El mismo día
New York
Harry
Busco en los ojos marrones de mi madre algún indicio de su respuesta, pero ella es una mujer enigmática, llena de misterios, más que todo cada paso que da es estudiado, al punto de sus jugadas estar adelantadas, como si fuera una partida de ajedrez y siempre tiene como frenar a su rival. Entonces arriesgué y me puse en sus zapatos, pues no tiene escrúpulos. ¡No! No miento, conozco a la baronesa Caprini y se de propia mano su esencia, no me pondré una venda en los ojos para repetir lo que no es, ni siquiera por ser parientes, tampoco es cuestión de tener sangre fría, se llama tener los pies sobre el piso, y no bajar la guardia, porque recordemos que mi madre me está usando sin pedir mi opinión.
–¡Harry! El título a veces te nubla los pensamientos, porque no puedes atacar a la presa sin antes conocer sus debilidades, de lo contrario terminarás siendo cazado y destrozado en mil pedazos. Debes hacerte amigo de Christopher, sí es posible ser su confidente, y con Jaqueline no es necesario que la seduzcas, solo gánate su confianza, ayúdala en lo que necesite, incluso en su escuela de modelaje– menciona con un tono de superioridad y mi rostro tensado no puedo sacarlo, más bien aumenta mi malestar con cada palabra que repite.
–¡Crees que soy un inútil! ¡Incapaz de pensar! Pero déjame corregirte madre, los hermanos Mckeson me pidieron un favor y accedí, a pesar que debo rebajarme para desfilar sobre una tarima. Sé jugar cualquier reto y este no será la excepción– sentencio con mi voz enardecida y arquea la ceja para darme una mirada extraña.
–Harry no se trata de jugar un reto y ganarlo, es mucho más complicado y difícil de conseguir lo que busco, aunque no vas por mal camino, pero no es suficiente– dice con ese tono de desprecio que siempre usa conmigo, nada la complace, todo lo hago mal y jamás reconoce mi esfuerzo.
–Hijo daré una fiesta para reinaugurar la mansión y quiero que te asegures de contar con la presencia de Christopher y Jaqueline, ¿Podrás hacerlo? –arremete y frunzo el ceño.
–Claro que puedo hacerlo, pero sácame de mi ignorancia, ¿De quién es esté lugar? ¿De algún antiguo amante? –rebato, para después hablarle con un tono de sarcasmo y me clava los ojos.
–¡Harry! No acabes con mi paciencia, estoy intentando ser civilizada contigo. Esta propiedad la compro el difunto Robert, tu padre, por lo que decide darle uso y la mejor forma de hacerlo es ofreciendo una fiesta por todo lo alto– pronuncia y me deja pensativo.
Será del sujeto que engatuso para darme un apellido, porque ese hombre no era mi padre, igual puedo sacarme provecho de esa fiesta teniendo unas invitadas especiales, no los hermanos Mckeson, más bien pienso en Martha y su amiga Collete.
–¿Cuándo será que la señora dará su fiesta? ¿Será que puede comunicármelo? O ¿Debo esperar qué se apiade de mí? –averiguo con un tono de ironía.
–El sábado…–dice y sigue hablando, pero su voz la escucho con un eco mientras me sumerjo en mi burbuja.
¡¿Ha dicho el sábado?! Faltan pocos días, además el desfile es el martes y no creo que Jaqueline asista para distraerse, ni el idiota de Christopher, ¿Cómo los convenzo?
Unas horas más tarde
Christopher
¿Quién dijo que era fácil desfilar? No lo sé, pero al idiota que lo hizo le repetiría un par de verdades y unos cuantos insultos, porque todos estos días me han sacado hasta el aire de los pulmones, escuchando los consejos del profesor. Levanta la barbilla, ponte recto, suelta los brazos, cambia esa cara, es que cada vez se ponían más exigentes, nada les parecía bien, y era como recordar mi infancia, los sermones de mi padre, claro que quien ha disfrutado mi calvario ha sido Jaqueline. Ha estado presente en cada ensayo y exigiendo no parar, como hoy que no me deja marchar, en cambio Harry dio un par de giros, camino un rato por el escenario y está retirándose, no sin escucharlo antes.
–Christopher un consejo, deberías relajarte y no dejarte abrumar por las instrucciones del profesor, pero sé lo que necesitas para hacerlo– repite y lo miro pensativo.
¡¿Cree que me drogo?! Tengo mis límites, más bien lo que me hace falta es olvidar está abstinencia forzada, necesito sexo, acostarme con alguna chica y toda está tensión se esfumará.
–Te escucho amigo, ¿Qué tienes en mente? –replico con mi voz inquieta y me da una mirada confusa.
–Mi madre dará una fiesta el sábado para sus amistades, ya sabes unos viejos aburridos, pero puedo invitar a quien quiera, podemos tener una noche diferente y entretenida, además habrá chicas de nuestra edad, ¿Te apuntas? –explica y lo miro indeciso.
No es mala la oferta, sino que Jaqueline me matará si arruino su desfile, así que debo ensayar y comportarme, aunque podría intentar convencerla, complicado, no imposible.
–Harry no suena mal la idea, pero si ves adelante. Jaqueline está sentada observando mi progreso, y no me dejará libre hasta que pueda desfilar decentemente. Ese es mi problema, ¿Quieres intentar convencerla? –relato, señalo, y pregunto ganándome una sonrisa de satisfacción suya.
Un momento más tarde
Todavía estoy asimilando lo que sucedió, Harry expuso un par de cosas y mi hermana accedió con tanta facilidad, dejándome inquieto con algunas dudas, ¿Será que le interesa mi amigo? Sería perfecto, no más novio pomposo y engreído, aunque con las mujeres nada puede darse por sentado, porque como dice mi padre “Ellas son un enigma, son de otro planeta” Sobre todo Jaqueline vive respirando por su escuela, entonces debe haber otra razón para haber accedido y me consume la curiosidad, como tal aprovecho el descanso que tengo para averiguarlo.
–¿Puedo preguntar algo? –averiguo y aparta su mirada de sus carpetas.
–Ya lo estás haciendo Christopher, ¿Qué quieres? ¿Marcharte? –responde y tuerzo la boca.
–Sí quiero marcharme, pero no me refería a eso, sino que todavía sigo dudando de tus motivos para aceptar la invitación de Harry, ¿Por qué lo hiciste? –expongo con firmeza.
–¡Hermanito! Mataré tu curiosidad por esta ocasión. No es una simple fiesta la que dará la madre de Harry, seguro debe estar muy bien relacionada y no me basta tener desfilando a un barón como mi modelo, necesito publicidad y apoyo empresarial. Recuerda que no solo mi nombre estará en boca de toda la sociedad neoyorquina sino también nuestro apellido, como tal aprovecharé para relacionarme con la gente adecuada– explica y adiós a mis esperanzas de que olvide al idiota de Steven.
–Eres como nuestro padre, él solo piensa en sus malditas empresas. Deberías olvidarte un poco del trabajo y divertirte, con un tipo como Harry. ¡Piénsalo! –replico y me sonríe.
–No puedo, me preocupa el desfile y cambiaré tu método de enseñanza. Vamos para que contemples a una modelo con experiencia, podrás apreciar como se mueve Martha en la pasarela, ¿Vienes? –rebate y propone dejándome pensativo.
Martha
Entre las clases y los ensayos acabo muerta de cansancio, porque siendo sincera el profesor que me designo Jaqueline es bastante riguroso y exigente, para el sujeto no basta tener la pose correcta al desfilar por la pasarela, se necesita de soltura, usar el maquillaje preciso, o el término que repitió “Actitud” Pues muchas personas piensan que ser modelo es dar dos pasos, un giro y basta, pero es más profundo, debes cuidar tu figura haciendo dieta y ejercicios, haber tomado unas clases de actuación, ser sociable y saber algunos idiomas. No somos cabezas huecas como algunos hombres piensan, lo nuestro va más allá de lo físico, y se requiere tenacidad para competir en este mundo del modelaje. Además, debo rescatar que estoy estudiando gestión en negocios, pero la elección fue mía, ya que debo confesar que se me dan bien los cálculos, me fascinan los números, y la idea original era ayudar a mis padres para consolidar el mercado dentro de España y quizás poder exportar los vinos en un futuro.
En fin, escucho atenta las indicaciones de Luigi mientras mi amiga me espera para marcharnos, la pobre hace más de una hora que termino su ensayo y yo sigo aquí, pero no puedo quejarme, porque tengo sobre mis hombros una responsabilidad enorme, iniciaré el desfile de uno de los diseñadores más reconocidos en la actualidad, Karl Lagerfeld, el hombre está a la par que Versace, Yves Saint Lauren, entonces no me está permitido fallar, en todo caso es mi oportunidad para estar más cerca de la cima. Aunque parece que por fin se acabaré mi día pues escuche la palabra mágica “Es todo”.
–Martha mañana a la misma hora, aunque te adelanto que habrá la prueba con los vestidos, Karl no quiere dejar escapar ningún detalle para el día del desfile, así que cuida tu dieta, no puedes aumentar ni una onza, ¿Sí? –informa, y advierte con su voz chillona, en verdad es un personaje, pero es excelente en lo que hace.
–Luigi soy una obsesiva con mi peso, me cuido en las comidas, entonces te pido que te relajes– respondo y niega con la cabeza.
–¡Vete! ¡Vete! Porque no sabes como sufro antes de cada desfile, solo a Jaqueline se le ocurre hacerme padecerse– replica con su voz trágica, exagerada y me muerdo los labios para contenerme las ganas de reírme.
Busco la escalera para bajar del escenario, pero mi mirada se pierde al frente cuando presencio a Collete charlando de lo más entretenida con Harry Johnson. Resoplo para armarme de paciencia, porque esto ya no es casualidad, este hombre parece mi sombra, doy dos pasos y me lo encuentro cuando menos lo espero. No creo que sea un socio de la escuela, tal vez es amigo de Jaqueline o su novio para andar con tanta confianza por los pasillos. En resumidas cuentas, un sinvergüenza, un playboy, que usa su posición para embaucar a las chicas. Lo cierto es que no puedo escaparme de él, avanzo a dónde está mi amiga y mostrando mi rostro apacible lo saludo por cortesía.
–Hola Harry ¿Cómo estás? –digo y me da una sonrisa afable.
–Hola Martha bien ahora que te saludo y lo mejor fue verte sobre la pasarela. Como dije antes, serás la reina sobre el escenario y el desfile no será la diferencia, el éxito está asegurado– replica dándome una mirada penetrante y arqueo la ceja.
–Creo que exageras, además el éxito no solo dependerá de mí, sino de toda la escuela, de todas las modelos, entonces habrá que esperar los resultados, además he escuchado que los dos sujetos que consiguió Jaqueline son unos novatos– pronuncio y tose como si le incomodará el comentario.
–Martha estaba charlando con Collete y convenciéndola para que asistan a la fiesta que dará mi madre el sábado en su mansión, por favor no acepto una negativa a mi invitación, ¿Vendrán? –dice y me deja en jaque.