2. ¡Por favor, despierta!

928 Words
2. ¡Por favor, despierta! Camille Tiempo después Me veo a mi misma, en un elegante cuarto de hospital, donde mi cuerpo permanece inconsciente. Un médico y una enfermera charlan en mi presencia, como si yo no estuviera ahí. —¿Cree que no despierte doctor? Ha pasado mucho tiempo. –Me doy cuenta que los días han seguido su curso, mientras yo continuo en un largo sueño. La chica que habla es una enfermera que se dedica exclusivamente a cuidarme y la escucho cuestionar al médico que hace su revisión matutina. —La mujer ha estabilizado sus signos, sin embargo pareciera que no quiere despertar. –Veo como el hombre suspira resignado y puedo notar que se está rindiendo conmigo. Creo que ante sus ojos, soy candidata a ser desconectada dentro de poco. —Es una lástima, es tan linda. Sus heridas han ido sanando y a pesar de que ha perdido peso, no le resta nada a su belleza. ¿No han averiguado de quién se trata? «¿No saben quien soy? ¿Y los documentos que llevaba conmigo? El hombre de blanco niega. —No. En el auto no había papeles que indicaran de quién se trata y nadie está buscando a alguna mujer con sus características. Es una pena. Pareciera que no existiera. Quiero gritar que si existo, que estoy ahí. Los equipos comienzan a sonar, y creo que se debe a que mi alma se siente alterada. La enfermera me observa con asombro, mientras el médico hace unos ajustes a los equipos. —¿Qué fue eso? ¿Significa que ya va a despertar? —La chica pregunta ansiosa pero el médico solo mueve su cabeza negando. —No, solo fue una alteración. Ella sigue igual. La enfermera mira con lástima mi cuerpo inerte y eso me da un poco de calidez. Han sido tan pocas las personas que se han interesado por mí. —Pobre mujer. Y cuando despierte y se entere de que perdió a su bebé. Va a sentirse muy deprimida. «¿Bebé? ¿De qué bebé hablan?» En ese momento dejan de hablar, al abrirse la puerta de golpe. Por ella entra un hombre maduro de cabello oscuro, muy atractivo, pero que estoy segura no conozco. —¿Pasó algo? ¿Hay novedades? Escuché un sonido fuerte. —Su voz suena ansiosa, y me sorprende mucho su interés. ¿Acaso lo conozco y no lo recuerdo? Siento que en mi mente hay mucha bruma. —Lo siento, fue una falsa alarma. Creo que fue una variación de voltaje, pero ahorita hago el reporte correspondiente para que no vuelva a pasar. «Observo al hombre sonreír satisfecho. ¿Quién será?» —¿Aún no hay avances? —El doctor niega y la enfermera sale para dejarlos hablar. —Todos sus signos son normales. Solo es ella la que no quiere abrir sus ojos. ¿Usted la conoce? Tenía entendido que no saben de quién se trata. El hombre titubea y luego mira fijamente al doctor. Yo también estoy interesada en su respuesta. —En realidad no la conozco, pero me voy a hacer responsable de lo que pasó. Yo pasé después del accidente y la ayudé a salir del auto volcado. —Bien, entonces, estaré en comunicación con usted y esperemos que aparezcan sus familiares. La mujer tenía dos meses de embarazo, así que debe haber alguien que la está buscando. Cuando vuelvo a escuchar que perdí un bebé, un milagro, me siento más triste. No es posible. Erick y yo lo intentamos tantas veces. ¿Cómo es posible que haya logrado embarazarme? El hombre asiente y el doctor se despide dejándolo solo conmigo. Se acerca a la cama y me observa. Toma mi mano y la acaricia suavemente. Podría jurar que siento su calor. —No tengas miedo de regresar. Quien te hizo esto, debe pagar. Y yo voy a ayudarte. Pero despierta. ¡Por favor, despierta! ***** Salgo de la habitación. No sé si soy fantasma o solo es mi alma que se niega a irse. El hombre me pidió que despertara, pero no sé como hacerlo y además, este lugar me gusta. Hay un gran jardín con muchas flores, donde predominan mis favoritas, las gerberas. Una pequeña bebé de cabello castaño y ojos verdes, viene corriendo hacia mí. Se parece tanto a… Erick. —Mira mami, mira como puedo correr tan fuerte. —Su vocecita me enternece. Pero…¿Tengo una hija? No, no tuve hijos, tal vez ella pudo ser…mi milagro. —No corras, puedes caer. —Le digo y la dulce niña me hace caso y viene a mi lado. Se sienta junto a mí en el fresco pasto y me pide que le cuente una historia. —Anda mami. Cuéntame la historia de la pequeña Camille pero ahora quiero que tenga un final feliz. Me da ternura que la niña quiere un cuento alegre. Ella no lo sabe, pero sus palabras me duelen. ¿Un final feliz? ¿Puedo tener un final feliz? ... nunca me amaron... Solo él y por muy poco tiempo... ¿Cómo puedo contar una historia alegre cuando solo tuve tristeza, soledad y amargura? ¿Por qué nadie me amaba? ***** Vamos a entrar al inicio de la trama. Solo les he presentado el punto de partida y la situación actual de Camille. Ella va a despertar en su momento, pero primero nos toca saber que tanto sufrió. Solo les advierto que odio los finales tristes y aquí ella tendrá el final más bonito. Bienvenidas a quienes vayan llegando.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD