Cuando Brett despertó, halló una canasta en su ventana. La abrió y la tomó, encontrando ahí bocadillos y bebidas para el desayuno. “Supongo que, durante nuestro encierro, nos darían las comidas por la ventana ya que mi dama personal no tendrá permitido abrir la puerta”, pensó Brett. Miró hacia Uziel, que aún seguía durmiendo, y dio un suspiro de resignación. “Va a ser un largo día”. Además del desayuno, también encontró un mensaje de la reina Panambi, diciendo: Pensé que podrían tener hambre. Calculé para que les alcance a los dos. Espero que lo disfruten. Uziel comenzó a despertarse. Brett estiró el escritorio que tenía en su habitación hacia su cama, distribuyó los bocadillos y le indicó a su hermano: - Ven. Desayunemos juntos. Uziel, aún adormilado, se acercó hasta l