ALINA No podía creer lo que estaba viendo en ese momento. Aunque odiaba al sujeto que estaba frente a mí, lo cierto era que su presencia hacía feliz a mi hija. ¿Qué hacía él ahí? Suficiente había tenido con todo lo que había hecho meses antes como para que todavía tuviera el descaro de presentarse frente a mí. Mi primera reacción contra él fue ir y gritarle lo imbécil que era y que no lo quería volver a ver en mi vida. Que se alejara de nuestra hija porque no la merecía, pero no podía hacerle eso a Sarah Ella en su pequeño e inocente mundo nada había cambiado con la relación con su papá. Todo seguía igual, pero la realidad de las cosas es que todo había cambiado. Tensé mi cuerpo alrededor de Sarah como un instinto de protección hacia ella. Mi hija al escuchar la voz de su padre volt