Capítulo 2: Mis Angeles de la Guarda

1358 Words
Estaba en su oficina del Corporativo Moore. Bastian se había portado con ella como un enorme ángel de la guarda y Camila, era su mejor amiga, esa fatídica noche que nadie quiere recordar, Larissa se convirtió en la mejor amiga de Camila, gracias a ella el video de su vi0lación no salió a la luz y los dos hombres responsables terminaron en la cárcel. Fue acogida en la casa de ellos y la ayudaron a establecerse en los Estados Unidos luego de que su padre la echara de la casa por atreverse a exigirle trabajo en su propia compañía. Y ella tuvo que desistir cuando su padre le dijo que, si no obedecía, su madre pagaría los platos rotos, así que ella tuvo que irse y dejar a su madre a merced del tirano de su padre. La vista desde su oficina era perfecta y el paisaje nevado una delicia. Estaba emocionada y al mismo tiempo, muy presionada, quería demostrarle a Bastian que podía confiar en ella. Él y Camila le estaban dando la oportunidad de su vida, no los iba a defraudar. Pasaron seis meses y Bastian la llamó a su oficina. Estaba algo nerviosa, llamó a la puerta y la voz ronca de él le dijo que podía pasar. Ahí también estaba Camila. —Hola preciosa, ¿Cómo estas? – se acercó y la beso en las dos mejillas y ella le dedicó una sonrisa radiante, le sobo la panza de ocho meses, estaba enorme - ¿Qué haces aquí, deberías estar en reposo? —Lo mismo le dije yo, pero ya sabes como es mi preciosa mujercita – su esposa se acerco a su cara y lo beso, él le sonrió, no podía enojarse con ella. —Quería estar presente cuando Bastián te diera la noticia. —¿Noticia? ¿Qué noticia? Camila lo miro y le apretó la mano, luego le sonrió a ella. Larissa suspiro ruidosamente. —Ari, ya tienes seis meses con nosotros, estamos muy contentos con tu desempeño. Creo que ya es tiempo de que te foguees en los puestos mas altos. Quiero ofrecerte la Dirección del área de Presupuestos y Nuevos Proyectos. Abrazo a Camila muy satisfecho, disfrutando con la cara conmocionada de Ari. No sabia si estaba en shock porque le seguían diciendo Ari o porque no podía creer la promoción que le estaba ofreciendo y en tan poco tiempo. Pero era tan inteligente y dedicada, siempre era la primera en llegar y la última en irse, no se iba a casa hasta que se aseguraba de que todo estaba listo. —¡Di algo cariño! – ambos la miraban divertidos. —¡Bastián! No puedo creerlo, no se si me lo merezco, pero te aseguro que hare lo necesario para estar a la altura de tu confianza. —¡Lo sé, querida! Si no lo supiera, no te hubiera promocionado. En esta empresa todos se ganan su lugar, nadie obtiene nada gratis. Por mucho que seas la mejor amiga de mi esposa, si no lo merecieras, no te lo hubiera ofrecido. —Si yo se lo hubiera pedido, lo habría hecho ¿cierto BB? Yo se como obligarlo a hacer lo que yo quiera. Pero te lo mereces Ari, eres una gran persona, pero eres todavía mejor en tu trabajo. —¡Gracias a los dos! De verdad, sin ustedes, no se que habría sido de mi – sus ojos se rasaron, tenia que huir de ahí, no quería parecer débil, no el primer día de su promoción – Tengo…. Tengo que ir a… a… firmar algunos documentos. Gracias a los dos…….. Mejor salió de ahí, fue directo a su oficina y se encerró a llorar, ella nunca lloraba, pero desde que paso lo de su padre, se sentía muy vulnerable y cada vez que hablaba con su madre por teléfono, lloraba. Ella le decía que estaba bien, pero sabia que mentía, tal vez no la golpeaba, pero si la humillaba. Algo tenia que hacer al respecto, siempre le decía que lo abandonara, que se fuera con ella a Estados Unidos, pero se negaba, decía que no las dejaría en paz, la empresa estaba a su nombre, era la herencia de sus padres, no podía dejarla así como así. Media hora después, ya mas controlada, le pidió a su secretaria que la ayudara a poner todo en orden para entregar el puesto y hacer la transición con su próximo jefe, ella le dijo que la extrañaría, que había sido una jefa estupenda y que aprendió mucho con ella, a diferencia de otros jefes que no le enseñaban nada y solo sabian dar ordenes. Le prometió que hablaría con Bastián, ella le había ayudado mucho y aprendía rápido, si ella obtuvo el nuevo puesto, fue porque Caro había tenido mucho que ver, también se merecía una oportunidad. Bastián paso un momento a su oficina antes de salir rumbo a su casa. Le dijo que Camila no podía asistir al coctel que la empresa organizaba cada año y este era más importante por ser ser el vigésimo aniversario. Estarían ahí todos los directivos de la empresa y de las filiales en el extranjero, ocmo nuevo m*****o de los directivos tenia que asistir y seria su acompañante, lo había decidido Camila. —Yo, no….. —Se lo que dirás, pero ella ya se encargo de todo. —Bueno, no hay nada que decir, cuando Cami toma una decisión…… —No hay nada que la haga cambiar de opinión. Eso era todo, me voy con ella, creo que ya no regresare por la tarde, cualquier cosa que necesites infórmale a mi asistente. —Esta bien, no te preocupes. —Nos vemos mañana. Se quedo pensando en la fiesta, ahora que era parte de la directiva, tendría que asistir a muchos cocteles, así que el nuevo sueldo le vendría bien, y tendría que comprar vestidos caros, no podía asistir con cualquier clase de ropa. Tenia sus ahorros y lo que había sobrado de su fideicomiso, además su madre le depositaba dinero a escondidas de su padre, lo hacia por medio del abogado de sus abuelos. No era una indigente, pero tampoco podía comprarse ropa demasiado cara. Quizá podría obtener una tarjeta de crédito y comprar lo que fuera necesitando. Se quedo hasta una hora después de la salida y todavía paso a la oficina de Bastián y le pregunto a su asistente si todo estaba bien, una vez que la convencieron de que si, se retiro hacia el ascensor. Estaba saliendo del vestíbulo cuando el portero la llamo, se acerco pensando que necesitaba algo, pero le entrego un llavero, lo miro sin comprender nada, el sonrió y le dijo que estaba en el estacionamiento. Su cara se ilumino, no pudo evitarlo, fue al estacionamiento y oprimió el botón, las luces de un coche n***o parpadearon. Enseguida un mensaje entro en su teléfono. Buenas noches, hermosa ¡¡Es tu nuevo auto, disfrútalo!! Con tu nuevo puesto, vienen grandes beneficios. XOXO ¡Muchas Gracias, Cami! Se que todo esto tiene que ver contigo. Ningún directivo tiene un Mazda como ese, propiedad de la empresa, a menos que sea propio. XOXO Se subió al auto y encendió el motor, perfecto, ronroneaba como gatito. Se recargo contra el respaldo, sonrió. Salió del estacionamiento, los cuarenta y cinco minutos que hacia desde su departamento hasta la casa, se convirtieron en media hora con el trafico. No importaba, el coche era ciento por ciento nuevo, cálido y confortable, el mismo modelo que le había descrito a Camila. Cuando llego a su apartamento, encontró una maleta en la puerta, tenia las iniciales CM. La metió y la dejo en el pasillo, se fue directo a la cocina, estaba cansada y no tenia ganas de cocinar, así que solo comió un emparedado de jamón y queso con agua mineral, después de terminar se lavo las manos y llevo la maleta a la habitación. Al abrirla, estaba llena de vestidos de noche, zapatos y accesorios, además de un neceser lleno de los mejores productos de maquillaje del mercado. —¡Por Dios Camila! Piensas en todo……… eres como mi "Hada Madrina"
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