—Sí— interrumpió Emily – Soy lo que quieras, pero él, Aura… es igual a mí…te darás cuenta cuan despreciable es en realidad Cedrick Meuric y entonces, seré yo la que se esté riendo – dijo la orgullosa pelinegra viéndola marcharse.
La otra negó despacio cuando el peso del pasado que esos dos compartieron le golpeó la cara.
—Me das asco — dijo Aura sin detenerse y quiso alejarse sin poder soportar escuchar más.
La joven de delgada bata hospitalaria la detuvo al tomarla del codo No te irás hasta escucharlo todo.
—No me interesa— respondió Aura al jalar su brazo con la fuerza suficiente para desestabilizar el otro delgado cuerpo.
—No me importa— alegó tajante la otra —¿Entiendes ahora a qué me refería cuando decía que eras sólo su juego? … ¿su juego?, no; su venganza— dijo
