Hablando.

1478 Words
Agarro mi peluche y me voy a la habitación, en cuanto entra Elijah se pone a mi lado y me abraza. —¿Ya podemos hablar?. —No quiero que me abraces— me quito de sus brazos —¿Estás enojada?. —Sí. —¿Por qué?. —Que los dioses del universo me den paciencia.— se ríe —Por eso. Respira Keres. —Te miras hermosa. —¡Idiota de mierda!— le digo explotando —¿En serio tenías que llevarla?. —Solo la llevé, porque te llevaste a las demás. —Eres un maldito hijo de puta, ves esto de aquí— le señalo un leve morado —Tu querida sumisa me golpeo, insistiendo que era Ana que cuáles eran mis putos planes de mierda y aun asi, aun asi la sacaste. —Ella me dijo que trato de detener a sus compañeras. —Por favor Elijah, eres idiota, pero no tanto, sabías que mentía. —Tenía dudas. —Tenías sexo con ella. Su sonrisa se borra confirmando lo que me dijeron. —Se sinceró conmigo.— le digo quiero escucharlo de su boca. —Sí. —¿Cuándo fue la última vez?. —Keres no pienso hablarte de eso. —Ok. Agarro mi maleta y me detiene de inmediato. —Tu tambien te acostaste con otros, incluyendo a Rose. —Nunca lo he negado, a pesar de que no tienes derecho de saber te lo dije, pero tú me mientes. —Hace unos días. Trato de que no se me note que su confesión me afecto, me odio que me afecte de esa manera, odio ese terrible dolor que se forma. —Verdad que no era difícil decirlo. —Es difícil admitirlo. —La verdad siempre es mas difícil, pero es la que mas vale la pena.— agarro mi peluche y mi maleta —¿Qué haces?. —Debo regresar a la granja, Tom y Paolo necesitan mi ayuda. —No quiero que te vayas. —Regresare, serán solo dos días— miento —No, te estás yendo por lo que te dije. —El hecho que estemos involucrados en muchos aspectos… Tocan la puerta. —Señor Monroe. —Ahora no.— grita —Es importante. —Déjaselo a Tabita. —Es sobre su empresa. Me mira. —Volveré. Agarro mis cosas y salgo. Le pido que me lleven a mi departamento y lo hacen sin preguntar nada, solo me llevan, malditos sean los sentimientos que tengo. —¡Regrese perra!.— grita Maciel inmediatamente cuando entro. —Debo quitarte las llaves.— es como un golpe de energía su sola presencia. —Me fue muy bien gracias. —De nada.— le contesto —¿A dónde fuiste?. —Mas bien a donde voy— le digo —Vengo por las llaves de mi camioneta. —¿A dónde vas?. —Desapareceré. —¿Qué pasa?. —Necesito estar a solas, ya sabes cosas mías. —¿Es por eso que estás aquí y no en la casa?. —Sí, regresare a la casa, pero para hacerlo… —Necesitas desaparecer. —Exacto. —No creo que el peluche sea adecuado. —Claro que no.— lo pongo en la mesa. —Bien, si quieres desaparecer te llevare y me quedare con tu celular. —Te amo.— le digo —Lo se, anda vamos. Me quita la maleta y bajamos al estacionamiento, para después llevarme a casa. —¿Cómo te fue en el congreso?. —Aburrido como siempre.— sonríe —¿Pero?. —Conocí a alguien, es hermosa Keres. —Me estoy poniendo celosa. —Salí de fiesta con unos médicos y no sabes, la miré, me miro, bailamos y terminamos en su hotel, no dormimos nada, no solo fue sexo, que por cierto fue maravilloso, increíble. —Tenían la misma energía entonces. —Sí, hablamos y hablamos, me contó sus miedos, yo los míos, me enamoré, estoy segura de que ella tambien, ya nos queremos ver, le hable de ti, te quiere conocer. —Interesante, a casi nadie le hablas de mí. —Lo se, eres un secreto culposo. —Tonta— le digo riendo —Tú empezaste. —¿Cómo se llama?. —Te vas a sorprender. —¡Ya dime!. —Verónica, la modelo. —¡No! ¡Mientes!.— le digo sorprendida —Quisieras, la verdad me sentí nerviosa, cuando me miro, ya sabes eso casi no me pasa, me paso contigo, pero da igual, dije no creo que me mire a mí y lo hizo.— dice demasiado feliz —Después, después se sintió cómo el cielo y tú sabes que no creo en eso. ¡Volé Keres!. —Me encanta verte asi de feliz— le digo —Entonces ¿Vas por todo?. —Voy por todo Kers, solo hay un inconveniente. —¿Por qué?. —La sociedad. —Está en el closet. —Sí, por su carrera, su papá es el dueño de la empresa y ya sabes. —Entonces serás su secreto culposo. —Por ahora, aunque odie que me metan en el closet, me encanta demasiado Kers. Por primera vez desde que la conozco la miro asi y me atreveré a preguntarle lo primero que se me vino a la mente cuando hablo y sonrió. —¿Es ella?. —Es ella. —No. —Sí, lo es. —¡Si joder! ¡Sí!— grito feliz —Encontraste a quien siempre buscabas, por los dioses ¿Cuál es el plan? ¿Cómo la conquistaremos? ¿Le mandaste flores? No ya se, le pinto un cuadro. —No se, tenemos que tener citas, el cuadro súper sí, ama tu arte, flores, no se y si mejor le mando no se un perrito. —¿Le gustan los perros?. —No, ni los gatos. —¡Ya se!— le digo —Invítala a la granja, tomen té en el invernadero, salgan a pasear en caballo. —Me encanta, se volverá loca, ese lugar es hermoso. —Se pueden quedar en mi casita, por si le incomoda que estén Tom y Paolo. —En primera tu casita de campo no es una casa, es una mansión. —Tom y Paolo no opinan lo mismo. —Claro que no, la de ellos es igual de cristal, pero es igual. —En fin, te sabes la contraseña, solo avísales para que pongan comida y desempolven los muebles. —Gracias, aunque no entiendo, ¿por qué te quedas con ellos y no en tu casa?. —Me gusta dormir con ellos. —Eres rara. —Pero asi me amas. —Lamentablemente.— suspira —¿Mila sabe que desaparecerás?. —Sí, pero no le digas donde estoy. —Me va a torturar si no le digo. —Como va a saber que sabes si nadie le dice que sabes. —Su sexto sentido. —Es mas, tú estabas en el congreso cuando yo desaparecí. —Cierto— me dice sonriendo —¿Qué ha pasado de tu vida?. —Mucho, me ha pasado muchas cosas. —Buenas o… —Tuve un accidente, me secuestraron, casi muero de hipotermia… —Espera… espera, Keres revisaste tu cerebro, sabes bien… —Todo está bien— toco mi cicatriz —Continúa. —Ok, casi muero de hipotermia, desaparecí con ellos, viajamos, fui a la granja, de regreso me robaron el carro y creo que me acusan de intento de homicidio, pero en fin, Elijah se encargara de eso. —Keres, todo lo que te paso es muy grave y… —Creo que me estoy enamorando de él. —Que la madre ciencia me ampare, ¿Se quien es Elijah?. —Sí, el de las vegas, el de la cadena. —No me jodas. —Lo peor es que todo lo que paso es porque se me vio involucrada con él y no se que hacer. —Alejarte que mas, tienes personas a quienes proteger. —Lo se. —¿Cómo te sientes?. —Tengo miedo, me da pavor, no se Maciel. —Espero y este retiro no retiro te ayudé a sanar tu mente y a que se alejen de ti todos los problemas. —Problemas— me rio —Llamarlos problemas es poco. —¿Qué es lo que te gusta de él?. —Se siente como en casa. —¿Qué mas?. —Me siento atraída hacia él, lo miro y digo dioses es tan cogible, muy cogible. —Pero… —Pero es un idiota de mierda, le gusta provocarme celos, celos con gente que odio con toda mi alma. —Tú nunca sientes celos. —Exacto, algo está mal conmigo, es como si quisiera secuestrarlo y tenerlo solo para mí. —Creo que estás enamorada, me siento igual. —Yo no creo en el amor. —Todos alguna vez creemos en el amor.
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