Yo sentía el calor de su cuerpo sobre el mío, era reconfortante la seguridad que transmitía y sin embargo el temor recorría mi cuerpo. «Voy a besar estas cicatrices hasta que me canse» Eso fue lo último que me dijo y luego simplemente mis ojos se cerraron sintiendo sus besos en las palmas de mis manos. ¿Qué tenía Steven entre sus ojos y sus palabras que me dominaba tanto? Ni idea. Y pocas ganas tenía de averiguar aquello. Simplemente iba a disfrutar tanto como pudiese de su compañia. La habitación continuaba a oscuras, pero afuera se escuchaba ruido suficiente como para saber que ya era de día. En realidad cuando ese hombre acabó conmigo faltaba poco para que fuese de día. Quería salir de entre sus brazos e irme antes de que despertara y le diera otro arranque de superioridad, así