Al día siguiente llegamos a la cabaña donde una vez vivió Nora hace años; me sorprendió que otra bruja no la haya tomado, cada vez somos menos. La cabaña es un poco más grande, aunque está toda empolvada y sucia.
–Parece que nadie ha estado aquí en años –observó Ethan alrededor.
–Cuatro años para ser exactos –respondí colocando mi bolso en el suelo –. Una amiga vivía aquí, deje de venir cuando ella murió.
Caminé hacia el dormitorio, tenía que buscar un viejo libro de hechizos que Nora guardaba en una tabla floja del piso, tenía varias en toda la casa donde guardaba cosas, recuerdo que lo mencionó en una o dos ocasiones.
–Lamento escucharlo.
Me incliné a tocar algunas pequeñas tablas, no recordaba cuál era; hasta que una se movió, el libro de portada de negra y cuerda dorada seguía aqu
