Capítulo 14

1768 Words
PETER OLVIDÓ POR UN SEGUNDO QUE TENÍA NOVIA. En ese momento deseó que no fuese así. Si Peter hubiese terminado con Anell hace tiempo quizá podrían ser las cosas de otra manera y no tener que limitarse a solo abrazar a Alison. ¿Cuántas discusiones sin sentido había tenido con Anell en los últimos meses? Quizá demasiadas como para contarlas. De alguna manera con Alison las cosas eran diferentes… mucho más interesantes. Llegada la noche Alison estuvo más calmada. No estaba irradiando felicidad pero tampoco tenía una nube gris sobre sus hombros. Fue cuando Alison se estaba preparando para dormir cuando Peter se atrevió a preguntar. —Hey. — le dijo con un tono un poco suave — ¿Puedo preguntarte algo? —Seguro, siempre y cuando no sea una pregunta estúpida. —¿Por qué te afectó tanto lo de Ryo? Pensé… pensé que ustedes no tenían esa clase de relación. —Dije que no hagas preguntas estúpidas. —Vamos… solo responde. —No me gusta Ryo. No me ha gustado Ryo ni nada por el estilo. Es solo que me da rabia que Ruby esté… bueno ligándose a Ryo. Él es demasiado bueno para esa zorra. No quiero que salga lastimado. —Te preocupas mucho por él. —¿Cómo podría no hacerlo? Él ha sido mi mejor amigo por muchos años. Le tengo mucho afecto. —Vaya. Me gustaría que te preocuparas por mí así como lo haces por él. —Sí me preocupo por ti, Peter. —¿En serio lo haces? — los ojos verdes de Peter comenzaron a brillar y una sonrisa pícara se asomó en su rostro. —Claro… pero Ryo siempre tendrá la prioridad. —Entiendo… — Peter puso una cara triste como si fuese él alguno tipo de legado de Dionisio y de teatro. — Yo pensé que me querías… —No digas tonterías. Alison se metió dentro de su cama y se cubrió con sus sábanas para evitar que Peter vea su notable sonrojo. —Yo te aprecio. ¿Por qué no me quieres? — dijo Peter siendo todo un gran actor de melodrama. —Tienes una novia esperándote en el Refugio. Deja de decir tonterías. —¿Si no tuviera novia me harías caso? —Ya cállate. Quiero dormir. —¿No piensas responderme? Que cobarde. Alison podía ser un poco indecisa pero cobarde jamás. —No lo sé. Ahora ve a dormir o juro que te atravesaré con mi espada. Podían sus palabras sonar un poco duras pero bajo las sábanas ella estaba conteniendo la risa. * Las primeras horas de la mañana siempre son las peores. Alison desea no haber nacido mientras toma su café cargado. Por supuesto la dosis de agotamiento se incrementa cuando estás obligada a dormir en la misma habitación que alguien madrugador que corre las cortinas muy temprano por la mañana. —Te mataré un día. — juró Alison escabulléndose entre sus sábanas. A la hora del desayuno mientras Alison maldecía sin cesar Peter preguntó cuál sería el itinerario del día. —Dormir un poco más, comer y seguir durmiendo. —Oh vamos, ¿por qué no vamos con los demás a la playa? —No quiero. —Será divertido. —Tu definición de diversión es verme en ridículo ¿no? —No es así. Quiero ir a la playa y tú necesitas un poco más de descanso Peter tomó la mano de Alison y la arrastró donde la profesora. —Profesora, nos gustaría apuntarnos para la salida hacia la playa. —Que bueno, querido. El bus partirá en una hora. Preparen sus cosas para entonces. Alison solo quería derrumbarse y seguir durmiendo así que tan pronto como volvieron a la habitación se tiró sobre su cama. —No quiero ir… —¿Por qué? La playa es fabulosa… vamos a estar entre amigos y todo saldrá bien. ¿Cuál es el problema? Entonces el rostro de Alison se iluminó pues recordó algo importante. —No traje ropa de baño. — dijo ella muy feliz — Ya no puedo ir. —No te preocupes. Preví ese caso y le pedí a tus amigas que guardasen ropa de baño extra en tu maleta. Revísala si quieres. Alison desesperada abrió su maleta y efectivamente, debajo de toda su ropa había una bolsa con el susodicho traje de baño. Ella escondió nuevamente la prenda en la bolsa y la refundió entre la ropa como si eso fuese hacerla desaparecer. —Oh vamos. No puede ser tan malo. Déjame ver. Peter se acercó, de un tirón sacó la bolsa y de esta sacó un bikini. —Es horrible. — dijo Alison escondiendo su rostro entre sus manos. —¿Estás de broma? ¡Te quedaría estupendo! —No me gusta… Es muy descubierto… Asco. —Te va a quedar estupendo. El morado combina con tus ojos. — dijo él sonriendo sinceramente — Además tienes unas bonitas piernas que lucir. Alison no podía sentirse más avergonzada y lo único que se ocurrió para pasar su vergüenza fue maldecir a diestra y siniestra lo que a Peter le parecía adorable. —Maldito seas, Jensen. Te cortaré en trocitos y los aventaré al mar para que te coman los peces. —Y eso que no mencioné nada de tus atributos… A pesar de que él murmuró, Alison lo escuchó fuerte y claro. La punta de sus orejas de tornaron escarlatas y la rabia y vergüenza actuaron a la vez. Alison tomó una almohada y rechinó los dientes. —Eres hombre muerto. Alison comenzó a perseguir a Peter por toda la habitación hasta que lo alcanzó y lo ahogó con la almohada. Si bien es cierto que un semidios de Poseidón no podía ahogarse en el agua pero si podían ahogarse de esta manera. Alison aprovechó esto y apretó la almohada contra su rostro con todas sus fuerzas. —Muere, muere, muere. Peter siguió su juego por unos minutos hasta que de verdad de estaba ahogando y tuvo que recurrir a medidas extremas: las cosquillas. —¡No! ¡Peter! ¡No! Alison pedía piedad pues era muy cosquilluda y Peter lo sabía bien. Alison soltó la almohada y trató de cubrirse de las cosquillas pero no pudo. Trató de empujar a Peter de encima suyo pero pesaba demasiado. —¡Suéltame~! —Me estoy vengando. —¡No~! ¡TÚ COMENZASTE DICIENDO COSAS INDEBIDAS! —No es mi culpa que tu cuerpo sea atractivo. —¡JENSEN IDIOTA! * La playa estaba en su mejor momento del día. No había mucha gente, el sol estaba en lo alto y las olas no eran tan grandes. Todo era perfecto para los alumnos. El bus dejó a los treinta alumnos que quisieron ir a la playa en el estacionamiento y todos partieron desde ahí en diferentes direcciones. Alison y su equipo de basquetbol dijeron que sería bueno practicar un poco bajo las condiciones de sol porque nunca estaba de más. Peter estaba molesto porque eso no lo incluía a él. —¿No vienes con nosotros? — Damián le preguntó a Ryo que estaba un poco distraído. —No lo creo. Iré a caminar por ahí un rato… quizá me encuentre a Ruby por ahí —Bien, avísanos si quieres jugar. — le dijo Alison. —Vale. — Ryo salió corriendo de ahí dejando a todos un poco consternados. Damián y Alex se acercaron a Alison para hablar del tema pues estaban preocupados. —Desde que persigue a Ruby está muy distraído. — le dijo Alex —Lo sé. — respondió Alison — No sé cómo vamos a participar de los juegos de invierno en estas condiciones. —Aún faltan unos meses. Seguro que se le pasa este afán de perseguir a Ruby. —Ojalá. — los tres suspiraron y se alinearon listos para entrenar. * Cuando los chicos estuvieron exhaustos fue cuando Alison se dio cuneta que tal vez debían tomar un descanso para hidratarse y comer algo. Damián y Alex salieron de la cancha deportiva y fueron directo a la regadera a enfriarse un poco. Alison fue a comprar bebidas de la máquina expendedora y en el camino se encontró a Ryo que estaba sentado en una banca mirando el mar con mucha concentración. —¿Muy ocupado? — preguntó Alison sacándolo de su concentración — Compré una bebida extra… ¿No quieres? —¿Dr Pepper? —De cereza, tal y como te gusta. Ryo aceptó a regañadientes la bebida y Alison se sentó a su lado. —¿Podemos hablar? — le dijo ella dejando la bolsa con refrescos a un lado. —Claro. — dijo él sin siquiera mirarle — ¿De qué quieres hablar? —Ryo, voy a ser sincera contigo y te lo diré como capitana del equipo. Tu comportamiento es antideportivo. No quieres ir a la práctica y te la pasas vagando aquí en la playa como si nada. No es la imagen que debe dar nuestra escuela en los juegos de invierno. —Entiendo. ¿Eso quiere decir que me sacarán del equipo? —No he dicho eso. Estás dentro. Eres mejor que todos ellos juntos. Solo trata de no desviarte de nuestro propósito. Hazlo por el equipo. Dicho todo esto, Alison se levantó de la banca y tomó la bolsa de refrescos pero antes de que pudiese dar un solo paso Ryo Campbell la tomó del brazo. —Ali. — dijo de pronto — ¿Puedes responderme algo? Quiero que me respondas con la verdad. —Me estás asustando Ryo. ¿Qué sucede? —¿Estás enamorada de Peter Jensen? Alison se quedó desconcertada. No sabía como responderle eso a Ryo. Ella misma se preguntaba eso a veces. Hace poco ella había admitido que le gustaba pero… ¿Estaba bien decírselo? ¿Eso no podría herir sus sentimientos? —Ryo... —Respóndeme, por favor. —Lo siento... Sí me enamoré de Jensen. Ahora que lo había dicho no podría ocultarlo más y se sentía vulnerable. Alison no se había sentido tan vulnerable desde que se enteró que su padre era un dios griego. Ni siquiera se sentía tan débil cuando se trataba de estar en el bosque a la intemperie rodeada de monstruos. Esta ocasión era diferente. Peter tenia una novia y él la quería mucho así que si él escuchase esto… podría destrozarla por completo. —Te apoyaré. — le dijo Ryo con una sonrisa triste — Te apoyaré sin importar qué. Incluso si es Jensen, yo estaré a tu lado. Todo siempre y cuando tú seas feliz. —Gracias, Ryo. Ryo soltó su brazo y la dejó ir.
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