Instintos

1486 Words
No fue precisamente delicado al penetrarme, cada embestida era fuerte. Lo oía gemir mientras se movía y con sus manos apretaba fuertemente mi cuerpo. Yo alzaba las caderas para sentirlo aún más dentro; además de penetrarme se movía en círculos frotando de esa forma mi clítoris llevándome al orgasmo más intenso que había sentido en la vida. Seguía embistiendo y estaba a punto de venirme de nuevo cuando bajó la intensidad de sus movimientos dejándome frustrada y tratando de frotarme en él, moviendo mi cadera de arriba abajo, me tuvo así un tiempo, con movimientos lentos que aunque me extasiaban no me llevaban al clímax. Empecé a mover más mi cadera y él comenzó a moverse fuerte y rápido y nuevamente cuando mis paredes empezaban a tensarse buscando el orgasmo, paro. Sentí frustración al punto que lo abrace y clavé mis uñas en él mientras frotaba mi cuerpo con el suyo. Se enderezó con fuerza y me hizo soltarlo, tomo mi pierna derecha y la pasó por arriba de su cabeza para ponerme de lado y agarró mi brazo poniéndolo a mí espalda, lo sostenía con fuerza, dolía pero sus penetraciones me tenían al borde del éxtasis y no me importaba. En ese momento sentí como apresuró el ritmo, para tensarse y soltar un gemido fuerte, le sentí palpitar dentro de mí pero seguía moviéndose y exhalando con fuerza. Comenzó con un ritmo lento pero fuerte, sacando casi por completo su v***a de mi coño y volviendo a entrar por completo, poco a poco fue acelerando el ritmo hasta que de nuevo me embestía con fuerza. No me quejo, pero pensé ¿Que no había terminado? De nuevo la sensación de un orgasmo cercano, empecé a apretar las piernas y mi v****a se tensaba. ¿Quieres correrte? Aja No entiendo tus gemidos Si Pidelo Por favor, deja que me venga Aceleró y me llevó al punto de liberarme. ¿Cuantos llevaba? ¿Cinco, seis? No recuerdo, hasta ese momento, haber tenido tantos orgasmos, sinceramente si había llegado a 2 durante un encuentro y con ayuda de dedos era mucho. Salió de mí, me agarró de la cadera y me puso nuevamente en cuatro, no esperó nada cuando ya estaba dentro de nuevo. Me tenía agarrada de la cadera y me estaba penetrando con fuerza ¿Estás bien? ¡Ah! sí ¿Puedes con más? ¿Con más que? Esto es demasiado, cuántos orgasmos puedo tener antes de desmayarme. Responde ¡Si! - realmente se lo grité. Me soltó la cadera y con su mano izquierda agarró mi cabello con fuerza haciendo elevar la cabeza, cada que bajaba la cara me volvía a jalar, estaba segura de que se quedaría con un mechón de cabello en la mano. ¿Puedes con más? Si, si. ¡Ah! Me metió una fuerte nalgada. ¿Quieres más? Si Tienes prohibido gritar Me embistió más fuerte y estaba a punto de llegar a otro orgasmo cuando me dió otra nalgada y grite; cuando lo hice bajó el ritmo evitando que me corriera. Si gritas, no tendrás tu orgasmo - me quedé en silencio Subió el ritmo de nuevo y cuando sintió que estaba a punto de llegar... Otra nalgada. Ahogue el grito, eso me valió para que siguiera y yo pudiera correrme. Estaba exhausta, no podía seguir en 4, me temblaban las piernas y los brazos. Me dejó escurrirme en la cama pero no salió. Una vez que estuve completamente acostada tomó ritmo de nuevo. Metió su mano debajo de mi y empezó a acariciar mi clítoris No, por favor ya no - le supliqué, no sé cuantas veces me habia corrido pero que me frotará ya empezaba a ser parte placer y parte tortura. ¿No aguantas otro? No, ya no. Para, para. Quito su mano y siguió penetrando, aceleró las embestidas y lo escuché gemir fuerte, bajando el tiempo de las penetraciones pero buscando llegar hasta el fondo mientras su pene se contraía. Repitió esos movimientos durante unos minutos y luego se dejó caer sobre mi. Eres deliciosa. Se quitó de encima de mí y se acostó boca arriba en la cama. Me gire para quedar de lado y acercarme a abrazarlo pero cuando vio mis intenciones me tomó del brazo. Sin abrazos Pero Dije sin abrazos Ok Me sentía herida y creo que lo noto. Necesitas aprender algunas reglas. Giró y se quedó de lado frente a mi. Acarició mi mejilla y dio palmadas en ella, me tomó con fuerza del mentón y me besó fuerte. Terminó el beso jalando mi labio superior con sus dientes. ¿Nos quedaremos? No lo creo. De nuevo decepción. Después de esto, ¿en serio no dormirá conmigo? ¿Por qué no? Creo que debes pensar mucho en lo que pasó, antes de decir que quieres más. No entiendo ¿Puedes seguir el ritmo? Estoy cansada Por la mañana tú cabeza dará muchas vueltas. Se enderezó y caminó al tocador, tomó una botella de agua y bebió. ¿Quieres? Si Acércate Me senté en la orilla de la cama y estiré la mano Abre la boca Obedecí. Dejó caer agua en mi boca, tragué y volví a abrirla para tener más Está en tu naturaleza, y es bellísimo ¿Qué? ¿Quieres beber más? Obviamente acaba de ignorarme. Negué con la cabeza sobre querer más agua. Se acercó a mí, con su mano izquierda me acercó a su cuerpo y vertió agua por mi espalda, mi cuerpo soltó un gemido y se retorció. Dió los últimos tragos a la botella, acarició mi rostro y luego enredó sus dedos en mi cabello. Tiró con fuerza, se hizo un poco hacia atrás y con su mano me fue guiando a ponerme de rodillas él piso de la habitación. Mientras su otra mano estaba frotando su pene que empezaba a ponerse duro. Abre la boca La abrí y metió su verga Que rica boquita. Chupamela bien. Lami, y empecé a moverme para meter y sacar su pene. Estuve así un rato, me jaló del cabello hacia atrás y sacó su pene lleno de saliva Lame mis bolas Y me acerco la cara a su entrepierna, saqué la lengua y empecé a lamer sus testículos como si fuera una paleta, no sabía si era la forma correcta, jamás había dado sexo oral. Vi como frotaba su pene desde la base, lento pero se notaba que lo hacía con firmeza. Seguí mi trabajo de lamer testículos. Voy a terminar en tu boquita Jalo mi cabello para echar atrás mi cabeza y metió su pene hasta el fondo, provocando que me atragantara y empezó a entrar y salir sin soltarme, mis ojos estaban llorosos por la fuerza, la entrada y salida, mi saliva escurría de la boca y me daban arcadas cuando llegaba al fondo No sé te ocurra escupir. Tres embistes más y sentí como palpitaba y salía todo su semen salado llenándome la boca. Traga No tenía opción, no había salido de mi boca. Salió y se dio la vuelta dejándome de rodillas en el piso, yo no me moví, no sabía qué hacer. Tomó el papel del tocador y volvió a mi para limpiar mi cara. Has sido muy obediente. Ve a ducharte, te llevaré a casa. Me tendió la mano para ayudarme a levantar. Cuando estuve de pie me soltó y caminó hacia la ventana. Lo veía de espaldas, hasta así era atractivo, sus nalgas, la espalda ancha, el cuello hinchado del ejercicio, sus pantorrillas musculosas. Me di la vuelta y caminé al baño. Abrí la regadera y cuando estuvo a buena temperatura entré, tomé el jabón y empecé a frotar y fue cuando me di cuenta que todo mi cuerpo estaba adolorido. También pude notar que tenía marcas de mordidas, las nalgas muy rojas y rasguños por todos lados. Cuando terminé tomé una toalla y me envolví. Salí y lo vi recostado en la cama boca arriba, desnudo y con las piernas cruzadas, se seguía acariciando. ¿Qué no se cansa? Vístete - me dijo mientras se levantaba y entró al baño. Me quedé parada un momento y luego escuché la regadera abierta, así que empecé a vestirme. Después de unos minutos él salió, estaba secando su cabello con la toalla y no se cubría. Me ruboricé y voltee a la ventana. Escuché como se vestía y después me llamó Vamonos Caminé hacia la puerta y bajé las escaleras detrás de él. Subimos al auto y condujo hasta mi casa. Caerás rendida. Tómate el tiempo de pensar en esta noche. Si decides que te gustó envíame un mensaje, si no es lo tuyo lo entenderé. Solo te diré una última cosa: es tu naturaleza ser sumisa, sería terrible desperdiciarlo. Abrió el seguro del auto, bajé sin decir nada y entré a casa. Estaba exhausta... Además confundida. Me quité la ropa y me metí en la cama solo con las pantis. Efectivamente, caí rendida.
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