-No seas dramática- dijo acostandose en mi cama. Fruncí el ceño. Justo en la otra calle tenía una gran y cómoda habitación para él con un mullido colchón matrimonial con sábanas limpias y almohadas blancas. Y estaba ahí, en mi vieja cama individual con las sábanas de Hello Kitty que tenía desde niña y con almohadas duras y el peluche de panda que ganó para mí hace unos años en la feria-¿Qué me ves? -¿Qué haces aquí?- pregunté acostandome a su lado. El cansancio me tenía tumbada y estaba pensando en ir a sacar algunas copias a mi resumido curriculum a ver si conseguía trabajo antes de que el desesperado grupo de recién graduados reaccionaran de sus borracheras vacacionales. -Mamá está con Donald- dijo con una mueca y me reí mientras pasaba la pierna sobre las mías- No te rías, no seas per