―¿Qué? ―El corazón se le aceleró de inmediato. ―¿Qué está sucediendo, Nozel? ―Hadassa se giró para mirarlo, su tono de voz es primera vez que lo conoce.
―Es su tío, mi joven príncipe. ―Baylor cerró los ojos con fuerza. ―La situación es grave, él insistió en que no lo llamáramos, pero debía hacerlo.
―Te lo agradezco. ―Baylor cerró la llamada.
―¿Qué sucede? ―Hadassa se preocupó, ese gesto no es para nada propio de él. ―Bestia, ¿Qué pasa?
―Debemos irnos. ―Le comunicó. ―Mi tío no está bien, yo debo estar ahí. ―Maldijo en voz alta. ―No es justo, ¡Carajos! ―Protestó furioso.
―Tranquilo. ―Hada lo abrazó con fuerza. ―Sé como te sientes. ―Lo miró a los ojos. ―El terror que crece en ti y la presión en tu pecho por tu corazón dolido, pero ahora debemos empacar para salir de aquí lo antes pos
