—¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO EN MI CASA, JENSEN?!
Era Alison, la persona que menos esperaba ver en esos momentos.
‘¿En serio esto es una coincidencia? No puede ser.’ pensaba Peter.
—Tranquila. — le dijo él muy calmado pero incómodo — No he venido por ti. Solo salvé a tu madre cuando regresaba a casa. Si quieres ya me voy, no quiero importunar.
—No, no, no es ninguna molestia, querido Peter. ¿Ustedes ya se conocen?
Alison estaba por decir algo revelador, pero Peter fue más rápido.
—De la escuela. Soy nuevo en la ciudad y me matriculé recién. Asistiré a clases a partir de mañana.
Alison ardía en furia, estaba toda sonrojada y fulminaba a Peter con la mirada. Ella quería que Peter desapareciera y la dejase en paz, eso incluía no aparecer en su escuela.
—Vaya, pero que buena noticia. ¿Y tus padres? ¿Viven aquí en New Jersey?
—No. Viven en el exterior. — mintió — Me dejaron aquí por la escuela.
—¿Y ya tienes dónde quedarte? — la señora Eileen hacía las preguntas como si fuese un interrogatorio pero Peter estaba dispuesto a contestar todas.
—Aún no. Iré a buscar un hotel más tarde.
Eso era totalmente verdad. Ahora que su plan de llevar a Alison de vuelta con su padre se había alargado necesitaba buscar alojamiento. Incluso un hotel barato estaría bien.
—No tienes que preocuparte, querido. Mi hijo mayor está trabajando en Europa así que su habitación está libre. Puedes quedarte ahí hasta que encuentres un mejor alojamiento.
—¡Mamá! — a Alison claramente no le gustaba la idea.
—¿Tienes alguna objeción cariño? — dijo tranquilamente Eileen, pero a pesar de sus dulces palabras, daba miedo con la expresión sombría en su rostro.
—… no. — Alison frunció el ceño y se calló.
—Prepararé la cena.
La señora se adentró en la cocina con los paquetes que había comprado mientras tatareaba una canción. Alison estaba perpleja en la sala. Se sentó en el sofá en frente de Peter.
—¿A qué te refieres con que la salvaste? ¿Qué le hiciste?
—No hice nada. Solo estuvo a punto de ser atropellada y lo evité. Ni siquiera sé cómo me convenció de venir a cenar aquí.
Alison tenía muchas ganas de despedazar al individuo en frente suyo pero se reprimió pues tenía que agradecer que salvase a su madre. Ella se tragó su orgullo.
—Gracias. — murmuró con la mirada baja
—¿Qué dices? No te escucho. — bromeó el semidios
—¡Que gracias, estúpido sordo! Ni pienses que volveré a decirlo nuevamente. — ella explotó, no estaba para las bromas de Peter Jensen.
—Pues de nada. — dijo él sonriendo ampliamente.
Al sonreír, sus ojos verdes se encontraron con los ojos violáceos de Alison lo que hizo que ella terminase desviando la mirada avergonzada.
—Te odio.
Alison se fue molesta de ahí. Subió apresuradamente las escaleras y dejó a Peter riéndose por su actitud.
—Me gustaría decir lo mismo, pero no puedo odiarte. — murmuró
La madre de Alison tuvo un pequeño accidente en la cocina que involucró mucho fuego y comida quemada, así que no le quedó más remedio que pedir una pizza. Peter y Alison se pelearon por elegir el sabor de esta pero al final la señora le dio la razón a Peter pues era el invitado de esta noche.
Una vez llegada la pizza, la hermana menor de Alison, Heidi, bajó a comer y todos se sentaron juntos en la mesa.
—Al… — dijo la versión miniatura de Alison pero sin los ojos violáceos sino marrones — ¿Quién es él? ¿Es tu nuevo novio?
Peter se ahogó con la pizza y Alison estaba por estallar de ira pero en vez de eso se sonrojó.
—¡Te equivocas! ¡Es un compañero de la escuela!
—En efecto. — añadió Peter golpeando su pecho para hacer pasar el trozo de pizza por su garganta — Recién no conocimos hoy en la escuela.
—Eh… pero yo creo que sí hacen linda pareja.
Peter y Alison se atoraron con la pizza nuevamente pero esta vez ni siquiera replicaron. No tenía sentido discutir por algo tan estúpido.
—Alison. Enséñale a Peter la habitación de Ryan cuando termines.
—Sigo creyendo que no es buena idea, mamá. No debes invitar a un extraño a la casa así como así.
—No es un desconocido. Es Peter, tu amigo de la escuela. Es muy diferente.
Alison suspiró pesadamente y se tragó sus palabras. No podía refutar ese argumento o tendría que explicarle muchas cosas a su madre y eso sería un gran problema.
Al terminar la cena Alison fue obligada a llevar a Peter a la habitación de Ryan. Alison abrió la puerta con una llave y dejó pasar a Peter. Prendieron las luces y se reveló una habitación un tanto tenebrosa. Todo cubierto de una fina capa de polvo y algunas telarañas ondeaban sobre la lámpara que iluminaba el cuarto.
—Oye… esto… — Peter se dirigió a Alison con una expresión de preocupación.
—¿Ya lo adivinaste? — dijo ella con una mirada perdida en el piso, se le notaba muy triste.
—No lo entiendo bien.
—Ryan está muerto. Lleva seis años muerto desde que ocurrió un accidente de tránsito. — la voz de Alison se comenzó a quebrar lentamente — Desde entonces madre ha tenido muchos problemas de memoria y es muy distraída. Incluso creó en su mente la imagen de que Ryan está trabajando en el exterior. Es tan… ridículo.
—Lo siento. — dijo Peter aún muy confundido
—Heidi era muy pequeña en ese entonces y mi madre no se podía cuidar sola. Incluso ahora no puede valerse por si misma por completo. ¿Cómo quieres que regrese al Refugio y abandonarlas a su suerte?
Un par de lágrimas cayeron por las mejillas de Alison, pero ella las secó rápidamente y recobró la compostura.
—Como sea, limpia e instálate. Si necesitas algo no me llames, no te quiero aquí. ¿Entendiste? Y no menciones nada de que somos semidioses o cosas como esas. Mi madre no sabe nada de eso y no tiene por qué enterarse.
Peter asintió ligeramente, Alison salió de aquella habitación y cerró la puerta detrás de ella. Peter estaba muy confundido con todo lo que estaba pensando.
‘Vaya… esto será muy difícil. Ella sí que tiene razones para quedarse. Quiero llevarla de vuelta con Dionisio, pero eso dejaría en peligro a su madre y hermana. En qué problema me he metido.’
Peter dejó su mochila en el piso, sacudió el polvo de la cama y se echó sobre ella. Pensando en qué hacer pronto se quedó dormido.