La misma noche New York Christopher Dicen que una milésima de segundo puede cambiar tu destino, al extremo de sentir que el mundo se detiene o avanza muy lento esperando una reacción, tanto que tu cerebro empieza a analizar los posibles escenarios por tu elección, y va más allá viendo el desenlace. Sí, de todo hacemos un drama o tenemos miedo de vivir sin restricciones, porque no son pesadillas de nuestra cabeza o un espejismo que creamos, es que sabemos las consecuencias de nuestros actos. En mi caso antes no sentía ese peso, menos estar en una encrucijada por culpa de mis instintos, pues por más que quiera ponerme una venda en los ojos, no puedo mentirme a mí mismo, me gusto esa sensación de poder, de someter y dominar. Con todo no me deje tentar por Adriana, fue difícil no azotarla