Punto de vista Sebastián Cada vez que sonaba mi telefono era una vana esperanza de que Mía apareciera, odiaba sus impertinentes formas de reaccionar cuando estaba enojada, sin embargo, ya llevaba una semana sin saber de ella. Pero… aquel día en el hospital me pareció verla con ese hombre, jamás pude confirmar si se trataba de ella, pues existía el registro de una mujer con su descripción, pero con otro nombre, ¿Habría cambiado su identidad? ¿Estaría huyendo de mi intencionalmente? Cada día que pasaba crecía más mi zozobra. Estrelle mi copa contra la pared y esboce un alarido de furia. —¡Maldita seas Mía! ¿En dónde estás? —Estoy completamente segura de que ella no va a regresar , se fue con su amante —Cállate Samantha, no sabes lo que estás diciendo —¡Claro que lo sé! Soy la