Aparentando ser una mujer muy feliz, María de la mano de su esposo, camina a donde están las obras de CALVIN FERAUD BRETONES.
Su belleza no pasa desapercibida. Y por unos segundos, María hace que las miradas de los hombres sean hacia ella.
Demetrio al ver eso se siente más orgulloso y sostiene con mayor fuerza a su esposa.
En ese instante, María se siente muy apenada y le dice a Demetrio:
— Será que estoy mal vestida.
Demetrio se sonríe, y le dice:
— Amor, lo que estas es super espectacular, eres la envidia de las mujeres y el deseo de los hombres, no te preocupes porque te vean así, estas hermosa.
— Gracias.
En ese instante, Daniela alcanza a ver Janier y le dice a su esposo:
— Vamos hacia a ya, te voy a presentar a una amiga que está triunfando en el cine francés.
— Está bien.
En ese momento, Demetrio se distrae hablando con tres amigos políticos muy influyentes del congreso francés. Cuando María se dirige hacia un cuadro que la pone a pensar en su país.
En seguida, Daniela y Janier se abrazan. Dándose besos en sus mejillas. Y recordando viejos tiempos. Cuando Daniela le dice a Janier:
— Este es mi esposo.
Janier le da la mano a Alexander, diciéndole:
— Hola, bienvenido a Louvre.
Alexander le da un beso en la mano a Janier y le dice también:
— Hola, es un gusto y un placer conocerla en persona, disfrute mucho de su última película llamada: LA MIRADA DE UNA JOVEN INFELIZ.
De inmediato, Janier le dice a Alexander y a Daniela:
— Hay no, esa película fue una de mis peores actuaciones, realmente no me gusto.
Daniela le dice a Janier:
— No, la película es realmente buena.
— ¿Tú crees eso?
— Si amiga, es buena créeme.
— Bueno Daniela, si tú lo dices yo te creo.
Alexander comienza a aburrirse con la conversación de su esposa y su amiga, y le dice a Daniela:
— Amor, voy a seguir mirando los cuadros del tal Calvin.
— Listo amor, no te pierdas.
En ese instante que se aleja Alexander, Janier le dice a Daniela:
— Pero que hombre tan guapo y alto te has levantado amiga.
Daniela se sonríe y le dice a Janier:
— Hay donde lo ves, es un gran arquitecto, me enamoré desde el primer día que lo vi.
— Eres afortunada, a mí me encantan los latinos, pero todavía no me he casado con ninguno, ¿de qué país es él?
Daniela comienza a incomodarse con el interés de su amiga y le dice:
— Eh… eh, ¿porque no hablamos de como triunfaste en el cine francés?
— Vamos Daniela, ¿no te abras puesto celosa?
— No, no, tú eres mi amiga.
— Sí, yo soy tu amiga y nunca te haría algo para dañarte.
En ese momento, Alexander recorre el lugar. Cuando ve desde lejos a María.
En ese instante, María también lo ve y se queda mirándolo fijamente sin pestañear ni un segundo.
De inmediato, Alexander siente un calor dentro de su cuerpo y dice en voz baja:
— ¿De dónde salió esta hermosura de mujer?, dios mío, realmente es bella.
María comienza a ponerse nerviosa, y piensa:
“Qué hombre tan alto y tan guapo, vaya, es muy lindo… me está mirando, ¿qué hago?”
En ese instante, Alexander no se aguanta las ganas de hablar con ella. Y se acerca.
María muy nerviosa, vuelve a mirar rápidamente la pintura que estaba viendo.
En ese momento, Alexander le dice a María:
— Tiene usted un buen gusto por la pintura.
— ¿Perdón?
— Quiero decir que ese paisaje es de un país suramericano.
— Sí, es el rio de siete colores.
La curiosidad de Alexander es grande y le dice a María:
— Perdone que le pregunte, pero su asentó se me hace familiar, ¿me podría decirme de qué país es usted?
María lo queda mirando fijamente y de inmediato le dice:
— Yo soy de Colombia, ¿y usted?
Alexander se sonríe y le dice a María:
— Que coincidencia, yo también soy de Colombia.
De inmediato, Alexander toma confianza y le da la mano, diciéndole:
— Yo soy Alexander, me da mucho gusto en conocerla.
María le da la mano. Y disimula el gusto que tiene a primera vista por Alexander, y le dice también:
— Bueno… yo soy María.
Alexander le da un beso en la mano, y piensa:
“Dios, no puedo resistirme a esta mujer, no sé qué me ha pasado”.
María le dice:
— ¿Qué le sucede?
— Estaba pensado… ¿qué hace una mujer tan hermosa y tan bella, sola en este lugar?
María se queda callada ante ese gran elogio de parte de Alexander. Cuando Demetrio ve desde lejos esa escena y se enoja…