Sally Brin El rostro de Danilo entre mis piernas, adorando mi intimidad como sólo él lo puede hacer. Mi interior estremeciéndose ante el contacto de su lengua con mis jugos… abro los ojos, miró alrededor de mi habitación, suspiro con alivio. ¿Fue un sueño? ¿o no? No, no lo fue, me dejé llevar de nuevo por mis instintos carnales, es como si Danilo fuera adictivo para mí, o es que me siento tan necesitada de ese tipo de cariño. Desde que me divorcié no había estado con ningún otro hombre, aunque salí un par de citas por ahí, pero nunca hubo sexo. Con Danilo era algo automático, entre nosotros había química, demasiada, pero no era suficiente para llamarlo amor. No, por que él seguía en su plan de que fuera su esposa de juguete, en cambio yo hasta ya nos había imaginado paseando por el pa