—¡Señor Emilio, está loca, me ha golpeado! —dijo Briana, quien tenía la mejilla enrojecida Emilio estaba tan impactado, sin entender el actuar de Ámbar que ahora le parecía tan errático —¿Es cierto eso, Ámbar? —¡Sí! Y no me arrepiento, es más, si no la quita de mi vista ahora mismo, juro que le romperé cada hueso —Emilio se puso entre las dos, impidiendo que volvieran a agredirse —¡Ya basta! —gritó severo—. ¡¿Qué es esta actitud, Ámbar?! ¿Quién te crees para actuar de este modo? —Está mujer agredió a Noah, le pegó y no lo voy a permitir, porque si le vuelve a tocar un solo cabello voy a ¡Matarla! —exclamó Emilio se giró a mirar a Briana sus ojos eran furiosos, y enormes —¡No es cierto! No fue así, señor Emilio, además, usted dijo que la educación debía ser estricta. —¡Estricta! J