.

—Recuerdo haber dicho que era una opción a futuro.

—Cuál es la otra opción.

—La marca —el doctor tiro sin filtro —el lazo es una variante de una marca de apareamiento y la marca sería un nuevo enlace irrompible.

Ambos reyes se miran y niegan. Era imposible que Zyrian acepte marcar a alguien.

—Déjame y entiendo —exclamo el rey —¿Solo hay estas opciones? Que pasa si el lazo se fortalece. Marlon Clerefth podría ser alguien capaz de concebir.

En serio este rey preguntaba si un alfa wail podría llegar a concebir una cría. El doctor niega.

—Eso no es imposible, un alfa común nace con un sistema de reproducción infértil y es posible que un alfa wail extremo como Zyrian pueda volverlo fértil, no obstante, en caso de un alfa wail como Marlon Clerefth existe un 0.6% de posibilidad y es tan riesgoso al grado de poder llegar a la muerte.

—Mantén esto en secreto —ordena el rey —Zyrian no puede descubrir que su lazo es un alfa, mucho menos que se trata de Marlon Clerefth.

—Su majestad, debo protestar, no creo que sea una buena solución.

—No te he dado el permiso de suponer.

El doctor guardó silencio con los puños cerrados.

—Entiendo.

—Puedes retirarte.

El asistente de ambos reyes entró una vez el doctor salió.

—Investiga a Marlon Clerefth, quiero saber qué ha estado haciendo durante este mes.

El asistente se retira y la reina toma lugar al lado de su esposo.

—Querido, no quiero contradecir tus órdenes, pero creo que está vez el doctor tiene la razón. La consorte de Zyrian está embarazada, es una chica hermosa de una buena familia, si llega a tener un alfa no existe un inconveniente para que nuestro hijo puede elegir a quien desea.

Como madre solo quería que su hijo tuviera lo que ella tuvo al casarse con su esposo. Había perdido la esperanza debido al comportamiento de Zyrian, pero si llego al grado de enlazarse con un alfa significa que aquel hombre era lo bastante importante para Zyrian.

—Abre los ojos Holy —asevera el rey —Las leyes prohíben que el heredero se case con un alfa.

—Cada rey impone una regla al asumir el trono, si Zyrian realmente quiere a ese chico, bien podría eliminar esa absurda ley.

—¿Querer? Holy, lo expulsó del palacio y prohibió su entrada al planeta ¿Realmente crees que eso es querer?

La reina lo piensa, su hijo podría llegar a ser tan amable como imperceptible.

—Tal vez tuvieron una discusión, toda pareja discute, tú y yo no somos diferentes.

El rey le dio un beso a su esposa. No sabía que tanta fe, podría llegar a tener una madre en su hijo.

… … …

El doctor entró a la habitación de Zyrian cubriendo su olfato, la habitación estaba tan impregnada en feromonas que cualquiera podría desmayarse con tanta presión.

—Ya dejaste de holgazanear y encontraste una cura —la voz de Zyrian era severa.

—No existe algo como una cura para tu condición.

La puerta abierta del balcón y la figura de Zyrian sentado en uno de los sillones bien acomodados, reposaba tomando aire fresco. El pantalón de tela y la camisa holgada se movía con el viento. En la mesa el ordenador abierto tenía las últimas noticias en Lexus.

El doctor suspiro agobiado.

—Toma tus medicamentos.

Zyrian solo tomo las pastillas que cuidadosamente el doctor seleccionó para él.

—Por ahora, seguirás con los supresores —prosigue el doctor —con el tiempo empezarás a sentirte mejor.

—No lo creo —contesto enseguida Zyrian —sigo sintiéndome de la mierda.

El doctor observó como Zyrian llevaba toda su atención hacia un punto en específico. La habitación que ocupaba Marlon estaba un piso debajo y el doctor recordó aquel día cuando Marlon le contó que al llegar al palacio solía conversar con Zyrian desde los balcones.

—Si quieres sentirte mejor, comienza por quitar la restricción.

El príncipe dejó de mirar el extremo del otro balcón para mirar al hombre que trató su condición desde su nacimiento. Casi podía considerarlo como un niñero.

—La única restricción que revocaré son tus pagos extras.

El doctor dejó escapar el aliento mientras se inclinaba a sostener el frasco de pastillas.

—Cambia tus amenazas, de niño eras más creativo.

Una sonrisa de solayo se le escapó a Zyrian al recordar aquellas amenazas que le proporcionaba al doctor.

—Recuerdo que decías que me amarrarías a un cohete de propulsión.

Zyrian aparto de golpe la mirada evitando la carcajada.

—Tal vez te haría bien salir del palacio, es temporada social, podrías darte a notar.

El doctor había recibido una orden directa de mantener en secreto lo sucedido, más el rey jamás dijo nada sobre no implantar las dudas.

—Tal vez puedas convencer al gato de regresar.

—No creo que regrese.

El doctor se sorprendió de que Zyrian tuviera el ánimo de hablar con él sobre Marlon.

—Pidió algo imposible.

Zyrian por pura inercia había aguardado en aquella puerta. Podría cumplir la primera petición, la segunda era un poco más complicada. No se arrodilla ante nadie era una promesa que no rompería por Marlon.

—Bueno, siempre existe lo imposible y lo mejor es descubrir como se vuelve posible.

—Deja de decir tonterías y mejor llévate esa bandeja de comida.

El doctor miró la bandeja de comida —¿Desde cuándo no comes?

Zyrian solo encogió los hombros y el doctor suspiro viendo el envase de vidrio lleno de licor.

—Si quieres dejar de sentirte como la mierda, debes dejar el licor.

—Por qué haría eso.

Se llevó el vaso de vidrio a los labios y entonces recordó.

“Deja eso idiota, el licor corta el efecto de los medicamentos”

El recuerdo de Marlon hizo que Zyrian chasqueara la lengua entendiendo por qué aun cuando tomaba todo tipo de medicamentos seguían sin surtir efectos.

—Llévate eso también.

El doctor no lo pensó dos veces antes de llevarse la jarra de licor.

—Por cierto, la princesa Loy está embarazada.

El doctor salió tan rápido sin percatarse en el rostro de Zyrian, más estaba seguro de que el ambiente se volvió helado.

… … …

Unos días antes de que Alaric tomará el viaje a Lexus fue extrañamente citado en el palacio de Ghosteares. De pie a la entrada se anunció y mientras esperaba que abrieran las rejas para él, acomodó su saco viéndose lo más presentable posible.

Fue dirigido hacia el ala principal dónde residía el actual monarca.

—Es un honor conocer a su majestad.

—Toma asiento chico.

La voz del rey era pasiva nada comparada al hijo, eso pensó Alaric.

—Escuche que estás por partir a Lexus.

Alaric en su puesto se estremeció ¿Cómo sabía eso?

—Así es su majestad, si me permite ¿Cómo es que su majestad está atento a esto?

—Sé mucho más que eso. —aclaró el monarca —Sé que eres un gran médico de este planeta y que partes a Lexus por un amigo “Marlon Clerefth” ¿No es así?

La conversación empezó a ponerse extraña. No era extraño que este rey conociera a Marlon, después de todo Marlon tuvo casi un año viviendo en este mismo palacio.

—Disculpe, podría ser más claro, su majestad.

El rey movió sus nudillos y las dos puertas se abrieron de inmediato dejando entrar a dos personas, uno era el doctor y el otro era el asistente. Alaric puso minuciosa atención a la maleta negra que lleva el asistente.

—Escucha bien lo que estás por escuchar es confidencial.

Con rostro de pesar el doctor tomo la palabra. Cada explicación era como una daga en el pecho de Alaric. Entonces aquella conversación que tuvo con Virón no pareció ser tan descabellada.

Aquel día cuando recibió la llamada de Virón se burló del Omega al suponer que Marlon podría estar enlazado a un alfa y no un Omega.

El asistente dejo la maleta sobre el escritorio, abrió y dejo ver el dinero dentro de la maleta.

—Suficiente dinero para pagar tu boda.

Alaric abrió los labios ofendido y el rey lo cayó de inmediato.

—O puedes pagar por ese hermoso consultorio que quieres abrir.

Alaric sello sus labios. ¿Cómo sabía eso? Significa que lo investigó detalladamente. Sin importar cuando le ofrecieran no aceptaría ningún chantaje.

—Si te parece insuficiente puedo darte un título nobiliario.

Y entonces Alaric alzo la mirada por primera vez. ¿Un título? El rey sonrió juntando sus manos.

—¿Eso te parece bien? —el rey siguió con sus palabras —¿Qué más quieres, una mansión, dinero o…?

Alaric se odió a sí mismo por siquiera dudar en rechazarlo.

—Puedo hacer una pregunta.

El rey asintió.

—¿Por qué haría algo como eso? Marlon es un hombre noble, adinerado y atractivo.

—No tengo objeciones —afirma el rey asiendo que Alaric se enoje —El chico Clerefth es un gran hombre que posiblemente esté destinado a un gran Omega o aún gran alfa como usted.

Los ojos de Alaric se agrandaron ¿Incluso investigo eso?

—Un gran hombre que está destinado a grandes personas —recalco Alaric mirando por primera vez a la cara al rey —Pero…

Hizo una pausa esperando que el rey prosiguiera.

—Pero no a mi hijo —afirmo el rey.

Alaric dejo escapar un suspiro.

—Guarde eso —Alaric regaña al asistente que cerró el maletín con las intenciones de darle el dinero —O bien puede donarlo a una beneficencia.

—Joven, le recuerdo que lo que acaba de escuchar es confidencial.

Por supuesto que lo sabía. Todo una treta para engañarlo. Alaric era un buen médico que podría llegar a dudar sobre la condición de Marlon y el traerlo en presencia del rey era una manera de silenciarlo.

—No necesito que me recuerde la amenaza mi señor.

Antes de culminar el rey lo volvió a llamar.

—Sea inteligente, le ofrezco un título, dinero y reputación ¿Acaso no es esa la razón por la cual su relación con el joven clerefth fracaso?

Alaric sonrió amargamente.

—Se equivoca su majestad, simplemente él era demasiado para mí.

Con un portazo Alaric cerro la puerta, se sujetó a la pared respirando agitado. Quería maldecir. ¿Por qué con Zyrian? ¿Por qué no él? Tanto tiempo y Marlon seguía estando tan fuera de su alcance.

—Joven —la puerta se abrió y el doctor tocó el hombro de Alaric —Sé muy que fue una orden, pero sé muy bien que harás lo correcto, eres su amigo, Si lo eres, dirás la verdad.

El doctor estaba de brazos cruzados, lo tenían tan vigilado que era imposible decir algo sin ser descubierto.

Los pasos sonaron en el pasillo y Alaric se estremeció con la figura de Zyrian, detrás del príncipe venían dos guardias tan importantes como el mismo príncipe al que seguían pasivamente.

El porte y la prepotencia eran las mismas de aquella noche en el bar. Alaric sujeto sus puños con fuerza. ¿Fue por la cara bonita? No encontraba algún otro favoritismo por el cual alguien como Marlon escogería a un arrogante y poco agradable alfa como lo era Zyrian.

Parado frente al futuro de Ghosteares Alaric no tuvo más que agachar la mirada e inclinarse ante el despreciable alfa. Su cabeza le exigió autocontrol. Alaric ya no era nadie para opinar en las decisiones de Marlon.

Aún cuando está seguro de su lugar, de apoco y aguantó el impulso de estrellarse contra Zyrian y molerlo a golpes.

Tal vez era su propio orgullo o su prepotencia al creer que Marlon Clerefth solo tuvo y tendría un alfa en su vida y ese era él. Cuánto más lo pensaba más se enojaba. Por dios, no era una simple conección, era un lazo algo que jamás había existido entre dos alfas y justo tenía que sucederle al hombre que deseaba con todo su alma.

Otra mirada a Zyrian se espantó con la cabeza jugando a los delirios llenos de celos. ¿Que hicieron para que ambos formarán un lazo? ¿Un beso, ducha de feromonas o...? Borro la idea de su cabeza no quiso ni pensar en que otro hombre (alfa) tocó a Marlon.

Estaba seguro de ser el único alfa con acceso a tocar el cuerpo de Marlon.

—Desde cuando recoges basura, doc.

Los orbes afilados observaron a Alaric con desprecio no mas a una basura tirada en el suelo inerte.

—Zyrian ¿No te enseñaron modales acaso? —el doctor intervino.

—Desde cuando se necesita modales para dirigirse a la basura.

Paso a su lado ignorando a Alaric. El alfa que quedó atrás no merecía la mínima compresión de su parte.

Con un grito de espanto el doctor hablo:

—Ya deja de bromear —dijo perturbado por las ofensas hacia Alaric —Solo entra, tu padre ya te espera.

Alaric reafirmó su odio a los nobles. Tan arrogantes, creyéndose superiores a los demás. Volvió a repetirse que debía de mantener la compostura, no obstante levanto la mirada y dijo:

—Le daré sus saludos.

Zyrian detuvo el paso. No tenía que adivinar de quién hablaba la basura con boca humana. La puerta donde el rey esperaba se abrió y el asistente hablo.

—Su majestad lo espera príncipe.

—Sr. secretario —Zyrian habla al asistente de su padre —despide a quien olvidó sacar la basura, apesta a lástima y mediocridad.

Entró en la habitación dejando atrás a los demás, el asistente miro al doctor con la interrogante de no saber a lo que Zyrian se refería ¿A quien tenía que despedir?

—Lamento eso, no es la persona más amable del mundo, pero es un gran hombre que hará de este planeta un lugar aun mejor.

Alaric no critico aquella afirmación. Zyrian carecía de emociones, pero como un monarca no había cosa que no pudiera manejar. Viendo que Alaric no dijo nada el doctor palmeo su hombro.

—En fin, confío en que harás lo correcto.

Alaric peino su cabello frustrado.

—Me tiene demasiada confianza, señor.

CONTINUARÁ…