Capítulo 2

2226 Words
Caminé por la casa sin quitar mi vista de mi celular. Estaba consciente de que después de hoy mis días no serían como lo habían sido toda mi vida, pero sin duda valía la pena para mi hermana. Lo mínimo que podía hacer en ese momento era recalcar la buena decisión que tomó Katrina. Me alegra que hayas aceptado. Allison será increíble para su institución. Estamos prontos a salir para allá. Escribí rápido el mensaje y lo envíe a Katrina mientras terminaba de bajar las escaleras para salir a donde estaban los autos de nuestros amigos y los nuestros. Sus visitas no eran poco usuales, al contrario. Organizábamos nuestras semanas para poder tener momentos como estos a cada tanto: solo nosotros. Sin presiones ni obligaciones u otro objetivo. Pero por supuesto que hoy era diferente, nuestra duquesa se iba por un largo tiempo, ninguno la vería cómo estamos acostumbrados. Y estoy segura que de haber tenido tiempo, Allison habría planeado una fiesta increíble de despedida con la atención de todos nuestros conocidos. Sin embargo, este momento era suficiente para todos. - Tu colegio actual no es malo. -se encogió de hombros Hillary con un cigarrillo en su mano.- ¿Por qué hay tanta desesperación en irte a Elite Cross? Aproveché que estaban ocupados y tome las llaves del auto antes de acercarme a ellos. No era necesario saludarlos por lo que solo me acomode al lado de Hillary, disfrutaba un poco el olor del cigarro aunque yo misma no fumara. - Es un internado, normalmente todos huyen. -asintió Brad, confundido. Admito que yo debía darle levemente la razón. Los padres solían amenazar a los jóvenes con mandarlos lejos. A internados en Suiza o distintas partes del mundo. Lo que nadie podía entender era que Elite Cross era un internado demasiado importante para el futuro de una persona y no solo eso sino que era una de las tradiciones Mitchum más largas. Nuestra bisabuela había asistido ahí. Nuestra abuela también y nuestra madre conoció ahí a nuestro padre. Al igual que todos los internados tenía reglas rígidas pero permitían a los estudiantes salir los fines de semana y tenían eventos todos los viernes. Además las actividades eran diversas y había gente muy importante e interesante en el lugar. - Elite Cross es diferente. -comenté girando las llaves de nuestro auto en mi índice. - Si, es precioso. -me dio la razón Allison.- Las habitaciones son enormes. Enseñan todo tipo de actividades. -sonrió intentando transmitir su emoción.- ¡Incluso a montar a caballo! Las instalaciones son modernas y tienen todo lo que necesites para satisfacer cualquier necesidad. Además, al ser las clases tan pequeñas, los profesores te motivan a aprender. Las clases son prácticamente personalizadas adaptándose a los estudiantes. En el último año trabajan con empresas de todo el mundo y son el centro de desarrollo más innovador del mundo. Actualmente están trabajando en compresión cerebral para ayudar a la conexión con inteligencia artificial. Para cualquiera con ánimos de destacarse era un lugar perfecto. Daban demasiadas oportunidades a los de último año para poder entrar en las mejores universidades. Tenían convenios con el top diez de universidades más importantes del mundo y eran extremadamente exclusivos. Pocas personas lograban entrar. Era un sitio para chicos prodigios básicamente. Solo abrían dos cupos por generaciones para estudiantes transferidos y doce cupos para entrar desde infante. - No se escucha mucho de él. -frunció el ceño Lindsey y Allison negó. - Es tan exclusivo que casi nadie lo conoce. Para aplicar te debieron de contactar ellos o entrar como referencia de ex alumno. -comenzó a explicar.- Pero es muy complicado ya que los antiguos estudiantes buscan que sus hijos entren y nadie los impresiona tanto como para buscarlos. Hay una lista de espera de ocho años para entrar. Y las pruebas infantiles son mucho más difíciles que en los centros comunes. - Suena a que va a ser pesado. -comentó Hillary sorprendida.- Vas a pasar estudiando mucho. - No. -respondí observando las llaves en mis manos.- Tienen varios eventos de conexión donde te presentan a decanos y empresarios importantes por lo que también está dentro de lo que ofrecen. Ellos motivan que no solo se desarrolle el lado intelectual sino también el social. Promueven un ser completo. Los pocos que conocen este lugar lo comparan con un pequeño pedazo de Finlandia traído al país. Su exclusividad no era una coincidencia, tenía que ser de esta manera para sacar adelante a todos aquello que realmente lo merecen. Es increíble la cantidad de chicos que pierden oportunidades buenas en este momento por no estar centrados en su futuro y sus ideas de "vivir hoy, preocuparse mañana". Vaya la cantidad de preocupaciones que tendrán cuando la vida les pase factura. Elite Cross quería prevenir esta situación por completo, no era de extrañar que eligiera a sus estudiantes con increíble cuidado. - Exacto. -asintió Allie.- Es como ser la élite de la elite. - Bien hecho por entrar, Duquesa. -la felicitó Brad rodeándola por los hombros a lo que ella se encogió simple. - Básicamente era obvio que entraría. Soy un legado de sangre. -comentó y yo me limité a asentir. Tuve que bajar la mirada un par de segundos por las palabras de ambos. Consideré que la gente tendría exactamente esos pensamientos, que Allison se ganó su puesto solo con sus habilidades. ¿Qué más iba a esperarse de ella considerando su familia, de todos modos? Su talento es genuino, sin lugar a duda, pero no entró precisamente por eso. Sin embargo... - Eras la candidata perfecta. -le di la razón y saque mi celular para observar la hora. Como un reloj mis papas salieron al darme cuenta de que eran las ocho y nos llamaron. - Es hora de irnos, chicas. -avisó mamá colocándose sus gafas mientras nuestro mayordomo y chofer cargaban las maletas de Allison a nuestro auto.- Saluden a sus padres de nuestra parte, chicos. -les dio una sonrisa de despedida a nuestros amigos antes de subir al auto. - Bueno... -Hillary se despegó del auto.- Buenas suerte, Duquesa. Te vamos a extrañar. -se acercó a abrazarla. No era la mejor de nosotros en las despedidas, pero con sus abrazos demostraba muchísimo más de lo que decía. - Los fines de semana aún podremos salir. -le recordó devolviéndole el abrazo con fuerza. Me incorporé yo tambien de mi auto y me mantuve al margen mientras todos se despedían de mi hermana deseandole buena suerte. Tuve que alejar de mi cabeza la imagen de cómo sería si las dos nos estuviéramos despidiendo para irnos... O cómo sería de haber aceptado yo el puesto. Sacudí mi cabeza para alejar esos pensamientos sin sentido y me concentré de nuevo. - Nos vemos en la tarde contigo, damita. -me señaló Hillary mientras Lindsey entraba en su auto.- Escríbeme cuando estes libre. - Claro. -asentí abriendo la puerta de mi auto.- Nos vemos, chicos. -me despedí mientras Allie subía. Ellos no tardaron en subirse a sus autos y aceleraron fuera de nuestra propiedad. Hubo solo un momento de segundo en que todo estuvo en silencio, lo que me dio un vistazo a cómo sería mi vida dentro de unas horas. - ¿Lista para una hora de viaje conmigo? -me dio una sonrisa y yo se la devolví encendiendo el auto mientras ella se ponía sus gafas. - ¿Mi celular o el tuyo? -pregunté por mi lado mientras sacaba el auto de nuestra casa para llevarlo a la carretera. Nuestros padres estaban en el auto detrás de nosotros, sin duda asegurándose de que el chófer les avisará si nos desviamos innecesariamente. - El tuyo. No quiero que mi batería se acabe. -note que se encogió de hombros y asentí pasándoselo para que lo desbloquee y conecte la música. - Esta es una oportunidad increíble. -comenté con sinceridad, aceleré hasta lograr alejarme un poco del auto de mis padres. - Lo sé. -la miré por el rabillo del ojo.- Y sé que seguramente lo querías mucho. -comenzó a retocarse el maquillaje.- Me alegra que no te molestara que no te hayan elegido a ti. No deberías verlo como algo personal. Esta escuela tiene un pensamiento un poco retrograda con el pedigrí de las personas. -comenzó a explicar y yo me contuve de reir. Sabía que Allie no lo decía por mala, estaba intentando animarme aunque yo no lo necesitará. Mi pensamiento regresó hasta mis primeros recuerdos de Allison Mitchum. Al ser la única hija de Xavier y Cristina la habían mimado muchísimo pero eso no la había hecho mala. De hecho siempre había aprovechado eso para ayudar al resto. Antes de que mi madre muriera yo estaba sola. Recuerdo haber aprendido a caminar en los pasillos de servicio de la mansión mientras mi madre trabajaba. Eso nunca fue algo negativo para mi. Mi madre me había enseñado que se debía ser agradecido con lo que te tocaba y lo que tenias porque en solo un momento te lo podrán arrebatar. Cuando murió, a pesar de que ya no recuerdo tan bien esos años. Recuerdo haber pensado en esas palabras. Había perdido a mi madre a una muy corta edad pero Allison me ayudó a superarlo. Ambas nos volvimos inseparables y aunque los Mitchum nunca lo hubieran dicho, estaba segura que era una de las razones por las que me adoptaron. Y eso era algo que había entendido desde muy niña. Por esa razón había dado toda mi vida para protegerla. Ella me había salvado de vivir en un orfanato a pesar de que no fuera consciente. Ella me había dado un futuro. Y si ahora podía devolverle el favor, rechazando ese cupo. No había nada que pensar o arrepentirse al respecto. Agradecía todo lo que ella había logrado darme aunque ella no entendiera lo que había sucedido. Es curioso cómo funciona la memoria, muy selectiva. Recuerdo las pocas enseñanzas que mi madre alcanzó a darme, pero no recuerdo su rostro. Muy de vez en cuando siento que la veo en mi, Alba dice que tengo cierto parecido con ella y que el resto debí sacarlo de mi padre, aunque a él nunca lo conocí. Tengo presente cada historia que me contó Alba con los años, al igual que el resto del personal en la casa. Pero nunca escuché esas historias y sentí que estuvieran hablando de la persona que me dio la vida, solo... Alguien más a la que no conozco. Otra cosa es que no recuerdo su voz, seguramente fue la primera cosa que olvidé de ella, y aún así... Sus palabras están claramente grabadas en mi cabeza. No es que me hiciera falta realmente, los Mitchum llenaron ese espacio por completo sin la necesidad de borrarla por completo. - ¿Me estás escuchando? -me despertó de pronto su voz y negué levemente con lo que seguramente me ganaría una mueca de su parte. - Lo siento. ¿Qué decías? -pregunté desviando mi vista de la carretera unos segundos para mirarla. - Te preguntaba si es que mi delineador está parejo. -acercó un poco su rostro para que yo pueda verlo y desvíe unos segundos mi vista del camino para observar. No tenía sentido que se preocupara por eso... En medio de la noche, cuando ya cada estudiante del internado estaba en sus habitaciones, seguro estudiando, nadie notaría la llegada de mi hermana hasta que saliera el sol. - Estas bien. -la tranquilice.- ¿A qué hora hoy te quitan el celular? Quiero que me cuentes en la noche cómo te fue. - Me lo quitan a las nueve. Te llamo a las ocho y media. -avisó.- Asegúrate de contestar porque de ahí no podremos hablar hasta el viernes que vengas a recogerme. -me recordó a lo que asenti. - Te voy a extrañar. -le sonreí rebasando a un auto.- No se que haré sin ti, Duquesa. -Lo se. Pero estarás bien. -aseguro tomando mi mano a lo que le di un apretón. En sí el resto del camino no hablamos de cosas importantes. Solo planificamos su regreso el fin de semana siguiente y cantamos lo que Allison ponía. Por su lado Allie lucía muy animada y eso me daba tranquilidad. Llegamos un poco antes de lo previsto y frené frente a las enormes y hermosas rejas con las iniciales en cursiva E. C. en medio. Aquí mis padres se despedirían de ella ya que solo me dejarían entrar a mi para dejarla en la puerta. - Portate bien. -pidió mamá abrazando a mi rubia hermana con fuerza.- Estoy muy orgullosa de ti, cariño. - Nos escribes si necesitas cualquier cosa. -advirtió papá cuando fue su turno de abrazarla.- Katrina dijo que te dejarán hablar con nosotros si es que es una emergencia. - Estaré bien. -prometió Allison devolviéndole el abrazo.- Cuiden a Karine. - Te vemos el viernes. -mamá beso la mejilla de mi hermana volviendo a abrazarla.- Crecen tan rápido. -suspiró mi madre arreglando un mechón del cabello de mi hermana - Los veo el viernes. -sonrió abrazándolos a ambos una vez más y después se giró a mi con una enorme sonrisa.- Hora de entrar. No tardó en dejarme atrás para avanzar hacia, literalmente, las puertas de su futuro. Apenas tuve tiempo de hacerle una señal a mis padres de que no me tardaba y apuré mi paso para alcanzar a mi hermana.
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