— ¿Victoria? ¡dónde se habrá metido, esta cabeza loca! — Manifestó Laura con resignación, no encontraba a su amiga y le preocupaba; tuvo que bajar sin saber de ella porque era la anfitriona de la despedida de soltera. Felipe y Victoria murmuraron donde después rieron bajito por la travesura que estaban haciendo, para evitar interrupciones Felipe apago la luz; había dejado de ver su espléndido cuerpo pero era necesario; así que decidieron salir de todos los pensamientos volviendo a sumergirse en un beso apasionado dando paso a sus lenguas; donde se abrazaban por la cintura mientras Felipe besaba el cuello de Victoria, pasando por su hombro derecho para recostarla y pasar a sus pechos; cogiéndolos con ambas manos para dar lengüetazos y mordidas suaves sobre los pezones; haciéndola gemir.