Quiero ser tu Amo

1594 Words
-Te escucho He de decir que me puse muy nerviosa, obviamente tocaría el tema del acostón de anoche. La forma tan directa en que me dice que quiere coger y la seguridad que tiene de que aceptaré me provoca una mezcla de molestia y excitación. También me provoca mucha curiosidad porque sus “prácticas” poco ortodoxas y que tanto se le ocurriría hacer; y si me lastima o me obliga a hacer cosas, ¿y si es de eso sádicos de películas que les gusta torturar y con eso se excitan? -Primero, quiero saber si en verdad no te gusto lo de anoche -Yo, la verdad no estoy segura -¿Por qué? -Nunca me habían hecho algo así. Estaba asustada ¿ok?, además fue humillante como me hiciste exhibirme y me dio mucho miedo cuando me agarraste fuerte - Ahí estoy yo, escupiendo todo de un golpe cuando ya me había mentalizado a estar serena. -Quiero que tengas la seguridad de que jamás haré algo que te lastime o algo que no quieras y si un día me dices que paré lo haré de inmediato. -Eso lejos de hacerme sentir bien me da más miedo -¿Por? -¿Qué me harías que tendría que pedir que pares?, después de lo de anoche escucharte decir que no me lastimarías no me deja tranquila, siento que es más algo como “te golpearé sin dejarte marcas” -Oh, guapa, claro que te dejaré marcas. -¡Ves! Estás enfermo, quieres lastimarme -Para nada, lo que yo quiero es darte placer de una forma diferente. -O sea que disfrutas golpeando mujeres -No confundas nuestro encuentro con algo tan vulgar como el maltrato -¿Entonces que es?, te la pasaste dándome órdenes, sometiéndote, me diste nalgadas, me obligaste a pedirte un orgasmo; no se como eso no es maltrato. -Dime si algo de eso te pareció excesivo, si algo te lastimo o si acaso no estuvo acompañado de placer -Tienes un punto ahí, pero de todas formas no me siento cómoda con eso, si eso me hiciste la primera vez, no puedo ni imaginar lo que seguirías haciendo. -Como te dije, no será nada q que te lastime y nada que no quieras. Pero permíteme hablar. -Ok, te escucho… de nuevo -Yo estoy seguro de que te gusto y quieres probarlo de nuevo, por eso estás aquí, tienes curiosidad - Abrí la boca para responder - --.Shhh, te dije que escucharas. Digamos que, por amabilidad, te pregunte si en verdad no te gusto porque eso dijiste por mensaje, pero ambos sabemos que se va a repetir y, como te dije ayer, no te quiero para cogerte una vez, te quiero a mi merced muchas veces, quiero cogerte de muchas formas, escucharte gritar mi nombre entre gemidos… solo de pensarlo se me pone dura. .Ay por todos los Dioses, no puede ser en serio que -Lo es, guapa, se me puso la v***a dura de pensar en tenerte de nuevo en la cama -Esto es demasiado, me voy - Estaba apunto de levantarme, por mucho que quisiera acostarme de nuevo con el no me sentía cómoda con una conversación ten directa en medio de un restaurante, además, ¿Qué clase de mujer fácil me consideraría si acepto que me hable de esa manera sin poner peros? -Siéntate y escucha - de nuevo esa voz de mando, y yo tonta obedeciendo - Eres demasiado desesperada, no dejas hablar, eso será de lo primero que trabajemos -¿Trabajemos? -Por lo visto no dejarás que lleve esta conversación de forma tranquila así que iré directo al grano. Sofía, quiero ser tu Amo. ¿Amo?, dijo Amo. ¿En qué demonios me metí? -¿A qué te refieres con Amo? -No te hagas la inocente conmigo, que aunque se que no has estado en mi mundo, no creo que no estés entendiendo de qué hablo -¿Me estás diciendo que quieres algo sadomasoquista conmigo? -Si y no -No te entiendo -Dime que pasa por tu cabeza -Que eres de esos que les gusta amarrar a las mujeres mientras las golpean para excitarse -No es precisamente eso -¿Entonces que?, ya déjate de rodeos -Luego no te quejes de que te hablo directo cuando digo te que voy a coger -¡Ay ya! Eres insoportable -Lo se, pero disfruto verte desesperar -Idiota -Si fuera tu Amo, esa palabrita te valdría unos azotes -Ya, tienes razón, dime ya. -Está bien, escucha y no interrumpas. ¿Entendido? -Si -Sofía, quiero ser tu Amo. Como ye te imaginas, te hablo de un mundo donde el placer y el dolor se conjuntan, pero no es un dolor sin sentido, cuando te digo que quiero ser tu Amo me refiero a que quiero tomarte como mi sumisa, y eso no significa solo sexo duro. Lo que quiero contigo es a largo plazo, una relación de dominancia donde tu me perteneces solo a mi para cualquier tipo de interacción s****l. Lo que tuviste ayer es solo una probada de lo que puedes tener, experimentaremos tus gustos y límites y tu aprenderás los míos para complacerme, si eso ocurre serás premiada y debo decir que me considero un Amo generoso. Tendremos reglas y disciplina, y cuando no estés alineada a eso, tendrás un castigo, que verdaderamente disfrutaré, aunque siempre preferiré tu total obediencia para no tener que recurrir a “alinearte”. ¿Qué dices? -En serio no lo sé, es mucho para mi. Realmente ni siquiera te entiendo bien. ¿Quieres salir conmigo? -No, no te confundas, esto no es una relación romántica, te estoy proponiendo una dinámica de Dominancia y sumisión. -O sea, ¿solo me quieres para coger? -Principalmente, si. Pero no descarto salir a almorzar. -O sea, ¿solo quieres que acepte ser tu puta? -Para nada, si quisiera una puta hay muchas para pagarles -No me quieres para una relación ni para puta -No, te quiero como mi sumisa -Es que no entiendo que significa o implica eso. -De momento no tengo claro que implicaría -Eso es tonto -No lo es, si aceptas ser mía, haremos un contrato y ahí quedarán claras las implicaciones y responsabilidades de cada uno. -¿Contrato?, eso suena demasiado raro. -Lo sé, pero es algo necesario -¿Cuántas sumisas tienes? -Por ahora, ninguna -¿Por qué? -Terminé el contrato -O sea que solo me quieres para cubrir la vacante -Si lo dices así, suena bastante mal. -Así de mal parece -Mira, no es la primera vez que busco una sumisa, pero no pienses que por eso eres una más. Me tomo muy en serio elegir, no tomo a cualquiera y tampoco soy fan de las mujeres fáciles o que acostumbran ir de una cama a otra, tampoco me gustan las mujeres débiles y dependientes, descuidadas o desordenadas. -Pareces exigir mucho… -Así es, y es solo porque yo soy lo mismo de vuelta -Entiendo más o menos de que va esto, pero en serio que me quedo muy confundida de lo que significaría para mi. -Comprendo que es complicado y si aceptas habrá mucho que mostrarte y enseñarte. Solo quiero que sepas que te tengo en la mira hace años, pero estabas con ese noviecito tuyo. Si no hubiera sido por eso, te hubiera reclamado hace tiempo y no me hubiera molestado descartar a… mi anterior sumisa -¿Por qué terminaste con ella? -Cruzó el límite, se empezó a asumir como una mujer en una relación sentimental y eso, para nada es lo que teníamos acordado -¿O sea que terminaste con ella por querer una relación? -Si -¿O sea que si yo quiero una relación, esto no avanzaría -Exacto -¿Y si acepto y luego quiero algo más? -Terminaría el contrato -Estas lejos de convencerme con esas respuestas -Esto no es amor, Sofi, es sexo -Pero uno no controla los sentimientos -Por eso el contrato y los límites -Con esas condiciones veo poco de ganancia para mí -¿Ganancia? - rio un poco - me complace saber que ya lo estás considerando -Claro que no -Claro que sí, por eso quieres saber qué ganas tú. Te lo diré: Si aceptas ser mi sumisa serás recompensada por complacerme, y estos premios pueden ir desde salir a comer, tal vez a pasear, viajes, regalos… ¿Qué te gustaría? Ropa, maquillaje, libros. Digamos que podrás hacer tu carta a Santa Claus y yo te diré los caprichos que estoy dispuesto a cumplirte. De igual manera tú tendrás mi lista de deseos y podrás decirme cuales cosas no estas dispuesta a hacer, por ahora - lo mire molesta y él me sonrió coquetamente - y qué cosas están sujetas a negociación. -¿Puedo pedirte lo que quiera? -Casi -Y solo tengo que obedecer y coger -Así es -¿Lo puedo pensar? -Claro, si aceptarás ahora mismo estaría decepcionado de ti -¿Gracias? -Te propongo esto: Date la oportunidad de conocer mi mundo, 3 meses te parece bien? Te llevaré al límite de tus fantasías y podrás decidir si ser mía o regresar al mundo vainilla -¿Vainilla? -Sexo suave, relaciones románticas, practicas ortodoxas en la cama. -Supongo que, puedo intentarlo -Perfecto - levantó la mano - Ahora, vámonos, que mi v***a sigue dura y necesito meterla en tu coño El mesero se acercó con la cuenta, él dejó dinero se levantó y me tendió la mano, y así salí a la boca del lobo, sabiendo que terminaría azotada por segundo día.
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