Capítulo 99
La verdadera boda
Ninguno de los pocos invitados que notaron las lágrimas de la reina Lucía tenía manera de conocer los pensamientos y los recuerdos que la abofetearon con fuerza en este instante, esos recuerdos que en algún momento fueron sus tesoros y solo dos años después de su boda se convirtieron en un chiste; al fin y al cabo, las mujeres comunes tienen tendencia a llorar en las bodas y ese comentario inicial del oficiante fue tan familiar que quien no conozca a la Reina Lucía pensaría que es una romántica empedernida, o que siendo una de las mujeres que uso ese vestido por amor no haya logrado contener sus lágrimas…
¡ja! En realidad, esa mujer astuta corrió con la suerte de que su hermano no estuviera pendiente de sus lágrimas porque probablemente hubiera descubierto
