Sally Brin La sala de gala estaba bañada en un resplandor dorado, la música suave flotaba en el aire y las risas se entremezclaban con el tintineo de las copas. Camino con elegancia por el salón, cada paso lleno de emoción y anticipación. Estoy envuelta en un vestido de seda color vino, suave como un suspiro, que resalta mi figura y me hace sentir radiante. Sin duda alguna, Danilo acertó al obsequiarme este vestido. Cuando llego al lugar del evento la ceremonia está a punto de comenzar, y mi corazón late con fuerza en mi pecho. Me siento emocionada, pero a la vez temerosa, nunca he recibido un premio de tal magnitud, pienso en mis padres, si mi madre estaría orgullosa de mí, siempre quise que lo estuviera. El pensamiento de que esta noche estaría sola calaba en mi pecho. Apenas tuve t