Por la mañana desayunando volvieron a hablar del mismo tema. —Buenos días. —dijo Amelia. Voltearon a mirarla respondiendo al saludó, ella los miraba serios, pero Emilia sonreía de forma peculiar y amenazante. —Gracias, te veré después Amelia. —dijo Emilia. Se dirigió a las escaleras. —Disculpa. —dijo Sebastián. Se levantó y siguió a Emilia. —Espera, lo siento fue mi decisión hacer lo así y no miento solo quiero hacer las cosas bien. —dijo Sebastián. Giro para verlo respiro puso su mano sobre su hombro. —Sé que tardaremos para entendernos, conocernos, pero no vuelvas a ocultar me nada —, se acercó aún más a él, mirando sus ojos verdes, —Solo debes besarme tu secretaria celosa y chismosa solo nos mira notara algo raro. —dijo Emilia. Sebastián la rodeo y la pego cerca de él