Increíble todo lo que unos adolescentes cachondos despertaron, no pude más que terminar tocándome para liberar un poco la tensión, ver algunos videos b**m, y sacar algunos juguetes que obviamente nadie sabe, más que el Amo, que tengo.
Saque "mi colita", lubricandola en mi v****a para después ponerla en su lugar, pfff que tiene meses que nada entraba ahí.
Anhelo a mí Señor... No puedo más sin él.
Hace aproximadamente 8 años que tuve mi primer encuentro con él. Aunque tengo bastante más tiempo de conocerlo. Sinceramente siempre me sentí atraída por él y aunque lo conocí en mi adolescencia pasaron varios años de vernos esporádicamente antes de acercarme a él.
Fue en una reunión donde coincidimos que después de unos tragos me envalentoné y le dije que necesitaba tomar aire y no quería hacerlo sola. Salimos del salón de la fiesta y caminamos por los jardines del club donde estábamos. En verdad no sé de dónde saqué valor para pedirle compañía y sinceramente no sabía qué hacer ahora que estaba caminando con él, ni siquiera lo llevaba tomado del brazo y ninguno decía nada. Lo miraba de reojo y estaba serio, siempre ha sido sumamente serio, no recuerdo haberlo escuchado reír y sonreír a alguna broma, pocas veces y por segundos.
Es de esas personas que siempre responde a cualquier tema de conversación, siempre me ha sorprendido la cantidad de información que tiene, no hay algo de lo que no pueda hablar o sobre lo que no tenga una opinión informada. Un erudito sin duda.
Se que es de esos hombres que tienen a muchas mujeres a sus pies, su forma de ser enigmática, la forma en que mueve sus manos al hablar, el como insinúa a algunos que son estúpidos sin decírselos, su cabello largo, la barba, el vello en el pecho que se asoma por la camisa que siempre lleva desabrochada al pecho, las mangas siempre dobladas dejando ver los tatuajes de los brazos y sus venas hinchadas.
Me noto viéndolo y juro que me miro de forma coqueta, una media sonrisa de lado y esos ojos obscuros viendome como si fuera un postre.
Cómo dije, había bebido, y el estar algo subida de alcohol no sólo me dio valor para hablarle, también me tenía mareada y mientras caminábamos perdí un poco el equilibrio al bajar unos escalones, él me sostuvo antes de caer.
-En otras circunstancias, te castigaría por estar en este estado - me susurró al oído
-¿Que circunstancias? - le pregunté entre risas y nervios
-No quieres saberlo
-Dime
-Enderezate y camina
Primero me habló de una forma tan seductora que me erizo la piel y ahora me respondía molesto, debo ser molesta estando ebria. Caminamos un poco más y llegamos a un foro al aire libre, me recargue en él para controlar un poco el mareo y él se puso junto a mi.
-Lamento hacerte enojar - lo notaba serio y en verdad me provocó culpa
-¿Que dices?
-Perdón por hacerte aguantarme en este estado, debe ser molesto
-Te estás disculpando?
-Si - ¿se está burlando?, no es obvio que me disculpo
Se quitó de mi lado para ponerse frente a mí, sonreía... Pero una sonrisa perversa, que me puso inquieta. Colocó sus brazos a mis lados y eso lo dejó muy cerca de mi. Lo miré hacía arriba, los entre 10 y 15 cm de diferencia en la altura se notaban. El no agachó la cabeza solo me miró hacia abajo y seguía sonriendo y yo lo miraba nerviosa.
Se acercó a mi oído y me dijo
-Me gusta que se disculpen cuando se portan mal
¿Portarme mal? No me porte mal, solo me disculpe por estar ebria y casi tirarnos
-Por favor, no vuelvas a acercarte a mí si estás ebria
-¿Por qué?
-Porque me enfadaré.
-¿Y eso en que me afecta?
Me tomo con fuerza de la cara con una sola mano y me beso, el beso más duro que he tenido en la vida. Pegó sus labios a los míos y trate de hacerme hacía atrás, pero él solo me sujetó con más fuerza, mientras empujaba su lengua dentro de mi boca y yo la abrí para responder. Su lengua se movía con fuerza, me apretaba la cara y recargaba su cuerpo sobre mi, me lastimaba un poco el borde del foro de piedra donde me tenía recargada, y sentía como aventaba su cadera hacia mi dejándome sentir el bulto debajo de su pantalón. La mano que no sostenía mi cara se aferró a mi espalda, apretando con fuerza.
Dejó de besarme y yo estaba sin aliento y en shock. Me soltó, se dio la vuelta y empezó a caminar, ¿qué se cree?
-Oye, ¿qué te pasa? Me besas y me dejas.
Se detuvo
-Voltea
Seguía parado
-Oye, no me ignores.
Se giró y me miró enfadado, por los Dioses que tuve miedo de su mirada. Se abalanzó sobre mi, me tomo de las piernas para levantarme y sentarme en la orilla del foro, sostenía mis nalgas con fuerza y me estaba lastimando con sus dedos, me seguía viendo enfadado pero al mismo tiempo sonreía, su sonrisa era perversión pura, siempre mirándome con los ojos hacia abajo, pero nunca bajó la cara. No pude resistirlo y puse mis brazos alrededor de su cuello y comencé a besarlo, él respondió con besos fuertes, mordidas en mis labios y mi lengua, apretando cada vez más mis nalgas. No pude evitar morder su labio inferior, en ese momento se aventó contra mi, mi espalda cayó con fuerza en el piso del foro sacándome un poco el aire, mientras mis piernas colgaban de la orilla, él estaba sobre mi, recargando todo su peso. Empezó a morder mi cuello, mi clavícula y ya tenía sus manos apretando mis pechos, lo hacía con fuerza y me dolía.
Me quedé paralizada, mientras él seguía mordiendo y estrujando; gemí, no lo pude evitar... Cuando lo hice me apretó con más fuerza y luego dejó de besarme y tocarme, puso sus manos en el suelo y se levantó. Sonreía pero ya no estaba enojado, creo.
Me miraba con una sonrisa tan coqueta que quise besarlo de nuevo pero cuando traté de enderezarme y besarlo se quitó.
-No te seguiré besando estando ebria y por cierto, odio el olor a cigarro.
Yo sentía presión en mi v****a, sentía hinchado el clítoris. ¿Cómo podía estar excitada si me estaba lastimando como me agarraba?
-Regresemos
-Pero...- o sea, ¿después de este faje solo me dijo regresemos?
-Dije que volvamos, obedece.
Me quedé sin palabras, solo me levanté y me acomodé la ropa y el cabello.
-Camina, te llevaré a tu cuarto.
Y así fue, caminé tras él, y me llevó a mi habitación.
-No se te ocurra regresar a la fiesta.
Me empujo con suavidad hacia adentro y cerró dejándome sola y completamente confundida. Yo quería seguir en la fiesta, ¿Por que le hice caso? Bueno, era obvio, su tono no daba opción a réplica. Es el tipo de órdenes por el que hubiera hecho un escándalo, vaya que el alcohol y esos besos me dejaron fuera de mi.
Entre el baño y vi las marcas de las mordidas en mi cuello, mis pezones estaban adoloridos por los pellizcos y que decir de mis nalgas rojas.
Me cepillé los dientes y decidí tomar un baño. Cuando pasaba el jabón por mi pecho y sentí adoloridos los pezones no pude evitar acariciarlos. Terminé la ducha, me sequé, puse crema en el cuerpo y me puse un pijama de short y camiseta, hacía calor, bendito clima de este pueblo mágico en Morelos.
Estuve un buen rato dando vueltas en la cama, recordaba ese encuentro de hace no más de una hora y sentía algo extraño en el pecho, el estómago y mi v****a. Empecé a frotarme sobre la ropa y terminé metiendo mi mano para tocarme "bien".
La primera vez que me masturbe pensando en el Amo.