Capítulo 3 - Porno

2206 Words
Había pasado una semana desde que Finn comenzó a trabajar en la tienda de sillas. Se sentía bastante cómodo allí, comenzaba a relacionarse más con sus compañeras y creando lazos amistosos que con el paso de los días iba mejorando y haciéndolo sentir mucho mejor. Sus cruces con Mary no eran tan constantes como se lo esperaba, más que todo porque este tenía que mantenerse en el almacén o directamente en la tienda mientras Mary se encontraba en la oficina la cual estaba cerrada la mayoría de los días. Sólo se veían a la hora del almuerzo y a la hora de salir, aunque eso no era óbice para seguir teniendo esos momentos de tensión entre ambos, desde roces en el área de cocina debido a lo estrecha de esta, o incluso mientras Finn trabajaba, Mary caminaba muy cerca de él para distraerlo con su esbelta figura, ya que por más que este ocultase su gusto por el cuerpo de la chica, no podía evitar dar unas pequeñas miradas cuando esta pasaba a su lado. Al llegar el viernes, todos retornaban a sus casas, pero Mary, Finn y la vendedora que fue grosera con el chico, cuyo nombre era Margaret, se mantenían en la tienda debido a que su horario se alargaba una hora más de la habitual. Mientras Finn recogía sus cosas y las guardaba en su mochila, escuchó como la puerta de la oficina se abrió y seguidamente fue cerrada, seguida por el sonido de los tacones de Mary en dirección a la parte frontal de la tienda. El chico culminó de arreglar sus pertenencias, cerrando la mochila y poniéndosela en su espalda para después dirigirse al mismo sitio donde Mary y Margaret. -       Cuéntanos Finn, ¿cómo te sientes trabajando acá? — preguntó Mary posando su cabeza en la silla de oficina alta de Margaret. Finn caminó hasta el escritorio de Margaret, dándose la vuelta y sentándose en una de las sillas de exhibición de la tienda y mirando a las dos mujeres. -       Muy bien, mejor de lo que me esperaba — respondió mientras se acomodaba -       ¿Qué harás hoy viernes? — Mary volvió a hacerle una pregunta, interesada por saber que haría Finn en la noche -       Probablemente dormir, no tengo planes para hoy -       ¿No eres de salir a fiestas? — interrumpió Margaret -       No, no mucho. Soy muy casero la verdad -       No parece, Finn. Deja de mentirnos — dijo Mary con picardía -       ¡Se los juro! — exclamó con risa — soy un chico bueno de casa. Mary lo escaneó con la mirada, mientras se mordía los labios, dejándole ver su interés en él sin ningún miedo de por medio. Finn notó esto de inmediato y se sonrojó, pero a la par sentía que debía corresponderle esa acción, así que con su mano acomodó su pene por encima del jean ajustado que traía. Margaret estaba concentrada realizando su reporte de ventas en la computadora, perdiéndose del espectáculo que tenían Finn y Mary. Ajena a la situación se percató el silencio que invadió al local por unos breves segundos, por lo que decidió romper el hielo. -       Mary, ¿no harás nada tu hoy tampoco? -       Y-yo — tartamudeó debido a la acción de Finn, que le dejó ver su m*****o por encima del jean — n-no haré nada, c-creo. — culminó la frase para luego pasar saliva con dificultad. -       Que aburridos los dos, deberían juntarse a hacer lo que más les gusta… ¡Nada! — exclamó Margaret entre risas Finn soltó una carcajada mientras sentía que su pene iba a explotar, en cuestión de segundos se imaginó los mil y un escenarios que podría tener con Mary en ese breve instante si ambos iban a la parte de atrás del almacén. Esta notaba completamente la erección del chico, sentía como su boca se le hacía agua y un calor le invadía la entrepierna, sus mejillas se pusieron rojas y volvió a morderse los labios, pero sin quedarse atrás desabotonó un poco su camisa dejando a la vista el escote espectacular que tenía, el cual estaba adornado con un sujetador de encaje n***o con un poco de transparencia, dejándole también ver una pequeña parte de sus pezones. El chico abrió sus ojos sorprendido, tragando saliva y suspirando ante tal hermosa imagen. Le hizo una seña mirándose su pene y luego mirándola a ella, la cual fue respondida con un movimiento afirmativo de cabeza. Teniendo en cuenta que ambos estaban provocándose con Margaret de por medio, Finn meneó su cabeza indicándole que fuesen al almacén, a lo que Mary se negó volviendo a abotonar su camisa, recogiendo su bolso y poniéndose en dirección a la puerta para ya irse. -       Nos vemos el Lunes, feliz fin de semana para ambos — dijo despidiéndose con seriedad sin dirigirle la mirada a ninguno de los dos. -       Chau Mary, feliz fin de semana — respondió Margaret ajena a la situación y concentrada en sus actividades. -       A-adiós — dijo Finn confundido y con dificultad. Al cerrarse la puerta detrás de Mary, esta se giró dedicándole una sonrisa y negando con su cabeza. Algo que confundió totalmente a Finn, el cual se levantó de la silla mirando su reloj confirmando que ya era su hora de salida, así que rápidamente corrió hasta la puerta, despidiéndose de Margaret como pudo, para así acercársele a Mary. -       ¿Qué fue eso Mary? — preguntó jadeando debido a sus movimientos bruscos para alcanzarla -       ¿El qué? — respondió haciendo como si nada hubiese pasado -       ¡Tú sabes de que hablo! Mary soltó una carcajada y siguió caminando. -       Es increíble… — dijo Finn confundido y apartándose de ella para cruzar la calle y seguir el camino a su apartamento. La mujer notó la acción del chico, tomándolo por la mano y jalándolo hacía ella y dejándolo cerca, muy cerca. Esta lo abrazó, haciéndole sentir lo rápido que le latía el corazón y el haciéndole sentir la erección aún presente presionada contra su caliente vientre. -       Por ética, no debería ni tocarte, pero quiero que sepas que ahora mismo estoy demasiado caliente y te estoy abrazando para decírtelo al oído porque no soy capaz de mirarte a la cara estando así — le susurró con suavidad. -       Por favor escríbeme cuando llegues a tu casa, esto no podemos dejarlo así — respondió en tono bajo. Mary lo apartó poniéndole su mano en el pecho con delicadeza y dándole un beso muy cerca de los labios, para luego darse la vuelta y seguir caminando hasta su casa la cual quedaba muy cerca de la tienda. Finn quedó totalmente anonadado con el comentario de su jefa, su corazón estaba latiendo tan fuerte que pudo sentirlo con simplemente estar cerca, a la par que el calor que sintió en la zona del vientre de la misma, le sorprendió, aunque de por sí, su erección era muy evidente también, algo que ella seguramente notó cuando se abrazaron. Cada quién siguió su camino, aún con el pensamiento de lo que acababa de pasar. A ambos les urgía llegar pronto a sus hogares para platicar, Finn sentía que por fin podría confesarle todo lo que le provocaba verla desde el primer día, así que comenzó a caminar más rápido en dirección a su apartamento. Mary llegó a su hogar primero debido a su cercanía, su calentura era demasiada, así que cerró todo con llave y se dirigió a su cama. Decidió ver un poco de porno, tomó la laptop y abrió una nueva pestaña de incógnito, y buscó la primera página que se le vino a la mente, siendo esta xvideos. Al entrar, descubrió la cantidad infinita de videos que había, con solo ver la página principal se estaba mojando más: hombres cogiendose mujeres en posiciones deliciosas, bocas dando mamadas extraordinarias, chicas montando grandes vergas, corridas en el culo... Muchas posibilidades para disfrutar y en todas se imaginaba que eran ella y Finn. Quería ver algo como lo que se había estado imaginando mientras veía a Finn: sexo duro, con azotes y gritos de placer. Y entonces una galería de videos porno aún más calientes apareció frente a sus ojos. A ese punto ya estaba media desnuda, pues comenzaba a sentirse aún más caliente, solo tenía las bragas, las cuales estaban mojadas, y el pequeño sujetador de encaje estaba quitado a medias, sus tetas al aire y sus pezones duros por la excitación. Le dió clic al primer video, un hombre que tenía a su chica empotrada en una mesa, con sus manos sujetadas a la espalda y el cabello siendo jalado por él. Puso el volumen bajo y comenzó la función: la chica en un perfecto primer plano dando una mamada al chico, se veía excitante la chica incada, tragando ese gran trozo de carne, se saboreó los labios porque deseaba hacer lo mismo con Finn. Mientras ella le tragaba la v***a, el tipo tocaba sus bien proporcionadas tetas, Mary hacía lo mismo, las tocaba y pellizcaba sus endurecidos pezones, lo que la hacía soltar gemidos bajos, no podía hacer ruido para no ser descubierta por sus vecinos. Las piernas de Mary se movían y se restregaba a la cama, estaba excitada y necesitada de un poco de sexo caliente como el del video, pero Finn estaba ya muy lejos. Después de un buen rato con la chica dando una mamada, el tipo la hecho a la cama y le abrió las piernas para comerle la perfecta y depilada v****a, la cual estaba mojada, tal como la de Mary. Quitó sus bragas y terminó de quitar su sujetador para quedar desnuda completamente. Mientras le comían la v****a a la chica del vídeo, Mary tocaba su clítoris con los dedos, estaba tan mojada que no necesitó saliva para facilitar el trabajo. Era un poco torpe al principio, pero estando caliente, supo donde tocar, las sensaciones que le causaba el tocar su v****a, los pellizcos en los pezones y las caricias a sus tetas. La chica del vídeo soltaba grandes gemidos, esos dulces sonidos provocaban que Mary también quisiera hacerlo, así que lo hizo bajo, mordiéndose los labios para no gritar. Siguió tocando su clítoris, ese punto tan sensible pronto hizo que sus piernas temblaran, que le fallara la respiración y que de su garganta saliera un gemido un poco más alto que los demás. Había sido maravilloso, quería repetirlo, las sacudidas del cuerpo de Mary se sintieron liberadoras y la sensación fue deliciosa para ella. Siguió viendo el vídeo, ahora el tipo la llevó a una mesa, donde la recargó y procedió a meterle la v***a, ella gritó y Mary metió dos de sus dedos a la v****a. Comenzó a usarlos para follarse, pronto no fueron suficientes dos dedos y metió uno más, que entraba fácil y rápido por su humedad. Eran movimientos rápidos, un poco duros también, mientras con una mano se follaba, con la otra apretaba sus tetas. Le daban azotes a la chica, el hombre la sujetaba del cabello y de las manos para follarla a su antojo. Ella solo gemía, pedía más y Mary seguía follandose duramente. Necesitaba más, así que metió otro dedo, era muy caliente, se podía escuchar el entrar y salir por sus fluidos. Mary subió la velocidad, tocó su clítoris con la otra mano, abandonando sus tetas y las deliciosas convulsiones del orgasmo llegaron a ella, con unos segundos más, se corrió, y volvió a salir ese delicioso chorro que le daba aún más placer. Sus piernas temblaron, su cuerpo se arqueó y ella gimió con la boca cerrada, mordiendo sus labios. Se quedó recostada un buen rato, disfrutando los momentos posteriores al orgasmo, recuperando la respiración y limpiando el sudor se había en su frente. Quitó el vídeo, limpió su v****a y sus muslos, pero antes de vestirse de levantarse para ducharse, tomó su móvil y tomó una foto donde dejaba ver su v****a y sus piernas totalmente abiertas, también la sábana la cual había quedado húmeda por lo que había hecho momentos antes y se la envió a Finn directamente a w******p. Desde ese momento, descubrió su gusto s****l por Finn y por la masturbación teniendo en mente la fantasía de estar con él. Finn al llegar a su apartamento, mientras abría la puerta escuchó como su móvil emitió el sonido de notificación habitual, pero no hizo caso hasta que cerró la puerta y se dirigió hasta su habitación. Al sentarse en la cama, sacó su móvil dejándolo a su lado, desabrochó su pantalón y se lo quitó, quedándose en ropa interior. Desbloqueó el celular y fue directo a w******p, al ver que tenía un mensaje de Mary se sorprendió bastante y más aún cuando notó que era una foto. Al abrir el chat, pudo ver la foto en todo se esplendor, allí podía observar la sábana gris de la cama de Mary totalmente mojada y como su mano se posaba por encima de su v****a, haciéndole entender lo que había pasado, pero en cuestión de segundos: El mensaje ha sido eliminado. Finn: ¡MARY! ¡NO BORRES LOS JODIDOS MENSAJES! Mary: Estoy segura que viste lo suficiente, que pases un excelente fin de semana.
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