Stiles vio encantado como Monroe se retorcía de dolor haciendo presión en la herida de su pierna, la mujer lo miro con miedo.
- Querida Monroe, yo sé que siempre supiste que acabaría así. Te di la oportunidad de largarte y no volver a Beacon, cumplí tu trato pero tú como la perra que eres – se arrodillo frente a la mujer sin apartar su vista de ella – me traicionaste y me vendiste como animal a una manada despiadada. ¿Sabes? Gracias ellos ya casi no siento dolor en el cuerpo, las torturas nunca acababan, día con día, hora tras hora; no tienes ni idea de lo que hace un alfa loco cuando se encapricha con alguien, corto mi piel una y otra vez – para ese momento los cazadores ya estaba inmovilizados y algunos muertos así que todos prestaban atención a lo que decía Stiles – Disfruto morderme y abrirme la piel sin parar, me electrocuto más de lo que piensas y lo peor es que me violo un día tras otro y otro, muchas veces, también lo hicieron sus betas incluso una vez lo hicieron él y dos de sus betas al mismo tiempo. Trataron de romperme tal y como tú lo querías sin piedad pero te tengo una noticia – se acercó más a la mujer presionando la herida de su pierna – Gracias a ti nació el nuevo Mieczyslaw, quien acabo con toda la manada sin piedad, quien ha matado a un motón de escoria como tú, querida Monroe perdiste por el simple hecho de que te conozco. Estos seis años no solo estuve ayudando a otros y acabando con manadas y personas tan desagradables como tú sino que te seguí, te vigile durante estos seis años descubriendo que solo eres una patética mujer que buscar un estúpido intento de tener poder, dices matar a todos los que no somos humanos por el bien de todos pero en realidad lo haces porque quieres poder, te gusta dirigir a los demás así que infundiste este estúpido miedo. Déjame decirte zorra que tú eres el monstruo en esta historia – se levantó tomando del cabello a la mujer para comenzar a entrar al edificio, vio a Derek – Será mejor que mandes a los cachorros al loft, lo que viene no será bonito
Derek asintió viendo como su castaño desparecía dentro del edificio con la mujer a sus pies, seguía arrastrándola por el cabello como si fuera un simple trapo.
- Stiles tiene razón, no es necesario que escuchen lo que va a hacer. Llévense a los que se rindieron con Argent y hablen con Noah acerca de los cuerpos – ordenó Derek
Los demás asintieron de manera rápida, sabían que Stiles necesitaba hacer eso, no lo juzgarían ni le dirían nada pero no se creían lo suficientemente fuertes para soportar escuchar todo. Quien se quedó con Derek, fue Peter, ambos cubiertos de sangre y con la ropa algo rasgada se acercaron a la entrada del lugar.
- No quiero que entren, no quiero que me vean así – les dijo Stiles pero los mayores ni caso le hicieron entrando de todas formas – Son necios, esto no será nada bonito
Stiles se encontraba sin playera frente a Monroe que estaba colgada y bien atada, ella veía con miedo al chico que estaba frente a ella.
- Esta bien, no es la primera vez que veo algo así cachorro. Me encantaría ayudarte pero sé que es tu venganza y es algo que solo tú debes hacer – le dijo Peter despreocupado metiendo sus manos en los bolsillos de sus tejanos
- Te dije que jamás me alejaría de tu lado además te amo con todo y tus demonios, quiero estar para ti. Y para que sepas no es la primera vez que veo algo así
Derek le sonrió con ternura en cuanto el castaño volteó un poco para mirarlo.
- Te amo Der – le susurró antes de tomar un cuchillo entre sus manos
Las siguientes horas lo único que ese escuchaba en todo el lugar eran los gritos desgarradores de la mujer.
Estaba amaneciendo cuando la mujer al fin dio su último respiro, su cabeza cayó sobre su pecho y murió. La mujer estaba cubierta de sangre y una expresión de terror se había grabado en su rostro.
Cuando todo termino el cuchillo resbaló de la mano del castaño y él cayó de rodillas mientras las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos, no paso mucho para que los sollozos de dolor se hicieran presentes, los sollozos eran tan desgarradores que ambos lobos sintieron su mundo caer. Derek de inmediato se había acercado a abrazar a su luna, Stiles se aferraba a la playera de Derek. Al fin Stiles se había quitado ese peso de sus hombros, tal vez no fue lo mejor lo que le hizo a Monroe pero él sufrió como nadie, quiso llorar desde hace años pero no había podido. Había credo una máscara que ocultará como en realidad se sentía, lo roto que estaba. Su cabeza no dejaba de mostrarle todo lo que sintió años atrás, todas las torturas, todos los gritos que soltó que le desgarraron la garganta sin piedad, lo mucho que suplico que pararan, el estar lejos de su manada, su familia, su padre, el amor de su vida. Aún se sentía sucio, fue tocado por esos hombre, lo desgarraron desde dentro, aún tiene pesadillas de lo que había ocurrido. Ahora con Monroe fuera del tablero podía relajarse, podría tomarse el tiempo para sanar, tratar de ser un poco más humano porque él lo sabía. Stiles Stilinski, aquel que corría con lobos jamás regresaría no por completo. Sus manos estaban manchadas de sangre, él sabía que había perdido parte de su corazón, parte de sí mismo pero trataría de ser un poco más humano y no ser esa máquina de matar que había sido por esos seis largos años. Ahora estaba de vuelta con su familia, ya no había más peligros así.
Ahora solo le queda sanar y con el tiempo se recuperara pero él sabe que no por completo, jamás va a recuperar su corazón por completo. Perdió esa parte de él que jamás volverá.