Toda la oficina era un hervidero de chismes, Octavio se había encargado de que todos se enteraran de su matrimonio, aunque no sabían quien; exactamente, era la afortunada. Sin embargo, se daban una idea, lo que significaba que era cuestión de tiempo para que todo el corporativo de USA se enterara. Bruno llegaba hoy en la noche y ella se casaba pasado mañana. Octavio le estaba exigiendo que desde mañana durmiera en su apartamento, podría arreglarse ahí antes de salir al registro civil. Y ella tenia que ir a recoger su vestido a la tienda, el modelo lo escogió su futuro esposo y solo le estaban haciendo algunos ajustes; había bajado de peso. Las ultimas veces que vio a su madre, no fue capaz de contarle sobre la inminente boda, se veía un poco mas tranquila y no quiso perturbarla, preferí