Xander Stone se encontraba conversando con Carla, la hija de un cliente importante.
Era una mujer hermosa pero caprichosa, y la única razón por la cual había aceptado ir con ella era porque el padre se lo había pedido muy cortés mucho tiempo atrás.
Para aquel entonces no tenía acompañante, pero entonces llegó Christine y deseó mandar a Carla al diablo para llevar a su esposa.
No la había vuelto a ver desde el jueves en la noche y eso lo estaba matando, no podía dejar de pensar en ella.
Xander levantó la vista y pensó que estaba alucinando, porque aquella chica era idéntica a su Christine. Se obligó a mirarla nuevamente y la realidad lo impactó.
No era una alucinación, era ella en verdad. Su dulce esposa parecía un ángel con aquel vestido blanco y el pelo suelto.
—Es una diosa —susu
