—Suficiente, aléjate, estoy bien— exclamo Stacy, quien sin percatarse sus mejillas se ruborizaron. Seguidamente se marchó sin saber que había ocurrido en ese instante que sus miradas se cruzaron. Al haber abandonado el lugar, Helio no podía olvidar su rostro, en especial la mirada que había transmitido en ese instante, cuestionándose a sí mismo de que podría tratarse lo que había experimentado. Esa inquietante sensación que su corazón había manifestado. —¿Qué podría ser esto que acabo de sentir? ¿Acaso será ese sentimiento… ese que suelen llamar… amor? Después de eso que me hizo sentir confundida solo quería que no estuviese cerca, cada vez que pienso en el o estoy a su lado no soy yo, no sé qué me pasa. Me repetía habiendo tomado asiento cerca de la piscina, de esa forma tocaba