No encontraron nada en el sobre, solo nuestras huellas, las fotografías se siguen analizando, buscando alguna similitud que nos indique donde pueden estar, tenemos acceso a todo tipo de cosas, si hay una cámara mi equipo puede acceder.
—Elijah.
—¿Se despertó? ¿Está bien?.
—La señorita Maciel quiere hablar con usted.
—Estoy ocupado.
—Es sobre Keres.
Camina y la sigo, a veces no se quien es el jefe ella o yo, entro a la oficina donde me espera su amiga, la loca del departamento, la medica.
—No tengo tiempo, habla rápido.
—¿Puedo ver las fotografías?.— me pregunta
—Las están analizando.
—Tengo copia— dice Tabita
Se las entrega y llora, no se que hacer, estoy perdiendo tiempo que no tengo, además ¿por qué tiene copias de las fotos?.
—Habla ya.— le digo molesto.
—Keres quedo embarazada a los diecinueve años, es una historia que ella te tiene que contar.
—Ok— le digo dudoso.
—Es verdad que los hijos de Keres fueron secuestrados, pero no fue hoy, ni ayer, ni hace una semana, fue hace un año.
—¿Cómo?.— pregunto con la mente en blanco. —¿Entonces a quien se llevaron?.
—Estos son los sobres que le han llegado.— entrega una carpeta —La policía encontró unos cuerpos al paso de un tiempo y los identificaron con su ADN.
—¿Entonces quienes son esos niños?.
—Keres entro en una depresión muy fuerte y fue ahí cuando los sobres llegaron, fuimos a la policía y decía que se querían aprovechar de su dolor.
—¿Y?.— estoy temblando
—De verdad son ellos, están vivos y están por cumplir un año secuestrados, Keres creo una realidad, en una aún tiene a sus hijos y están en secreto para protegerlos, pero en la real, sus hijos los tienen cautivos.
—¿Por qué no hacen nada para ayudarla? No se ir a la policía contratar a un investigador, llevarla al médico.
—Algo le paso a Keres en estos días— me dice —Su realidad se mezcló con la mentira y no es bueno.
—¿Atacaron o no a Keres?.
—Lo hicieron, eso es obvio— contesta Tabita
—Keres tiene unos muñecos muy reales, cuando tiene un episodio desaparece, estoy segura de que algo le paso y piensa que le hicieron algo a sus bebes porque no están.
—Dijo que fue a acampar ¿Sabes a donde va?.
—Sí.
—Dale la dirección a Tabita, ella mandará a alguien para revisar.
—Ok.
Escribe las cosas en una nota y se la entrega.
—¿Dónde está el padre de los niños?— le pregunto —Si sabe algo debemos de…
—No sabe quién es su padre o tal vez lo averiguo y no lo ha dicho, desde que apareciste Mila la nota diferente y en lo poco que interactúe tambien.
—¿Puede ser el padre de los niños el que hizo esto?.
—No lo se, si lo es ¿por qué mandarle esas fotografías horribles? ¿Por qué mandártelas a ti? Es claro que no son tus hijos, se conocieron en las vegas.
—Nos conocimos antes— le digo —Hace… Imposible, no.
—¿Qué pasa? ¿¡Descubriste algo!?.
—¿Por eso me mandaron las fotos?.— es una idea imposible
—¡Habla!.
—Nos conocimos hace tres años, el mismo día que desapareció, pero usamos protección, es imposible.
La cara se le desfigura, no, no, no es imposible, nos protegimos, utilizamos protección. Me levanto y la dejo ahí, siento que el aire se me escapa, me dificulta respirar, entro a mi habitación.
—Señor.
—Despiértala.
—Pero señor.
—¡Que la despiertes joder!.
—Como ordene.
El médico le pone algo en su intravenosa, míos, pueden ser míos y solo pensarlo me asusta, me da pavor.
—Despertará en unos minutos, puede estar confundida, tambien…
—Largo ¡Ahora!.
Salen y me siento a su lado, no se como mierda voy a preguntarle esto, no se como despertará, en cuál realidad estará.
—Elijah— sus ojos se llenan de lágrimas de inmediato la abrazo —Mis bebes.
—Dime la verdad, aquella noche en la fiesta quedaste embarazada.
—No.
—¡No me mientas maldita sea!— le grito
—Nos protegimos— me dice
—¡Keres!— le grito
Keres se sienta y parece como si estuviera asimilando muchas cosas, casi parece anonadada por la situación.
—¿Son mis hijos? Cariño por favor— le digo con más calma —¿Están en peligro? Por favor dime.
—No sabía que estaba embarazada, viaje unos meses con lujo y quise irme de mochilera, mientras subía una montaña me caí de una altura considerable y termine en urgencias, los médicos decían que tuve un neumotórax y una herida grabe en la cabeza.
Respira y escúchala, deja que te cuente todo, nos dará una respuesta, lo hará.
—Me metieron a cirugía y no se todo paso muy rápido, cuando me recupere dijeron que estaba embarazada y tuve un parto de emergencia, creí que se equivocaron de paciente, porque ni siquiera herida de una cesárea de emergencia tenía.
No la hubo, pregunte que como era posible, pero solo se limitaron a decir que mi cuerpo los expulso. Pedí ver al bebe, no era uno, eran Mellizos, estaban pequeños y todos entubados, según los doctores tenía aproximadamente siete meses.
—¿Por qué no me buscaste?— le pregunto
—No sabía quién mierda eras, fue solo sexo, nunca me dijiste tu nombre y lo menos que quería en esos momentos era buscar a un desconocido que puede que… Cuide a mis bebes, nunca les falto nada, cumplieron un año, luego dos y…— comienza a llorar. —Un día su nana los llevo al parque, siempre iban al mismo, tenía juegos para su edad, los trabajadores los conocíamos, sus instalaciones tambien, eran cerradas era un local. Recibí una llamada dos horas después de su nana toda desesperada diciendo que no encontraban a los mellizos, cuando llegue al lugar la policía tenía rodeada la zona, me volví loca buscándolos en cada rincón del parque y mis niños no estaban.
Las cámaras mostró a un hombre que se los llevaba, los empleados dijeron que tenía unos días trabajando ahí, mis niños fueron días antes a ese lugar conmigo, la policía declaro que fue un secuestro planeado. Pasaron meses, usaba todo para buscarlos y un día la policía llego a mi casa, pensé que los habían encontrado que por fin los tenía a mi lado, en parte era verdad. Encontraron dos cadáveres, tenía la ropa de mis bebes, pedí verlos, les rogué, estaban descompuestos y la única forma de reconocerlos era una prueba de ADN, la hicieron y dio positivo.
—Pero no fue asi, verdad, es claro que no fue asi.— le digo asustado.
—No, enterré los cuerpos y me concentré en el trabajo, mi empresa creció, entonces en mi cumpleaños, justo ese día me llegaron las fotografías en un sobre n***o de mis bebes, las primeras fotos, eran ellos durmiendo o comiendo. Corrí a la policía y creyeron que eran delirios de una madre loca, no me ayudaron… Solo recibía fotos, un día recibí un sobre con una memoria, reconocí el lugar.
La policía dijo que solo quería dinero, aprovecharse de mi desgracia, una madre sabe y yo sabía que eran verdaderas, ese maldito lugar eran para gente con mucho dinero, más del que tengo yo y asi fueron llegando más cada vez eran más retiradas, con mi equipo de seguridad localizamos los lugares, por eso mi empresa se volvió internacional. Todos los lugares eran donde las personas se pudrían de dinero y que les gusta más que presumir, lujo, derroche, mi empresa les daba eso.
Al final me llevo aquí a esta ciudad, las fotos son cada vez más crueles, ya son lugares más feos, mis bebes están por cumplir tres años, no piden dinero, no piden nada, solo las envían. Asi que te lo pido si no me vas a ayudar, si no los quieres no me importa solo no interfieras en mi camino.
—No me pidas que deje a mis hijos— le digo molesto, no por ella, sino por la situación —Son sangre de mi sangre y te juro que encontrare a esas personas, cuando lo haga pagaran por lo que le han hecho diez mil veces más. Nadie se mete con los Monroe.
—Esta Elijah, esta es mi verdadera verdad.