Punto de vista Salvatore Acomodé el bulto de mi entrepierna y baje hacia el primer piso de la mansión. Rosita estaba limpiando el polvo de los muebles, al escuchar mis pasos, levantó su cabeza y me sonrió. —Señor ¿cómo están? —Bien Rosita, voy de salida, necesito que por favor te hagas cargo de todo en la mansión, voy de salida, por ninguna razón permitas que Violeta salga o que haga preguntas incómodas. Rosita frunció el ceño, e hizo una mueca. —¿Cuál es el misterio del señor? —Tu simplemente cumple con mis órdenes, ¿Entendiste? Rosita hizo otra mueca y subió los hombros. —Está bien señor, haré lo que mejor pueda. —Muy bien —Asentí, dirigí de nuevo mi mirada al segundo piso y Violeta no estaba por allí, salí de la mansión y Leonard me estaba esperando en el auto. Ent