NARRADOR — ¿Esta seguro que quieren irse ahora? —Preguntó la reina Ranía preocupada observando a los reyes de Tracia quienes desde aquella visita de mal gusto se habían notado preocupados. El rey Darío necesitaba regresar a Tracia, estaba preocupado de que su ciudad pudiera ser atacada en su ausencia y su hijo Saddam y príncipe heredero fue cruelmente asesinado, su esposa no se lo perdonaría nunca. —Lo lamento Ranía no podemos quedarnos después de lo que ha pasado, esperamos regresar a pasar tiempo con nuestros hijos cuando esta amenaza de guerra se elimine o Babilonia caiga—Ambas mujeres habían cimentando una buena amistad pues eran parecidas en muchos aspectos y ni que agregar de los reyes pues tanto el rey persa como el tracio se habían llevado bien con tan solo darse la mano. —Soy