Diario de una sumisa

Autobus

El amo dijo que saldríamos de la ciudad, acomode mis actividades para hacerlo, porque ante su solicitud no hay réplica.

Vaya, que sabe que puede ser complicado para mí desaparecer siquiera un día, pero sé que disfruta ponerme en esos predicamentos y verme hacer maromas para lograrlo y no tener un castigo y, también, sé que disfruta cuando no lo logro y sabe que me tendrá a merced de sus creativas formas de "darme una lección".

Las indicaciones fueron claras: la hora a la que debía estar en la central, la ropa, zapatos, peinado, el tono de labial, el cómo debería esperar sentada con las piernas cruzadas con el vestido corto que pidió sin bragas. Claro está que captaría miradas indiscretas: vi a una mujer puritana juzgarme con la mirada, una familia que cambió de lugar no sin antes el padre mirarme con una sonrisa lascivia y a un hombre tocándose sobre el pantalón frente a mi. Disfruto el exhibicionismo si mi amo está conmigo, si estoy sola me siento vulnerable.

Recibí un mensaje del amo: deja de cruzar las piernas y ábrelas, acomoda bien el vuelo que no quiero que le muestres de más a ese hombre.

Claro... Está vigilando para ver qué cumplo sus órdenes, y que lo hago sin importar el tiempo que tarde en aparecer.

Me acomodo con cuidado y el hombre frente a mi sigue tocándose. No me excita para nada pero no puedo evitar dejar de mirar lo que hace, es demasiado desagradable; vaya que si se cree tan hombre al menos debería atreverse a sacar la v***a del pantalón.

Siento un apretón fuerte en la barbilla, es el amo.

-¿Me puedes decir que miras? - Claro... Ahora tengo que explicar y aún así seré castigada.

-Nada

-¿Nada que?

-No miro nada

-Qué forma de responder, pequeña grosera.

-Mmm

-Aún en público soy tu amo, ¿te diriges a mí de ese modo?

-Lo siento, amo. Solo…

No pude terminar de hablar al sentir su mano entre mis piernas y escucharlo en mi oído decir que abriera más las piernas; lo hice y metió un par de dedos, los saco y se los llevó a la boca. En ese momento me di cuenta que no me miraba, miraba al hombre frente a nosotros que para ese momento había dejado de tocarse, pero no dejaba de mirarnos.

El amo se levantó y me ordenó que lo siguiera.

Caminamos hacia la puerta de abordaje, el amo amablemente cargó mi maleta y la entregó al empleado que ponía las cintas de equipaje para echarlo a la cabina.

Subimos al autobús, el Amo iría en la ventana, yo al pasillo. Esperamos, pasó el personal de seguridad tomando video de los pasajeros y nos indicaron que iniciaría el viaje.

A nuestra altura, del otro lado del pasillo iba una pareja, aburrida al parecer y sin hablar entre ellos.

El amo me tomó de la cadera, del lado contrario que estaba junto a él, para girarme hacia sí, quise acomodar la falda del vestido pero me dijo que no.

-Ven recuéstate- palmeó sus muslos.

Si hago eso, seguro nuestros vecinos verán de más. No es la primera vez que me toca en público, pero nunca había hecho que me mostrara directamente; quisiera decir que no pero una parte de mi se siente halagada de saber que quiere mostrar a otros lo que él tiene.

Me recostó en sus piernas y puso sobre mi su chamarra de piel, metió una de sus manos y desabrochó el cinturón y el pantalón para sacar su v***a ya hinchada y subió la mano para agarrar mi cabello y dirigir mi boca para introducirse en ella.

-El viaje dura 1:20 h. No es tu única tarea, así que dame una buena mamada; cuando me venga en esa linda boquita no se te ocurra limpiarte, solo ve al baño y deja la puerta abierta.

¿Vamos a coger aquí?, ¿Piensa cogerme en el baño?, no es un lugar tan grande como para que otros pasajeros no lo noten, ¿cuánto se mueve el camión?

Mete su v***a hasta el fondo de mi boca y me atragantó, él lo sabe porque sintió las arcadas, pero no deja de presionar mi cabeza hacia él. Entiendo su indicación y empiezo a moverme para que entre y salga, mientras con mi lengua lo recorro sintiendo sus venas hinchadas. Mientras estoy en mi labor el lleva su mano a mi nalgas metiéndola debajo del vestido, si bien no lo levanto, seguro deja a la vista más de lo que yo quisiera.

Puedo pasar mucho tiempo con él en mi boca, no es tarea fácil lograr que derrame; no es porque no sepa hacerlo, solo que él puede aguantar lo que desee, aunque siempre me ha sorprendido como puede durar horas o minutos, se que ahora me está haciendo el trabajo difícil, mi boca se cansa y mi cuello duele por la posición, además de la tortura de solo sentir sus dedos acariciando mi piel sin meterlos en ninguno de mis agujeros.

Deja de acariciarme el trasero y pone su mano en mi nuca, siento como se va tensando... Va a venirse.

No pasan ni tres minutos cuando siento como se pone rígido y empieza a palpitar mientras el semen sale, pero no lo derrama todo dentro, antes de terminar de eyacular sale de mi boca y pasea su pene aún rígido por mí cara.

Se acomoda la ropa y me dice "ve".

Me levanto. Me dijo que no limpiará mi cara, siento algo de vergüenza; decidí no tratar de acomodar mi cabello enmarañado, creo que le gustará que otros vean como "me dejó".

Entró al baño y me miró al espejo, tengo una mezcla de baba y semen en la cara, además de enrojecida la mejilla sobre la que me recargue; bonito espectáculo, con razón todos me veían.

Espero al Amo, no llegó en seguida. Abre la puerta, entra conmigo y pone el seguro.

-Es muy pequeño el espacio

-¿Y?

-Nos vieron

-¿Y?

-Nos escucharán

-Si haces ruido te castigaré en casa. - Mierda.

Me pone de espaldas a él, recargada en el minúsculo lavabo, veo en el espejo como sonríe y escucho el cinturón al momento de que lo suelta. Se coge de mi cadera y siento como su punta empieza a rozar mi muy mojada entrada.

-Me temo que esto será rápido, pequeña, tú deliciosa mamada me dejó sensible y no quiero estar mucho tiempo en este sitio.

Me penetra de golpe y con fuerza, yo siento un gemido y llevo mi puño a la boca. El amo quita mi mano y me prohíbe tapar la boca... Le gusta llevarme al límite, porque además me ordenó mantener la boca abierta sin emitir sonidos, ¿cómo carajos logro eso?

Da unas cuantas embestidas y sale, se que no ha acabado, no lo sentí. Acaricia mi ano, me va a volver loca, sabe que al penetrarme por detrás difícilmente logro guardar silencio. Siento como me lubrica con mis propios fluidos y mete un dedo para relajarme. Estoy casi segura que está vez dolerá,per tengo más miedo de que nos pidan salir y tengamos problemas, de caer por el movimiento, de que el camión choque y nos encuentren así... Estúpidos juegos mentales.

Sacó su dedo y acercó la punta de su pene.

-No lo meteré todo, solo lo suficiente para venirme en tu lindo culo

-Esta bien, amo.

Empieza a entrar y salir... Es delicioso, me encanta cuando mete toda su v***a, pero ahora que solo es "La punta", siento que muero de placer, definitivamente la entrada es la parte más sensible y él sabe cómo estimularla.

-Mete tus dedos a tu v****a, pero no se te ocurra frotarte.

Baje mi mano para meter los dedos, mientras él se recarga un poco más en mi y lo oigo gemir en mi oído, pone una de sus manos en mi pubis y con un dedo me empieza a masajear mientras con la otra mano sigue controlando la penetración de su v***a.

-Me voy a venir, aún no acabas, más tarde te compensaré…

Se mueve un poco más y siento como chorrea mientras va saliendo. Lo que escurre de mi orificio lo embarra en mis piernas. Me hace a un lado y lava su pene, sale mientras me dice que no tarde.

¿Que no tarde? Pero, ¿me puedo limpiar ahora?

Saco el teléfono y le envío un mensaje

-Amo,¿ puedo limpiarme?

-Si

Regrese al asiento, el camión no está lleno pero juro que todos me miran, cuando me siento veo a la pareja junto a nosotros, ella tiene una cara de desagrado, mientras él, una media sonrisa y se nota en su pantalón que lucha con una erección.

El amo me pide la mano, cuando se la estiro pone unas pantis -Pontelas

Lo hago y la pareja no deja de mirarme; oh, esto les dará una noche desenfrenada o él tendrá muchos problemas por mirarme.

Cuando llegamos a la terminal estaba bastante solo y obscuro, recogimos las maletas y caminé hacia la salida. Pero el amo me dirige hacia el estacionamiento, ¿acaso dejo el auto aquí? Siempre que venimos vamos en Uber…

Me dirige por el estacionamiento, por delante de él, él siempre va adelante, ¿Será que es tarde y teme por nuestra seguridad?

-Para

Al momento que me detuve agarró mi cabello y me recargó en un auto, sacó rápidamente su v***a e hizo a un lado mis bragas

-Te cogeré hasta que alguien venga.

Un minuto, media hora… ¿Cuánto tiempo tardará en venir alguien? No me quejo solo, ¿y si nos ven.

-Amo, ¿y si hay cámaras?

-Cállate- me dice mientras sigue penetrando

No sé cuánto tiempo pasó, alrededor de 10 o 15 min, cuando oí voces.

-Amo, viene alguien

-Shhh - me sigue penetrando

-Nos verán

-Shhhh

-Amo...

Me toca con fuerza de la barbilla y acerca su boca a mi oído

-Aaaa, aaaa, deliciosa- se deja ir.

Se separa y acomoda rápidamente la ropa, y yo hacía lo mismo cuando el se agacha mete la mano bajo el vestido y baja las pantis, levante un pie y luego el otro para dejar que las quitara, él se levanta y me limpia con ellas y después las pone en mis manos.

-Deja un recuerdo en el auto de tu elección

Lo miro sorprendida, ¿quiere que deje mis calzones con quien sabe cuantos jugos en un auto desconocido?

-Ya - él tomó las maletas, y empezó a caminar

Me apresuró a seguirlo

-Deja tu regalo

Vaya... Es en serio

A punto de salir del estacionamiento las aviento sobre el cofre de un auto blanco y alcanzó al amo que ya está en la aplicación solicitando el Uber.

Cuando subimos, abre mis piernas y empieza a tocarme, el chófer claro que lo ve.

-Fuiste una buena niña, en casa te premiaré.