Desnuda

1330 Words
Seguimos besándonos, yo tenía mis brazos sobre sus hombros; con una sostenía su cuello y la otra tenía los dedos entrelazados con su cabello. Él me tenía con una mano en el trasero y la otra en mis senos. Sus besos eran bruscos, me mordía lo suficientemente fuerte para provocar dolor pero no lo suficiente para lastimarme. Mantenía todo su peso sobre mí, manteniéndome contra la pared apretando sus manos con fuerza haciéndome soltar gemidos que no puedo decir si eran de placer o dolor. Dejó de besarme, yo estaba jadeando. Se alejó un poco de mí y sonrió mientras acariciaba mis labios con su pulgar. Dime que quieres No respondí Anda, dime. - pasó su mano de mis labios a mí mejilla Mmm - desvíe la mirada hacia un lado, me avergonzaba decirle que quería que me llevara a la cama, es demasiado perverso lo que pide; estoy aquí, es obvio que quiero tener sexo con él, pero parece disfrutar que se lo pida... Pero aunque quisiera no podía. Solo di que quieres que te coja y lo haré. No podía, no, no. No tenía el valor Esta bien - me soltó e hizo que me dejaba Cogeme - me volví loca definitivamente, cuando sentí que me soltaba solo se lo grite, no quería que me soltara, me dolía pero se sentía tan bien que no quería que parara. Me tomó con fuerza de los muslos para cargarme y me sentó sobre esa especie de tocador con espejo que suelen tener los hoteles. Levantó mis brazos suavemente agarrando mis muñecas con una de sus manos y con la otra alzó mi blusa, siguió haciéndolo hasta que me la sacó para dejarla a la altura de mis manos, sentí como torcía la tela y sentí una leve presión en las muñecas. Será otro día Soltó mis manos y terminó de sacar la blusa, la estiró y la puso sobre el tocador. Después, empezó a acariciar mi pierna derecha mientras se agachó y bajó el cierre de la bota y la quitó; tomó mi otra pierna mientras se ponía de pie, mientras sostenía mi pierna la iba levantando completamente estirada hasta casi pegarmela al pecho. Abrió el cierre y quitó la bota, para después recargar mi pierna en su hombro mientras cargaba todo su peso sobre mí, acercando su cara a la mía, creí que me besaría pero solo acercó sus labios a los míos sin tocarlos. Que flexible eres, será divertido. Se despegó de mí y me soltó la pierna. Se alejó unos pasos de dónde me mantenía sentada y comenzó a desabotonar su camisa, desdobló lentamente las mangas para sacar los brazos. ¿Te gusta lo que ves? Obviamente me gusta y no dejaba de mirarlo, ¿quién lo haría? La forma tan meticulosa, casi ritual mientras se quitaba la camisa, ir viendo cómo dejaba su pecho desnudo a la vista, el vello que abarcaba todo su torso, el enorme tatuaje en el pecho, sus pectorales marcados y... Perforaciones, no sabía que las tenía, bueno, tampoco había visto el tatuaje del pecho que era enorme, corría desde su cuello hasta el abdomen, sus pezones y ombligo perforados. Estaba tirando baba por él. Ven Estiró la mano y la tomé para bajar del tocador. Me llevó lentamente hasta donde estaba un sillón de esos típicos de hoteles, me soltó la mano y se recostó cruzando las piernas. Quítate la ropa. Tragué saliva, quería que me desnudará frente a él y por la posición en la que estaba me dejaba claro que quería verlo con detenimiento. Nunca me he desnudado frente a alguien, me he ido quitando la ropa durante pasados encuentros, regularmente a oscuras, entre cobijas o bajo ellas. Nunca parada frente a alguien y mucho menos como un espectáculo para que mire. Esa sonrisa suya, perversa como si fuera a comerme como si quisiera tomarme y someterme comenzaba a volverme loca; me daba miedo, claro que sí, pero también me hacía sentir emocionada. Quítate las medias primero Dude un momento Vamos, quitalas. Levante mi falda por detrás para meter las manos y bajar las medias, las dejé en el piso No seas desordenada, déjalas con tu ropa No sé que pasa por mi cabeza que estoy siguiendo sus órdenes, pero me agaché, levanté las medias, las estiré y las puse en el tocador junto con la blusa. Regresé a mi lugar frente a él y eso pareció complacerlo porque sonrió. Quita la falda, despacio. La falda tenía botones, era tipo envolvente; así que al desabotonar un lado quedaron al descubierto los otros botones que quite y abrí la falda, la tomé con una mano y nuevamente fui al tocador para dejarla. Aprendes rápido Si, claro... No tuvo que repetirme que la ropa va en el tocador para que ahora vaya y siga una orden que ni siquiera me dió. Volví frente a él. Desabrocha el sostén Pffffff, no sé qué clase de juego es, pero me tiene demasiado excitada, parece uno de esos juegos de rol s****l donde el hombre trata como esclava a la mujer, nunca hubiera imaginado lo cerca y lo lejos que ese pensamiento estaba de la realidad. Pase mis brazos por la espalda y desabroché el sosten, pero pegue mis brazos a los costados para sostenerlo, él me estaba mirando tenía una mano apoyada en su entrepierna y con la otra acariciaba su barba. Quitatelo Me giré hacia el tocador y lo quité sin dejarlo verme de frente; si, estaba muy excitada pero también demasiado avergonzada. Volví a mi lugar cubriéndome los senos con los brazos, él rió. Date la vuelta, también me gusta que me des la espalda. Ya no estaba pensando, solo me di la vuelta y le di la espalda, pero no dejé de cubrirme el pecho. Quita tus bragas. Me tensé por un momento, mis nervios estaban a punto de traicionarme, quería correr al baño a encerrarme o aventarme en la cama y cubrirme con las cobijas. Hazlo Respire muy profundo y tomé mi pantaleta por los costados y comencé a bajarla. Realmente no me agaché, si lo hacía le dejaría la visita completa y no me atrevía a hacerlo, así que levanté un poco mi pierna derecha para sacar el pie y luego repetí con la izquierda. Me quedé con las pantis en la mano, ya no me atrevía a moverme para llevarlas al tocador. Le escuché levantarse, pero no me atreví a moverme, voltear, hablar... Solo estaba parada desnuda, con los calzones en la mano cubriendo mi pubis y el otro brazo tapando mis senos, entre la cama y el sillón escuchando el tintineo de su cinturón, maldición se estaba quitando la ropa. Me abrazo por detrás. Metió una mano bajo mi brazo para rodear mi cintura, con la otra quitó mi cabello y lo enredó en su mano, comenzó a besarme la nuca y los hombros mientras subía la otra mano a mis pechos. Empezó masajeandolos para después empezar a pellizcar los pezones; apretó más fuerte y solté un pequeño chillido Shhhh, nadie te dijo que hicieras ruido. Me pegó a su cuerpo, sentía su pecho desnudo en mi espalda y sentía la tela de su pantalón en mi trasero. Podía sentir el cinturón colgando, pero definitivamente no se había quitado el pantalón. Con su mano derecha siguió acariciando mis senos y la izquierda la bajó por mi abdomen tan lento que parecía tortura. Bajo por mi hueso púbico y paso a los muslos, los apretaba y acariciaba, alternando el dolor con consuelo. Su boca estaba entretenida con mi cuello y podía sentir como me olía. Metió su mano entre mis piernas y la pasaba suavemente, podría decir que realmente no me estaba tocando; yo empezaba retorcerme, no podía con las sensaciones que me estaba provocando, comenzó a quitar la mano de entre mis piernas y mi mano reaccionó para detenerlo. Sentí como sus 2 manos hacían más presión sobre mi cuerpo. ¿Quieres que te coja? Si…
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