Tengo que contar hasta diez o juro que voy a patearle las canicas a este estúpido hijo de papi y mami, que me mira con suficiencia. ¡Es que en verdad piensa que va a ganarme en esta guerra! Bien, voy a demostrarle quién es Emma Benedict en verdad. —Para empezar, te digo que no estoy desnuda, solo tengo la lencería que me hicieron usar para nuestra noche de bodas. Segundo, en este hoyo no vas a entrar, así que te aconsejo que busques otra trinchera, allá afuera hay muchas cariñosas que pueden suplir tus necesidades —él se enfadó—. También está la solución que metas a tu amiguito en un avispero o en un hormiguero para quitarte las ganas…. —¡Oye…! —Y bien… ¿Qué tal están por aquí? —apareció mi "suegro" de pronto, con una enorme sonrisa como si se hubiera ganado la lotería—. ¿Ya se está