Octavia —Entonces tenemos tiempo de ir de compras, ¿no? —preguntó Sam, su entusiasmo era evidente, sus ojos brillaban. —¡Claro que sí! Almorzaremos fuera hoy, luego iremos de compras y en la noche nos vamos, ¿les parece bien? —añadió papá. —¿Estás dispuesto a pasar la tarde comprando ropa con tres chicas? —pregunté con una sonrisa, sabiendo que a papá no le emocionaba la idea de pasar horas en tiendas de ropa. Siempre terminaba siendo nuestra mula de carga y se aburría, aunque no quisiera admitirlo. Sin embargo, eso solo lo hacía más encantador a nuestros ojos. —No me voy a perder pasar la tarde con mis tres chicas favoritas en el mundo por nada —juró papá, su amor por nosotras era palpable en sus palabras y gestos. —¡Eres el mejor papá! —chilló Sam emocionada y saltó hacia él para ab