Devina estaba sola en el camarote. Nancy-May y Jake habían salido a la cubierta. La situación fue difícil y ella lanzó un leve suspiro de alivio.
Nancy-May estaba teniendo un gran éxito entre la gente que conoció en la mesa del Capitán y, a través de éstas, con muchos otros caballeros.
Devina observó que, aunque muchos, por simple curiosidad, deseaban conocerla porque suponían que era la señorita Vanderholtz, la gente joven gravitaba, insistente hacia la vivaz alegría de Nancy-May.
Eso dio por resultado, lógicamente, que Jake se volviera en extremo celoso.
Hacía terribles escenas y sólo cuando Nancy-May se arrojaba en sus brazos para asegurarle, una y otra vez, cuánto lo amaba, se tranquilizaba y empezaba a enamorarla de la forma que a ella le gustaba.
A Devina todo eso le mantenía lo
