Sally Brin Las cosas entre Danilo y yo iban demasiado bien, él era muy atento y cariñoso, casi todos los días teníamos sexo, el doctor que habíamos visitado había dicho que por ahora podíamos a menos que se presentará alguna molestia debía checarme de inmediato e interrumpir la actividad s****l. A pesar de eso, me sentía algo incomoda en esa mansión, era enorme, intuía que Elena le había ordenado a todos los empleados que me hablaran lo más mínimo puesto que Idelina también me había confirmado que a ella no le dirigían la palabra. Toda esta situación era algo incomoda, Danilo pasaba muchas horas fuera de casa, siempre llegaba con semblante cansado así que pensé que por ahora podría manejar la situación hasta que fuera la señora Ferrer, entonces sí tendría la autoridad para hacer los cambi