Lexter Feridank
Es chistoso pensar que una mujer crea poder escapar de nuestro dominio, no lo digo por mí, a un no encuentro mi mate y posiblemente nunca la encuentre, solo pienso en mi beta, tuvo la peor de las malas suerte, su mate resultó ser una insignificante humana, la cual había aprovechado un descuido y se había escapado en la madrugada. Dejé de recriminarle por su falta de tacto y me ofrecí para buscarla, debía aparecer viva o muerta, no tenía el derecho a semejante humillación y rechazo, aparte de que podía poner en peligro la seguridad de la manada, delatando nuestra ubicación exacta...miré hacia la cabaña de Elioth y observé que se acercaba a mí, junto a 2 hombres lobos más, para ayudarnos en la búsqueda.
—Alpha estamos listo. —Me dice Elioth mientras lo veo llegar.
—¿Tienes alguna idea de cuál ruta pudo haber tomado?...Siendo humana no creo que esté muy lejos, Tampoco descarto la posibilidad de que haya sido raptada por vampiros. —Le respondí, viendo en su rostro que ya le estaba causando efecto el estar lejos de ella.
—¡No! Dania está bien, recuerda, es mí mate y la marqué, tengo una conexión especial con ella. —Escupió esté mirando con rabia hacia el bosque. Si Elioth los creía, posiblemente tendríamos la fortuna de encontrarla con vida...Era bien sabido de la conexión que tenían los hombres lobos con sus mates, incluso podrían debilitarse y hasta llegar a morir sí estaban separados por un largo periodo de tiempo. Por suerte yo no tenía la desdicha de tener mate, La diosa Luna se había olvidado de mí, pero con esto me había dado la oportunidad de no tener debilidad, a falta de una luna me tenía creada mí propia versión del paraíso "un harén de lobas" de la mejor casta, hermosas y sensuales...siempre dispuesta a satisfacer los deseos de un Alpha, y no cualquiera, soy el futuro Rey Alpha, de todas las manadas del mundo, me luce ser exigentes en todo, aunque suene ególatra o engreído.
Actualmente mí favorita era Sharon, una sensual loba de un rubio platinado, con grandes pechos y piernas que parecían interminables, tenía más de 5 meses en la manada, decidió quedarse luego que viniera de visita con su hermano él Alpha de la manada Luna Dorada, esa noche nos fuimos de juerga, después de varios tragos y roces traviesos en la pista de baile, se fue evidenciando lo que sospeche cuando llegó, me observo con descaro, proyectando su aroma de loba en celo,"me deseaba" yo aproveché esa misma noche, la cogí hasta el cansancio en medio del bosque, pensé que solo sería un polvo furtivo, uno muy delicioso, pero que al final me dejaban vacíos como todos los demás. Cuando la vi marcharse al otro día con su hermano, nunca pensé la increíble sorpresa que me llevaría horas después, apareció nuevamente en la tarde con todas sus pertenencias, proclamando ser la reina luna de la manada. Al principio lo tomé como un chiste su atrevimiento, no me gustaban las mujeres atrevidas...¡si! pero solo en la cama. El tema de ser mi luna no era negociable, simplemente no quería una .
Aunque sí La diosa Luna se decidía enviarme una, se que sería un loba fuerte, sabe que nunca aceptaría una humana o una loba Zorra/trepadora como Sharon que al final se conformo con ser la favorita de mi harén, aunque seguía insinuando a mis espaldas que sería mi Luna, 'la muy ilusa'.
El bosque estaba en aparente normalidad, desde que emprendimos la marcha no habíamos olfateado ningún olor en particular, miramos por todos lados buscado huellas, inspeccionamos las ramas rotas, viendo que no teníamos una dirección clara, pensamos dividirnos, lo cual no hizo falta, cuando el lobo de Elioth tomo posesión de él y este empezó a correr en una dirección que jamás sospeche, le indique a los demás que lo siguiéramos, eran buenos indicios, duramos cerca de media hora corriendo, jamás me hubiera imaginado que una humana pudiera llegar tan lejos en tan poco tiempo. Los cuatro nos paramos de un impulso cuando Elioth empezó a olfatear con mas intensidad, su lobo parecía inquieto a la vez.
Ella estaba aquí, esta muy cerca, la puedo oler. —Comienza a olfatear y sus sentidos se vuelcan hacia un enorme muro. —Esta detrás de esa muralla Alpha. —Dice mi beta mirándome con incertidumbre, esperando una señal mía que lo autorice a volar el muro y seguir avanzando. Vacilé, y miré a Elioth con autoridad. Estaba prohibido cruzar esa muralla, era tierra santa, tanto brujos, lobos y vampiros habíamos respetado esas reglas desde hace mas de un siglo cuando habían comenzado a construir iglesias en esa parte del bosque. Al principio las restricciones fueron solo para los vampiros y brujos, algo innecesario, por naturaleza los brujos y vampiros se veían neutralizados por la energía que emanaban de esos templos, los hombres lobos sí después aceptamos no cruzar las barreras que nos dividen, por respeto, en señal de paz.
—No podemos, es tierra santa, nuestros límites son hasta este muro. —le dije esperando que hiciera caso, podíamos esperar que está saliera de esa zona.
—¿Qué hay detrás exactamente de estás paredes Alpha?. —Pregunto fredeck, uno de nuestros guerreros, con curiosidad.
—No se con exactitud, pero escuché que habían construido muchos monasterios, nunca he tratado de mirar mas allá.—Le conteste. Volví a mirar en dirección a Elioth, caminaba de un lado para otro con desesperación, su lobo estaba inquieto, temía que pudiera cometer una locura. Eso me preocupaba, no era para menos, no solo era mi beta, también mí único amigo, debía hacer algo. Me acerqué a él, tenía un plan pero debía esperar, por ahora solo tenía pensado subir hasta lo alto del muro, para ver sí alcanzaba a ver a Dania. Mi presencia podría asustarla y hacerla salir de ese lugar, eso nos permitiría lograr atraparla y terminar la agonía de mi beta. Aparte no violaría ningún acuerdo de paz con solo subir y mirar.
Tuvimos de acuerdo en lo planeado y decidí subir, me fui trepando con agilidad entre los árboles, luego de un salto llegué a la cúpula del muro, use mis garras para sostenerme hasta estabilizarme.
Esperaba encontrar varios monasterio, para mi sorpresa solo había uno y estaba ubicado ,muy cerca del muro, desde mi perspectiva podía verlo en su totalidad.
El templo se distinguen por adornos en su estructura. Campanarios decoran los rascacielos de tejados puntiagudos y aleros liberales.
Era de reducidas dimensiones, el malva cálido vestía sus paredes, lo hacia lucir distinguido, al igual que remilgado, haciendo juego con el huerto y su jardín cursi, tanto mi lobo como yo nos sentimos empalagados al ver tantas rositas, para terminar de rematar divise una fuente con patos nadando, "mi lobo gruño, excelente aperitivo uhhh"
Cerca ocupan espacios algunos querubines de bronce. Alrededor de ellos distribuidos de manera astuta, lo demás eran arbustos frutales, como cerezos, ciruelos rojos y muchas florecitas, por la pinta dulce del lugar hay solo podían vivir monjas, si debía ser, agite mi rostro para despabilarme y dejar tan hipnotizante cursilería, fije mi vista hacia abajo, le hice seña a mi beta para que subiera.
En unos segundos estuvo cerca de mi.
—No tienes porque preocuparte, es un lugar seguro, esperaremos salga para atraparla, ya debemos irnos, esta oscureciendo le dije apartando la vista.
—Espera, alguien esta saliendo. —Dijo Elioth en tono esperanzador.
Volví a poner mi atención, más por la inquietud de mi lobo que por las palabras de mi beta, me enfoque en cuatro jóvenes vestidas de habito, como lo supuse, era un convento con dulces monjitas, tres de ellas se sentaros, mientras una se alejo, acercándose mas a nosotros, la mire, sentí curiosidad ¿que ocultaba tanta tela? Levanto el rostro ya mas cerca de nosotros pude estudiar su facciones, tenia un rostro exquisito, enorme ojos almendrados color turquesa, coronados por espesas pestañas, esos labios carnosos, sentí lujuria al imaginarme besándolos, mordiendo sus bordes y ponerlo a chupar mi virilidad….. fue mi perdición una brisa fresca, trajo consigo el regalo de su aroma, era una combinación de miel, fresas y chocolate, mi olor favorito, sentí mi lobo extasiarse ¡Mía! nuestra le corregí , debía llevarla a casa aunque fuera una insignificante humana…nooo… me negaba aceptar tal ofensa.
Una humana que me atrae, aunque su cuerpo era un misterio aun, por ahora claro.
—¡MÍA! — volví a exclamar en voz alta, incitado por mi lobo.
—¿ Es nuestra luna, Alpha?. —Me pregunto mi beta, esperando una confirmación positiva. —Debemos ir por ella, si es así.
—No, la Diosa Luna me ha castigado, me envío una débil humana, como mate, esperare. —Mi lobo no estaba complacido con mi decisión de no tomar la novicia, decidió accionar, tomo el control total de mi cuerpo, tronaron mis huesos, el rojo de mis ojos se intensificó, en un instante Devil aúllo desde las altura y se lanzo a buscarla.
La bestia dio grandes zancadas, la tierra temblaba a nuestro paso, se escuchaban los fuertes gritos de las monjas, el olor a miedo invadía todo el lugar, corrí hasta donde podía sentir con mas fuerza su olor, cruce uno de los pasillo mas angostos, el terror que vagaba por los aires era excitante, destroce la primera puerta, para mi decepción no estaban hay, cuando estaba a punto de patear la segunda escuche una voz desafiante de mujer.
—¡Estamos aquí maldita bestia...!
—Con que hay te escondes primor.—Una sola patada y la madera salio volando para atravesar los vitrales y volverlos añicos. Ella estaba parada, deforma desafiante en medio de la capilla, como quien espera al diablo para combatirlo.
—Te reprendo Satanás, ordenó que te esfumes con tú maldad. –La escuche decir, no pude evitar reírme de su ingenuidad. Estaba tan cerca, su belleza era como un resplandor, sin vacila la tome por la cintura, para luego depositarla en mi hombro.
—¡ ERES MÍA…!. —Seguido la sentí desmayarse en ese preciso instante, era lo mejor, me evitaría lastimarla. Me gire, mi beta estaba detrás con su mate al hombro y otro de los guerreros.
— ¡Vayámonos!. —Salimos dejando atrás una mudez pesada en el aire, pero mi deseo de posesión me cegaba de egoísmo, solo podía pensar en la mujer que llevaba conmigo.