Lila
Respirar hondo.
Una vez.
Y otra vez.
No estaba funcionando y podía sentirme visiblemente sofocada.
Los días habían pasado demasiado rápido, mucho de hecho y ya, no había forma de poder volver el tiempo atrás, pero, estaba envuelta en esa bruma de letargo y tristeza que apenas me hacían consiente de las cosas. Había pasado la semana en un estado de inercia constante, haciendo todo de manera autómata, sin poder registra absolutamente nada.
Ahora me encontraba atrapada en esta habitación tratando de hacerle frente a lo inevitable, aunque hacer eso, me quemaba las entrañas.
El gran día había llegado, o, quizás, era mejor decir, el primer día de mi nefasta futura vida ya que, aún, quedaba esa mentira de boda y por mucho que lo pensara, si esto, estaba matándome, no tenía idea de cóm
