Capítulo 9

1026 Words
Punto de vista de Johnathon Dios, apenas llevo dos minutos en la escuela y todos están adulando al gran y malvado Alfa. ¿No se dan cuenta de lo vergonzoso que es eso? Todo lo que quiero es que me dejen en paz. No quiero que me adulen. Las chicas vienen de todas partes y apenas puedo evitar ser aplastado por la multitud, o asfixiarme. Dios, estoy irritado. Esto pasa en cada escuela y estoy harto de eso. Empiezo a mirar a todos con rabia, pero nadie parece entender la indirecta. Suspiro. A este paso, voy a tener que usar mi tono de alfa con todos si esto no se detiene. Una chica, en particular, se acerca a mí y la miro aburrido. Claramente, es ajena a mis sentimientos e incluso a mi ceño fruncido que dirijo hacia ella. Se parece a todas las otras animadoras con muñeca Barbie, con cabello rubio largo y ojos azules grandes que me está guiñando de una manera tan exagerada que es casi cómico. -Hola, ahí,- dice, tocando mi brazo mientras trato de no sobresaltarme, sabiendo que la ofendería, una parte de mí a la que no le importaría. Si no fuera por mi madre, sería mucho más grosero. Lucho contra las ganas de alejarme de ella. -Hola-, digo con voz tensa, deseando no hacer nada más que apartarla de mi camino. Claramente, ella piensa que estoy haciendo el duro de roer porque invade aún más mi espacio personal. Trato de no ahogarme con su perfume fuerte. ¿Se baña en él, por el amor de Dios? Es penetrante. -Soy Jessica-, susurra, lanzando su cabeza, y luché contra las ganas de reír. ¿No se da cuenta de que sus esfuerzos son en vano conmigo? ¿Qué no estoy impresionado por ella? Puedo ver a través de ella. -Johnathon-, gruño y me preparo para irme cuando ella agarra mi brazo. En realidad, agarra mi brazo como si fuéramos amigos. No puedo creer su audacia. ¡Atreverse a poner sus manos en un Alfa! Tiene un deseo de muerte. -Por favor, quita tu brazo-, le digo bruscamente y sus ojos se abren sorprendidos mientras lo suelta, con una expresión confundida en sus ojos. Claramente, no esperaba tal reacción. Bien. La haría bajar un par de escalones. -Tengo que ir a clase-, le digo con desprecio y la veo quedarse con la boca abierta y balbucear sin palabras, todo su cuerpo repentinamente quieto. -¿Eres gay?-, me pregunta de repente y me tenso, sin poder creer que me haya preguntado eso en un pasillo lleno de estudiantes. No tengo nada en contra de las personas homosexuales, pero no aprecio que me pregunten en voz alta sobre mi sexualidad en un pasillo lleno de curiosos estudiantes. Eso es ir demasiado lejos. De hecho, atreverse a cuestionarme siquiera es ir demasiado lejos. La levanto y golpeo su cabeza contra el casillero mientras ella se retuerce en mi agarre. Me importa poco que sea una mujer o más débil que yo. Lo que hizo fue irrespetuoso y ella lo sabrá. Sonrío hacia sus ojos aterrados. Finalmente, se da cuenta de su error, un poco tarde. -Para que conste-, gruño mientras ella araña mis manos que se niegan a soltarla, -no lo soy, simplemente no estoy interesado en ti-, escupo y la dejo caer al suelo, su rostro ahora de un color rojo carmesí interesante, llevando su mano a su garganta, jadeando salvajemente por aire mientras sus compañeras animadoras se reúnen a su alrededor, chismeando y lanzándome miradas asesinas por atreverme a lastimar a una de las suyas. Les miro fijamente y ellas apartan la mirada, con la nariz en el aire, y se alejan rápidamente, la mujer Jessica rodeada por todas ellas. Me burlé. Patéticas chicas. Demasiado superficiales y vanidosas para su propio bien. El resto de los estudiantes están ocupados sacando sus cosas de los casilleros mientras suena la campana para la próxima clase. Me dispongo a alejarme de todos, cuando soy detenido en seco, el aroma más cautivador se acerca a mí, de manzanas y canela, tan fuerte que lo único que pueden hacer mis pies es caminar hacia él. Tan fuerte y, sin embargo, tan dulce. Se me hace la boca agua. Huele como el mejor pastel de manzana del mundo, mi postre favorito. ¿Qué es este olor y por qué me sentí atraído hacia él? La respuesta llega a mí y me quedo completamente horrorizado. Este olor solo puede ser el olor de mi pareja y siento que mis manos tiemblan. Me siento enfermo en el estómago, un dolor en el pecho. Esperaba que ella no estuviera aquí, que nunca tuviera que pasar realmente por el rechazo. ¿Por qué esta escuela de todos los lugares? ¿Por qué ahora, me quejo. Mi lobo se vuelve loco en mi cabeza, negándose a hablarme de nuevo si lo hago, enviándome amenazas y todo tipo de insultos mientras lo ignoro. Cierro los ojos sintiéndome desolado, el aroma se desvanece lentamente. ¿Debería intentar seguirlo o evitarlo con la esperanza de ahorrarle a mi pareja esos sentimientos? Podría esperar hasta después, pero parte de mí quiere desesperadamente acabar con esto antes de que el vínculo de pareja sea aún más fuerte de lo que ya es. De cualquier manera, ella resultaría herida. No se puede evitar. Quizás es mejor terminar con esto, pienso para mí mismo, y dejar que ella lo acepte. No creo que mi compañera me perdone alguna vez por esto, y no la culpo mientras mis pies caminan a regañadientes hacia el aroma, atrayéndome hacia ella, mientras empiezo a olfatear para encontrar la fuente del olor y la persona a la que pertenece. Lo siento, pienso para mí mismo, pero simplemente no puedo tener una pareja. Solo les fallaré, al igual que mi padre falló a mi madre, y tener a alguien especial así solo te vuelve vulnerable. Me niego a dejar que eso suceda y a depender de alguien. Ni siquiera sé si soy capaz de amar a otra persona, ni ahora ni en el futuro. Era hora de romper el vínculo antes de convencerme de lo contrario.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD