Riviera maya

1365 Words
Narra victoria Cassano. Ya tenía todo listo para ir a mi viaje a la Riviera Maya, estaba tan emocionada… Es que realmente me hacía falta, días antes me organice y dejé todo bajo control, así que mi viaje iba si o sí. Mis maletas están listas solo me debía bajar las escaleras y subirme a la limusina para ir al aeropuerto y subirme en mi Jet privado, «¡Qué emoción!» Pensé mientras me miraba en el espejo ya estaba lista para disfrutar de unas vacaciones que bien me hacían falta todo el tiempo trabajo y ahora este embrollo del idiota que no quería pensar ni su nombre era otro problema a mí lista y no estaba dispuesta a aguantarlo debía escapar lo antes posible. Salí de la habitación y observé todo pensando si no olvidaba nada, rectifique y todo estaba en orden, así que salí camine por el pasillo y baje las escaleras, el sonido de mis tacones al hacer contacto con las escaleras se escuchaba de fondo, terminé de bajar las escaleras y salí de la casa ya el chófer estaba esperando y justo antes de subirme llegó un deportivo azul, jamás lo había visto… Levanté una ceja tratando de adivinar quién era y cuando se estacionó justo detrás de la limusina y vi el personaje que bajo de ese auto quería correr y esconderme… «Mierda Arturo, ¿Qué no me vas a dejar en paz?» uno de mis guarda espaldas se acercó, pero yo le hice una seña para que lo dejara acercarse, él le puso mala cara al guarda espaldas y caminó en mi dirección. Me miró de arriba abajo y saboreó sus labios, «¿Crees que voy a caer en tus estúpidos trucos?» Bueno eso pensaba después de nuestro último encuentro y la forma que nos despedimos había una gran tensión, también porque me había estado llamando y rechacé todas sus llamadas. —Pero ¡Qué mujer tan hermosa!.— exclamó a gran voz levantando sus manos, yo giré los ojos en redondo. —¿Qué diablos quieres? O mejor dicho ¿Qué haces aquí? Creo que te deje muy claro que no quiero verte.— él se hizo el ofendido y negó con su cabeza. —Por favor cariño lo podemos arreglar, eres una persona razonable y debemos aliarnos para crecer aún más solo quiero que lo pienses.— yo giré la cabeza a un lado y suspiré. —Ok, bueno ya puedes irte.— él se acercó y yo retrocedí. —¿No me vas a invitar a entrar?— eso hizo que mi corazón latiera muy rápido me comencé a poner nerviosa y por un momento pensé que caería de nuevo. —De hecho voy salida tengo un viaje y no quiero perder mi vuelo, así que nos vemos.— él abrió sus ojos de par en par. —¿A dónde se supone que irás?.— pregunta con curiosidad. —No te incumbe ahora sí me disculpas me debo ir.— me dispuse a caminar para subir a la limusina y él me tomó por la cintura haciéndome girar y verlo a los ojos. —No te pierdas cariño, sabes que cuando vuelvas estaré aquí.— comencé a sudar frío y podía sentir los latidos de mi corazón tan fuertes que cuando él se dio cuenta me sonroje. —Eso es lo que yo provoco en ti.— alardeo con una sonrisa. Y luego me robó un beso. Yo lo separé de mí bruscamente. —¡Ya lárgate de aquí.!— me subí rápidamente a mi trasporte y esperaba no volverlo a ver, pero desgraciadamente cuando regresara de este viaje él estaría ahí y yo no sabría cómo detenerlo. Ya estoy en mi vuelo camino a la Riviera, y siento algo de paz porque estoy lejos de todo aquello que me hace girar la cabeza. Suspiré y tomé un trago de mi copa de vino agradecía que hubiera una botella aunque no pensaba beber tanto, tampoco pensaba llegar ebria al lugar, pero eso sí en la fiesta saldría la victoria Cassano que sabe divertirse… Llegué al aeropuerto y me esperaba otra limusina para llegar al hotel estaba algo nerviosa, pero nada que un buen trago no pueda quitar. Realmente este lugar era muy bonito está en mi lista para vacaciones anuales. Llego al lugar y la vista es una hermosura, cuando me bajé observé todo y ese hotel era de 10 no había cosa más maravillosa e increíble, un ballet recogió mi equipaje y comencé a darle un vistazo a todo. Cuando entré todo era lujoso los cristales que te permitían ver dentro del hotel el piso bien lustrado los cuadros, daban un toque artístico también. Las plantas decorativas, todo en este lugar era muy hermoso seguí caminando y salí de la recepción para encontrar la piscina y obvio yo tenía que lucir mis hermosos trajes de baño en esta piscina, se podía ver a lo lejos el mar tan azul y las hermosas palmeras, alrededor del hotel, caminé observando todo y regresé adentro del hotel, de camino al lugar me encuentro con una hermosa chica castaña cabello cobrizo, un cuerpo escultural y piel blanca, se veía tan seria, pero a la vez segura… «Ella debe ser mi amiga» pienso mientras me acerco a saludarla. —Hola, ¿qué tal?— la saludo con mi mejor sonrisa ella me observa y me muestra una sonrisa amable. Y como yo soy de las que una sonrisa basta para ser la más confianzuda… —Un placer mi nombre es victoria Cassano.— le extendí mi mano para estrecharla y ella la apretó. —El placer es mío mi nombre es Amelia cavanauh.– —¡Oh, pero que apellido más lindo!– —Gracias tu apellido también es lindo.— yo sonreí animada y comencé a hacerle preguntas como loca… —¿Y también vienes a la conferencia?.— ella asintió. —Si, también vengo a la conferencia.— yo me emocioné aún más no sabía que vendrían chicas tan geniales. —Esto es emocionante, sabes muy poco tomo vacaciones y este lugar es muy bello.– —Ya somos dos yo me dedico a trabajar 24/7.— yo casi la abracé de la emoción… —No puede ser yo también soy así, es que tenemos cosas en común me caes bien.— ella sonrió, se veía que era un poco seria, pero mis locuras la hacían reír de vez en cuando, yo creo que seríamos mejores amigas. Estábamos hablando muy a gusto sentadas en la recepción y la dueña del hotel se nos acercó para llevarnos a nuestras habitaciones, yo me levanté para estrechar su mano. —Hola, un placer soy victoria.— ella mostró una agradable sonrisa y también se presentó. —Soy Valentina Velázquez es un placer conocerlas al fin, bueno las invito a qué me acompañen para llevarlas a su habitación.— ambas la seguimos y caminamos a un ascensor que era de cristal en el que podías ver todo el hotel por fuera y el hermoso mar. Llegamos al piso correspondiente y caminamos por el pasillo primero llevaron a Amelia me despedí de ella esperando volverla a ver realmente me cayó de las mil maravillas. — Adiós Amelia te veré en la noche.– —Igual Victoria te veré luego.— seguimos caminando y sorprendentemente mi habitación no estaba muy lejos de la de Amelia eso me gustaba… —Gracias Valentina eres muy amable.— ella sonrió y se fue yo entré a la habitación, ya mi equipaje estaba ahí y descansaría un rato para prepararme para la noche… Se acerca la hora y ya estoy casi lista, me arreglé con un hermoso vestido muy atrevido color rojo con la espalda descubierta y el frente un escote que dejaba ver un poco mis atributos… Me coloque un labial rojo y un maquillaje un poco más suave que hiciera juego con mi vestido, mis tacones altos de punta fina no podían faltar, me coloque mi collar que tenía un diamante en la punta y listo, victoria al ataque… Vamos a la dicha conferencia y luego a una buena fiesta. Victoria Cassano al ataque.
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